3/08/2018

Los periodistas pal café. . .


Luego de recibir dos ruidosos desaires de Donald Trump respecto a posibles encuentros personales con Enrique Peña Nieto, ayer éste hubo de conformarse con una larga reunión (alrededor de tres horas y 45 minutos) con un enviado familiar del presidente de Estados Unidos, el devaluado yerno Jared Kushner, a quien se le ha impedido en aquel país el ejercicio de privilegios de acceso a información oficial de alto secreto y a quien de manera reiterada se le ha acusado de mezclar asuntos de índole oficial con empresariales de su particular interés.
El orgullo del nepotismo de Trump, el citado yerno Kushner, tuvo a su disposición al principal ocupante de Los Pinos y a una parte sensible de su gabinete: los secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina, y el de Economía, todos bajo la línea conductora del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, acusado hace días desde un diario estadunidense de complotar en busca de manipular al ingenuo e inexperto Primer Yerno, a cuyas carencias políticas y diplomáticas se suma el hecho de que, según esas denuncias mediáticas, sus ambiciones en materia de negocios personales colocan en abierto conflicto de interés su actuar como comisionado para varios asuntos internacionales en nombre del suegro.
Para dar un botón de muestra de lo que se opina del yerno Kushner en esferas influyentes del vecino país, está el primer artículo de una serie de The New York Times sobre el nepotismo en la Casa Blanca. Bajo la firma de La junta editorial, ese diario publicó el pasado día primero que El poder que el presidente otorgó a su hija y su yerno ha terminado con un principio básico de la democracia estadunidense y está sembrando el caos en su administración. En una parte de este artículo se establece que La dependencia del señor Trump de familiares sin experiencia gubernamental ha demostrado el efecto corrosivo de tal nepotismo: incluso un pariente político incompetente puede rechazar las instrucciones de los miembros del personal más experimentado; el acceso (al presidente), la moneda del gobierno, no se controla; el despido es difícil sin importar lo merecido; y los estándares éticos son casi imposibles de hacer cumplir. (https://goo.gl/GEPBHZ).
En ese contexto, el simple hecho de conformarse con dialogar y negociar con un demeritado personero del poder ejecutivo de Estados Unidos deprecia la figura de la Presidencia de México donde, a pesar de la evidente asimetría entre los dos máximos poderes políticos de estos países, se había mantenido hasta ahora el cuidado de imagen de hacer que los subordinados de cada cual negociaran y acordaran (bajo la rectoría de sus jefes) lo que en sus expresiones finales sería presentado a los presidentes para que los suscribieran en actos protocolarios plenamente afinados.
Peña Nieto ha ido cometiendo pifias vergonzosas en su relación con el apabullante, impredecible y nada confiable Donald Trump. Primero fue el ignominioso tendido de alfombra roja en Los Pinos para recibir al entonces candidato presidencial republicano, en un lamentable acto de virtual apoyo electoral en momentos en que el rubio empresario sostenía una ruin campaña de denostación contra mexicanos asentados en el vecino país norteño. Ese fue el arranque de una serie de impudicias políticas pinoleras que han ido afectando el interés nacional.
La visita del yerno se produce en momentos sumamente críticos para la administración peñista. Por un lado, de manera evidente, está la presión desde Washington para que México acepte peores condiciones en un Tratado de Libre Comercio, con aranceles a aluminio y acero como las más recientes formas de chantaje. Por otra parte, el peñismo tiene una urgencia extrema de llegar a acuerdos, aunque sea con el yerno, y al otro día el suegro los desconozca o se burle de ellos mediante tuits, porque la suerte electoral, el proyecto de continuidad al costo que sea, necesita al poder imperial alineado en esa pretensión de aplastar la voluntad popular en julio próximo.
Más allá de lo que se informe oficialmente, con generalidades y vacuidad, de la reunión de casi cuatro horas con Peña Nieto, cabe preguntarse cuáles fueron los acuerdos secretos a los que se haya llegado en la sesión con el yerno Kushner, sobre todo en términos de seguridad nacional y combate al crimen organizado (con los halcones gringos deseosos de mayor contundencia en la guerra contra el narco y delitos conexos, con asesoría y conducción de los especialistas extranjeros) y, desde luego, en términos resolutivos respecto al TLC con el entreguista régimen actual más que dispuesto a sacrificar lo que sea necesario para conseguir la aprobación del trumpismo a los planes de prolongación del peñismo.
El 27 de septiembre del año pasado, Gerardo Fernández Noroña, ahora candidato a diputado federal, convocó a una rueda de prensa para denunciar un negocio al cobijo del poder, con terrenos propiedad de la nación. Se refería a un negocio de especulación inmobiliaria, pues el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, estaría preparando la venta de un enorme terreno.
Ahora se ha sabido que en ese predio se pretende la construcción de una extensa zona habitacional y comercial, lo cual ha generado múltiples reacciones declarativas, muchas de ellas exigiendo transparencia en los planes que se tienen respecto a ese bien inmueble. Los tiempos que corren, con tantas evidencias de irregularidades y corrupción en materia de desarrollos inmobiliarios, obligan a que las fuerzas armadas no se vean envueltas en una gran polémica respecto a las decisiones de la jefatura del Ejército respecto a ese campo militar.
Y, mientras Andrés Manuel López Obrador hace saber que no buscará un nuevo periodo presidencial en caso de ganar este primero de julio, pues asegura que hará en seis años lo que podría hacerse en 12, ¡hasta mañana, en espera de la indicativa sesión de la Cámara de Diputados que servirá para nombrar al titular de la Auditoría Superior de la Federación!
Twitter: @julioastillero,Facebook: Julio Astillero,Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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No es un problema de origen político la escasez de agua de Ciudad de México, como quieren disfrazarlo las autoridades. Es resultado del crecimiento desorbitado, alentado por el cártel inmobiliario, con la complicidad –no gratuita– del gobierno local: la asamblea de representantes, las delegaciones, el Invea y, por supuesto, la jefatura de Gobierno. Ramón Aguirre, director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, dice que la falta de abastecimiento de agua en algunas de las colonias se debe a un fenómeno político de las campañas de gente que busca liderazgos. La realidad revela otra cosa. Basta con recorrer el Nuevo Polanco, las áreas que se extienden a ambos lados del segundo piso del Periférico, los hacinamientos humanos en la salida a Pachuca, etcétera, para comprobar que en los últimos años se han construido edificios de oficinas y viviendas de muchos pisos, a sabiendas de que no hay agua suficiente. Las torres a lo largo del Paseo de la Reforma son otro ejemplo. De algún modo Aguirre lo admite. Expresa que hace falta presupuesto para modificar el sistema actual de aguas para que el líquido llegue a las colonias menos favorecidas en lugar de destinarlo a nuevos centros de condominios, los cuales crecen sin alguna regularización o planificación urbana. Lo que hace falta es frenar al cártel inmobiliario y que la creacion de empleos –mal pagados, por cierto– no sirva de pretexto para seguir fomentando el desarrollismo… y, por supuesto, el dinero en el bolsillo de los zares del cártel inmobiliario y los funcionarios.
¿Se les cayó el negocio de fin de sexenio?
El viernes 2 de marzo publiqué en este espacio: “En un negocio tipo Año de Hidalgo que pinta como el de la despedida del sexenio –los contratos petroleros más importantes ya fueron licitados– el gobierno está preparando sigilosamente la venta de un inmenso terreno que podría convertir una área no urbanizada de la capital en uno de los desarrollos inmobiliarios más lucrativos de América Latina, con un precio que, según expertos, podría llegar a los mil millones de dólares”. El gobierno de Peña Nieto tuvo que meter reversa. Ayer, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) anunció que no tiene contemplado en el corto o mediano plazo emitir convocatoria alguna para la venta del predio ubicado en avenida Vasco de Quiroga 1401, en la colonia Santa Fe. Lo que está en marcha es un proceso de reordenamiento y redefinición de ese patrimonio de la nación y particularmente de la industria militar. De cualquier modo: ¿qué entiende el director del SAE, Héctor Orozco Fernández, por corto o mediano plazo? ¿Son más o menos de nueve meses, que es lo que resta de tiempo al sexenio? Los candidatos presidenciales abordaron el tema. Ricardo Anaya opinó que la eventual venta de un terreno de 125 hectáreas propiedad de la Defensa Nacional –él sí sabe de bienes raíces– se desarrolle con transparencia y con el acuerdo de los ciudadanos. López Obrador pidió no comprometer los bienes de la nación. José Antonio Meade expresó: Lo que yo he escuchado decir al gobierno federal es que no va a haber ningún proceso de licitación que no sea oportuno, transparente y que además corresponda a resolver los retos que hay.
Mujeres: la dureza de su vida
A propósito del Día Internacional de la Mujer, el Coneval dice que el trabajo doméstico no remunerado es una de las dimensiones en las que la desigualdad en las condiciones de vida de hombres y mujeres se expresa con mayor claridad, al evidenciar la sobrecarga de trabajo a la que están expuestas las mujeres. En promedio, las mujeres dedican a los quehaceres entre 12 y 17 horas semanales más que los hombres, y entre cinco y 14 horas semanales más al cuidado exclusivo y sin remuneración de otras personas, como menores, adultos mayores o enfermos, dentro o fuera del hogar. Por su lado, el Inegi dice que en promedio, en el año 2016 el trabajo en las labores domésticas y de cuidados que realiza cada mujer equivale a contribuir con 51 mil 962 pesos anuales, mientras que la contribución por cada hombre que realiza estas labores asciende a 18 mil 943 pesos por el mismo periodo.

¿Quién es la osada que dice que la economía mexicana va mal, que a duras penas crece 2 por ciento anual y que no rinde para mayor cosa? Pues no sólo lo dice, sino que lo padece, la mayoría de los mexicanos, que sufre las consecuencias.
Pero ante ese radicalismo aderezado con hambre, el desmentido es tajante, ya que para la minoría de siempre (el 0.000014 por ciento de la población nacional) las cosas funcionan de maravilla y México es su paraíso.
En 2017, año en que la economía mexicana funcionó razonablemente bien (José Antonio Meade dixit) la tasa de crecimiento rozó 2 por ciento (la misma proporción promedio que la registrada en las pasadas tres décadas y media), por lo cual millones y millones de habitantes tuvieron otro año complicadísimo, por decirlo suave.
Pero esa terrorífica realidad económico-social contrasta con los resultados obtenidos por el selectísimo grupo de multimillonarios marca Forbes, cuyas fortunas conjuntas crecieron 10 veces más en el año en que la economía, según Meade, funcionó razonablemente bien para los mortales.
El más reciente informe Forbes sobre los multimillonarios en el mundo incluye a 17 empresarios mexicanos (los mismos de siempre), cuyas fortunas conjuntas equivalen a cerca de 12 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional, con cifras al cierre de 2017. Esa proporción para ellos solitos, mientras el 88 por ciento restante del PIB se repartió (inequitativamente, desde luego) entre las 120 millones de personas que sobreviven en esta República concentradora del ingreso y la riqueza.
En un año, ese grupúsculo de empresarios vio crecer sus fortunas de 118 mil 700 millones de dólares al cierre de 2016 a 141 mil 800 millones al concluir 2017, un incremento de 20 por ciento en el periodo (23 mil 100 millones de billetes verdes), sin contar las alcancías que no pocos de ellos mantienen en paraísos fiscales. Y para los mortales la economía nacional creció 2 por ciento.
De acuerdo con las cifras oficiales del Inegi, al cierre de 2017 el valor nominal de PIB mexicano sumó 22 billones 718 mil millones de pesos; en el mismo año las fortunas de los 17 Forbes mexicanos sumaron alrededor de 2 billones 695 mil millones de pesos. Eso quiere decir que de cada peso que acumuló la economía mexicana, 12 centavos se quedaron en los bolsillos de los super ricos autóctonos, y contando.
Para dar una idea de qué se trata, con las fortunas conjuntas los 17 empresarios mexicanos marca Forbes podrían comprar una economía como la de Hungría (con un PIB cercano a 132 mil millones de dólares) y les darían cambio. O bien, adquirir las de Guatemala, El Salvador, Belice y Nicaragua, y les sobrarían alrededor de 10 mil millones de dólares.
Pero entre los multimillonarios también hay niveles: las fortunas conjuntas de los tres más ricos entre los ricos de México (Carlos Slim, el tóxico Germán Larrea y el premiado Alberto Bailléres) suman 95 mil 100 millones de dólares, equivalentes a 67 por ciento del total, es decir, de los 141 mil 800 millones acumulados por los 17 empresarios.
Aun así, Slim concentra 47 por ciento del total, o lo que es lo mismo, 5.6 por ciento del producto interno bruto para él solito. Para este empresario la economía sí ha funcionado de maravilla, porque en los pasados 26 años (de 1991, cuando por primera vez apareció en Forbes, al cierre de 2017) su fortuna se incrementó la friolera de 4 mil 100 por ciento, a razón promedio anual en el periodo de 158 por ciento, contra 2 por ciento de crecimiento de la economía, una diferencia de 79 tantos en favor, claro está, del empresario.
Sólo en 2017 la fortuna de Slim se incrementó 23 por ciento respecto del año previo y la del tóxico Larrea 25 por ciento (con eso paga favores en juzgados y medios de comunicación para intentar acabar con sus enemigos, aunque no siempre le funciona). En cambio, la de Bailleres declinó 0.9 por ciento (parece que la medallita que le otorgó el Senado no le funcionó).
Pero no sólo ellos: en 2017, la fortuna del empresario de los abonos chiquitos y las ganancias descomunales, Ricardo Salinas Pliego, aumentó 97 por ciento y Eva Gonda de Rivera, viuda de Eugenio Garza Lagüera (Don Eugenione en su momento), 27 por ciento. Todo ello con una economía que crece 2 por ciento.
¿Cómo le hacen para ser tan exitosos? De entrada la norma es que sus jugosísimos negocios los hacen con bienes de la nación, que gozan por medio de adjudicación directa de ex paraestatales, concesiones, generosos cuan abundantes contratos públicos y, desde luego, fructíferas relaciones políticas, que incluyen financiamientos a las campañas, y muchas, muchísimas facilidades fiscales.


En días recientes las autoridades capitalinas han venido informando sobre diversos cierres no autorizados, y realizados por personas no identificadas, de válvulas del sistema de agua potable de la ciudad capital. Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno urbano, dijo al respecto que se han detectado 50 de esos cierres en seis delegaciones (Venustiano Carranza, Iztapalapa, Iztacalco, Azcapotzalco, Coyoacán y Benito Juárez) e informó que esa práctica se realiza desde hace dos años y que se intensificó en meses recientes, en coincidencia con el inicio del proceso electoral. El gobernante interpretó tales acciones como un intento desestabilizador y agregó que los cierres coinciden en el mapa con protestas de grupúsculos políticos por la falta del líquido. Asimismo, dijo que se presentarán denuncias penales ante la Procuraduría General de Justicia capitalina por esos actos que podrían representar delito de sabotaje.

No puede haber democracia y paz, sino existe plena igualdad entre todos y todas
Este 8 de marzo debe ser de gritar, exigir, luchar y reflexionar sobre la situación de las mujeres en México. El número de feminicidios, la desigualdad aún muy marcada de hombres y mujeres, la repetición de estereotipos y construcción de género que ponen a la mujer en desventaja, la violencia de género, los abusos sexuales de las que son víctimas. Ha existido muy poca sensibilidad sobre el tema. No se dan los recursos necesarios. Todo parece que se quiere continuar con estas prácticas que no sólo dañan a las mujeres, sino a la sociedad en general. No podemos seguir callando ante este trato tan desigual y tan dañino hacia las mujeres. No puede haber democracia y paz, si no existe una plena igualdad entre todos y todas.

Cuando comencé a participar en la política sindical y más tarde cuando fui electo por primera vez como líder de los mineros, fue porque estaba convencido, y hoy lo estoy aún más, de que la única forma de organización, o quizá la mejor, que podía promover el cambio social, era el movimiento obrero. Los trabajadores unidos y con estructura organizativa sólida son los más capaces de defender sus derechos laborales y humanos, luchar por mejores condiciones de trabajo, levantarse y protestar cuando existen inconformidades y pelear por el respeto a su dignidad de clase, exigiendo mejorías en la calidad de vida para lograr el cambio de modelo de desarrollo.
Regresar por primera vez en 2017 a la tierra de los abuelos en territorio yoreme en Sinaloa, en el año más violento de las últimas dos décadas, fue una experiencia desgarradora. Como antropóloga me especialicé en el área maya y las raíces familiares yoremes habían quedado olvidadas en el anecdotario familiar, marcado por el racismo que caracteriza a la sociedad mexicana, que tiende a negar las genealogías indígenas y a resaltar las castizas.
Ricardo Anaya es un hombre del sistema, un personaje político que defiende, como lo ha hecho su partido, el neoliberalismo inaugurado en los años 80 del siglo pasado. Junto con Meade, de ganar cualquiera de los dos, el neoliberalismo tecnocrático estaría garantizado por seis años más. Los priístas, o mejor, los neopriístas y sus aliados, le dieron votos a Felipe Calderón para que derrotara a López Obrador en 2006. ¿Por qué no pensar que harán lo mismo si su candidato sigue sin levantar simpatías durante el periodo de campañas? Lo que quieren, el PRI y el PAN, pero también los perredistas y demás aliados de las coaliciones que formaron, es evitar que AMLO triunfe y le ponga límites al neoliberalismo del que los anteriores se han beneficiado ampliamente.
El acrónimo GC va por guerra comercial, no el más grave de los riesgos globales, pero si el más real y presente en las recientes semanas. En realidad desde antes, desde que Trump asumió la presidencia, hace más de 13 meses, tras una campaña en la que las restricciones al comercio exterior fueron una de las amenazas proferidas con mayor ahínco y agresividad. Algunos habían celebrado que la desmesura retórica no parecía corresponderse con el número y alcance de las acciones iniciadas. El arma más usada al principio por Trump y su cohorte fue el megáfono, en su versión digital: el Twitter. Quizá por ello cree que estas guerras son buenas y fáciles de ganar. En demagogia proteccionista, el presidente no tiene rival. En los días recientes reforzó su retórica y ordenó, en un ambiente caótico, proceder a las primeras escaramuzas.
Muchos milagritos nos cuelgan a los mexicanos. Si al lugar común nos vamos, en estos tiempos electorales vale la pena traer a cuento el lugar común según el cual a los mexicanos nos gusta que nos gobiernen hombres fuertes. Descartamos a las mujeres fuertes, porque esas sí que no nos gustan de seguro. ¿De veras queremos un presidente que sea el hombre fuerte, el hombre necesario, el que se impone a las circunstancias, el que doblega la realidad, y es capaz no sólo de resolver el presente, sino de mirar al futuro con claridad? ¿O simplemente queremos un presidente que entienda los problemas del país en contacto con la realidad, que sepa de instrumentos para gobernar y que no se empeñe en llevarnos a un paraíso de modernidad?
De nueva cuenta las amenazas de Donald Trump parecen encaminar al mundo y particularmente a nosotros a una situación bastante complicada. Su decisión de imponer aranceles a las importaciones de aluminio y acero puede ser el comienzo de guerras comerciales que afectarán dramáticamente el curso de la economía global. Sin embargo, en México lo que verdaderamente importa, en el marco de las negociaciones para un nuevo Tratado de Libre Comercio de América Latina (TLCAN), son los temas laborales.
Caracas. Hace cinco años de la desaparición física de Hugo Chávez. Desde entonces, el cariño al comandante y la comprensión de su trascendental legado nuestroamericano por venezolanos, latinoamericanos y caribeños son mayores que nunca. Más allá de eso, Chávez fue un hombre universal, solidario con las luchas populares en todas partes del mundo.
Por regla general, para ocupar algún empleo, cargo o comisión, sea o no de elección popular, la legislación –tanto constitucional como secundaria– establece una serie de requisitos en sentido positivo y negativo (impedimentos) que deben cumplir en su totalidad los candidatos. La problemática surge cuando la legislación no señala expresamente los requisitos para ocupar cargos de representación popular, un ejemplo es el caso del jefe de Gobierno de Ciudad de México.

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