1/18/2017

Sí, lo sé: gobernantes y empresarios son de lo peor; pero, ¿cómo los destruimos y creamos algo nuevo?



Pedro Echeverría V.
1. Si, no me digas más porque me pones de mal humor. De todos mis amigos, por todos lados escucho condenas y mentadas de madre contra el gobierno y los empresarios mexicanos; está bien, pero te repito que lo siento como un desahogo y hasta lloriqueos por impotencia. El colmo de la ignorancia es pensar que la burguesía no va a defender su gobierno y su poder usando todo lo que está en sus manos: al ejército, a la policía, las cárceles, las mentiras de la televisión y los billones de pesos que tiene a su servicio.
2. Mis amigos repiten a diario que los gobiernos usan funcionarios corruptos en su gabinete; que éstos sólo llegan a los cargos para hacer negocios y enriquecerse; que los papás alcanzan 40 años brincando de un cargo a otro y ahora siguen los hijos; que no tienen “llenadera” para que al salir de los cargos sean millonarios; que son represores, que encarcelan y asesinan a la oposición real; que compran a todos los partidos y a la llamada oposición; que hacen negocios con el gobierno de los EEUU; en fin, que son funestos para el pueblo.
3. Pero lo importante no es estar repitiendo como disco rayado lo que el pueblo sabe: que es una minoría de ricos que explota y oprime al pueblo, es decir, una minoría de familias con inversiones en bancos, industrias, comercios, que somete al 80 por ciento de la población. Lo que realmente es importante es construir las ideas, las propuestas, la organización que debemos darnos, para destruirlos como clase explotadora y dominante, enterrarlos y taponearlos para que no resurjan más después de 500 años que nos han aplastado.
4. ¿Cómo carajos vamos a concientizar, a convencer al pueblo de que se agrupe a luchar para aniquilar a la clase gobernante y explotadora? Ésta es sin duda la gran pregunta. A principios de la década de los sesenta, a raíz de triunfo de la revolución en Cuba, mucha gente en América, en México –sobre todo campesina- pedía armas para irse a la guerrilla para responder a la miseria y hambre permanente que sufría. Se armaron cientos de grupos guerrilleros en el continente, pero todos desaparecieron o fueron exterminados por la burguesía.
5. Obviamente quienes más intervinieron fueron los EEUU que crearon escuelas antiguerrilla y organizaron en muchos países equipos paramilitares bien armados para acabar con aquellos jóvenes rebeldes. Hace apenas unos meses que en Colombia se firmó la desaparición de la FARC que surgió en 1964. No aventuraría decir que la lucha guerrillera envejeció, pero diría que por ahora no hay muchas condiciones para ello. Sin embargo hay otras formas de lucha que están muy por encima de la electorera que hasta ahora no ha funcionado para el pueblo.
6. La forma más efectiva parece ser el movimiento de masas que de manera paralela debe crear, educar, madurar, el pensamiento de las masas del campo y la ciudad. La lucha de masas trabajadores del campo y la ciudad podrían ser determinantes para echar a los gobiernos de los empresarios fuera del poder y hasta de su país con el único requisito de que se unan y superen el poder de los ricos. Incluso algunos gobiernos se cuidan a ser explotadores y represores cuando observan que los movimientos de masas van en serio para imponerse por la fuerza.
7. La vía electoral puede llevar a cambios importantes, pero por lo menos desde 1973 con el derrocamiento de Salvador Allende en Chile observamos que era casi imposible. Desde entonces ningún gobierno progresista ha podido construir ningún “socialismo”, ninguna política de justicia e igualdad porque los gobiernos y burguesías locales con el apoyo de los EEUU impiden cualquier avance por ese camino. Basta contabilizar lo que pasó en Argentina, Brasil, Paraguay, Honduras; sucede en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua. Hasta ahora nada de lo electoral se ha mantenido bien.
8. No estaría de acuerdo con una gran organización de masas como muchas en la historia que de combativas, honestas, radicales han degenerado hasta aburguesarse y entregarse a la burguesía como esclavos. Mejor crear muchas organizaciones de masas coordinadas con direcciones horizontales y rotativas cuya fuerza obligue a cualquier gobierno a obedecer. Por ello creo que hay que trabajar en ese sentido para obligar a la burguesía a obedecer a los trabajadores y para dejar de llorar porque la burguesía se vale de todo para jodernos. (18/I/17)
alterar26@gmail.com

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