5/30/2019

Comprobó la ASF que Pemex adquirió chatarra

Guerra a la corrupción
Revisión de la cuenta 2016

El informe individual del Resultado de la fiscalización de la cuenta pública 2016, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), estableció que durante la administración de Emilio Lozoya Austin como director de Petróleos Mexicanos (Pemex) el consejo de administración de la empresa estatal formalizó la compra de la planta Agronitrogenados con equipo incompleto, en mal estado y no utilizable, con 30 años de antigüedad y 18 años fuera de operación.
Funcionarios federales señalaron que los resultados de la auditoría, la falta de cumplimiento o corrección de las observaciones dieron pie al inicio de la indagatoria que actualmente llevó a que se libraran las órdenes de aprehensión en contra del accionista mayoritario de la empresa Altos Hornos de México (AHMSA), Alonso Ancira, y de Lozoya Austin.
Presuntamente, el Ministerio Público Federal logró establecer actos de corrupción que derivaron en la adquisición con sobreprecio de plantas prácticamente inservibles, situación que fue avalada por diversos funcionarios acatando órdenes de mandos superiores de la petrolera mexicana.
Según los resultados de la auditoría, aunque se establecieron las pésimas condiciones de la empresa a adquirir, la administración de Pemex autorizó la compra de Plantas de Nitrogenados a Agronitrogenados, SA de CV, subsidiaria de AHMSA, en Veracruz, bajo el argumento de que se tendría una capacidad instalada para producir anualmente 990 toneladas de urea a partir de la fecha de terminación de su rehabilitación.
Así, el consejo de administración de Pemex, con fecha 17 de diciembre de 2013, adquirió una planta que careció de estudios y análisis competentes para garantizar su rentabilidad y determinar adecuadamente los costos de mantenimiento.
Además, de acuerdo con el resultado de la auditoría, no fue razonable ni se justificó que el costo del mantenimiento previsto para que se pusiera en operación la planta se incrementara argumentando que la parte vendedora no permitió que se inspeccionaran los equipos, lo que en consecuencia es el origen de la deficiente programación del costo de mantenimiento debido a la carencia de evaluaciones económicas y comerciales en la fase de evaluación de la integridad mecánica de la planta.
La ASF, en la revisión del contrato AGRO-DG-003/14, por un monto ejercido de 209 millones 604 mil dólares, observó que la entidad fiscalizada no estableció antes de la contratación de los trabajos los conceptos o partidas que la contratista podría subcontratar, y con base en la información proporcionada por la entidad fiscalizada se determinó que se subcontrataron trabajos por un monto de 145 millones 267 mil dólares y 224 millones 307 mil pesos, lo que representa 95 por ciento más del monto contratado.

Periódico La Jornada

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