1/13/2019

Enciclopedia fonográfica

Jazz


Por fortuna, el jazz no ha sido ni será música de masas. Muy probablemente éste sea uno más de sus atractivos, permitiéndole ser y estar al margen de la dictadura del mercado (y de los vericuetos políticos que tanto hieden en estos tiempos). Aunque el hecho de no flotar entre las masas no quiere decir que el jazz en México no haya crecido exponencialmente en las décadas recientes.
Digámoslo una vez más: no hay un solo estado en este país donde no haya músicos y públicos alrededor del jazz (y de todo lo que pudiera entenderse como tal). El Valle de México es donde más se concentra la banda, ni hablar; pero hay regiones que nos siguen sorprendiendo por la cantidad y por la calidad de sus propuestas. En Chiapas, por ejemplo, se hace buen jazz en San Cristóbal de las Casas, Comitán, Tapachula y Tuxtla Gutiérrez; mientras en Guanajuato extienden las síncopas por San Miguel de Allende, Celaya, Irapuato, Salvatierra, León y Guanajuato, capital, por supuesto.
Generación tras generación, los jazzistas mexicanos han ido trazando una historia ininterrumpida de talento y terquedad (y virtuosismo en no pocas ocasiones) a lo largo de setenta años. Hay una protohistoria en la primera mitad del siglo XX que merecería (merece) ser investigada en todas sus aristas, pero… bueno, los investigadores no abundan, los días se aferran a terminar cada 24 horas y los presupuestos nomás no alcanzan. Pero ya cantaba (y bien) la sabiduría precristiana de Yuri que: siempre vendrán tiempos mejores.
Entretanto, para documentar los pasados setenta años del jazz en México en lo que a discos (y caséts) se refiere, se prepara ya una Enciclopedia fonográfica que será editada en dos tomos (muy probablemente tres); cada uno con cuatrocientas páginas impresas a todo color en papel cuché. Una edición de lujo que, más allá de sus implicaciones historiográficas, rinde un merecido homenaje al quehacer jazzístico y a la entereza de tres generaciones.
En estas páginas se publicarán, una a una, las portadas de todos los discos editados alrededor de nuestro jazz, se incluirán fichas técnicas que detallen los nombres de los músicos, instrumentos, temas musicales y compositores; anexando comentarios y entrevistas que puedan contextualizar histórica y estéticamente cada uno de estos fonogramas.
Sólo hay un problema editorial: después de que investigadores y jazzófilos de los treintaidós estados del país recopilaron los títulos jazzísticos a través de sendas investigaciones documentales y de campo, en cada una de sus entidades, la cantidad de información ha rebasado todas las expectativas, y los espacios previstos en dos tomos físicos han sido rebasados.
Luego entonces, como la anterior legislatura cultural de la Cámara de Diputados fue la que dio el visto bueno para iniciar este proyecto, la nueva Comisión de Cultura está viendo la posibilidad de implementar la edición de un tomo extra, a fin de que todos los discos y todos los testimonios recabados puedan tener cabida en esta enciclopedia.
El punto de partida bien puede ser el álbum Jazz en México, tres elepés grabados en 1954, editados por el sello Orfeón, donde aparece el Cuarteto de Mario Patrón, el Trío de Héctor Hallal El Árabe y la así llamada Orquesta de Estrellas, donde figuran Patrón y Hallal (piano y saxofones alto y tenor), además de Tomás Rodríguez (sax tenor), Román López (sax barítono), Pepe Solís (corno), Tino Contreras (batería) y Víctor Ruiz Pazos (contrabajo), leyendas todos del jazz nacional.
Pero las cosas van mucho más allá, a más de dos mil títulos donde todos los estilos, todos los colores y todos los aromas del jazz se dan cita, incluyendo propuestas donde las diferentes músicas étnicas y mestizas de los muchos Méxicos que es México se enlazan con los códigos del jazz, para dar vida a nuevas e intensas formas de la belleza.
Salud

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