1/18/2017

El CCE y la “verdadera cruzada” anticorrupción


Utopía 

Eduardo Ibarra Aguirre
Interesantes por desacostumbradas son las declaraciones del jefe del organismo cúpula de las dirigencias de los organismos empresariales, el Consejo Coordinador Empresarial, presidido por Juan Pablo Castañón, quien asegura que las movilizaciones contra el gasolinazo que unen a diversos grupos de la sociedad –destacadamente en Mexicali y en Tijuana, Baja California, con las grandes concentraciones populares realizadas el domingo 15–, “fueron impulsadas por el hartazgo de la corrupción y el manejo de los recursos públicos”.
Para el empresario sinaloense de Los Mochis, existe “el clamor para que haya un cambio efectivo y a fondo en ese sentido”. En consecuencia propone que 2017 “debe ser el inicio de una verdadera cruzada nacional para abatir la corrupción y la impunidad, y de consolidar el Sistema Nacional Anticorrupción. No más escándalos sin aclaración o en la impunidad. La sociedad no puede seguir cargando con los pasivos que deja la corrupción”.
Desde la perspectiva patronal es “indispensable la cruzada para reconstruir la confianza en las instituciones”, mismas que “han sido socavadas hasta un punto inaceptable, con una brecha creciente entre la ciudadanía y la clase política”.
El empresario de los muebles en su origen y ahora de la biotecnología, juzga que “la estabilidad y la cohesión social dependen de establecer ya un freno a la corrupción, pues es la vacuna contra amenazas como el populismo y la polarización social. Y no puede haber estabilidad económica sin estabilidad social” (Julio Reyna Quiroz, La Jornada, 17-I).
Mas no sólo critica el líder empresarial al advertir que el Sistema Nacional Anticorrupción “quedará como un recurso gatopardista más” si la sociedad no se involucra. “Tenemos, todos, que involucrarnos para asegurar que se consolide su andamiaje institucional y operativo y, sobre todo, que funcione.”
Cuánta razón asiste al señor Castañón, pero su inusual capacidad crítica de la corrupción pública, institucional, le hace olvidar un pequeño detalle, para que existan corruptos en los tres órdenes de gobierno es indispensable que actúen los corruptores.
Y los corruptores son ciudadanos más comunes que corrientes, que interactúan con los niveles básicos de la burocracia gubernamental. Pero sobre todo son empresarios desde los llamados micro hasta los que forman parte de la plutocracia y que para ingresar a ella crecieron al amparo del poder público, ya como prestanombres, ya como socios subordinados, ya como Carlos Slim y sus pares que no rebasan las 50 familias dueñas de México.
Sexenio tras sexenio surgen nuevas camadas de multimillonarios en estrecha alianza con el presidente en turno. Como es del dominio público, el gobierno actual no es la excepción, incluso no son pocas las valoraciones periodísticas que consideran que la corrupción de ahora es “incomparable”. Hasta Ricardo Anaya la denuncia en anuncio de autopromoción, a pesar de que todavía no puede explicar cómo gastaba 400 mil pesos mensuales (con el dólar a 19 pesos), mientras Acción Nacional le paga 40 mil devaluados pesos.
Es el capitalismo de compadres como sello mexicano y con otras versiones en los cinco continentes, del capitalismo salvaje conocido como neoliberalismo.
Así que el empresariado que representa Castañón Castañón es parte del histórico problema –también cultural, por supuesto–, y no de la solución que demagógicamente pretende vender a la opinión pública y al gobierno, en busca de vaya a saber usted qué.
http://www.forumenlinea.com/site/
https://www.facebook.com/forumenlinea
@IbarraAguirreEd
forum@forumenlinea.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario