1/22/2009

Campaña por el “No” en Bolivia: miedos para asustar a falta de ideas para debatir


La oposición de derecha despliega una campaña “maliciosa, falsa, siniestra y mediocre”, desesperada por la inminente aprobación de la nueva Carta Magna en el referéndum del domingo. Recurre a la calumnia y a la mentira porque ha perdido toda capacidad de debatir ideas, aseguran varios legisladores del MAS.

Sectores políticos opositores despliegan una campaña mediática virulenta en todo el país utilizando el nombre de Dios; agreden físicamente a quienes hacen campaña por el Sí en Chuquisaca, Santa Cruz, Beni y Tarija (también son golpeados por los masistas en La Paz), y en Sucre distribuyen textos constitucionales falsos para confundir al electorado.
Lideran la campaña opositora por el NO a la Constitución los prefectos de la “ex media luna”, secundados por movimientos cívicos conservadores y decenas de grupos ciudadanos vinculados directa o indirectamente a partidos políticos neoliberales.

El presidente del colectivo ciudadano opositor “La Paz en Acción” Boris Bernal Mancilla se declara “independiente”, aunque su organización depende de Podemos. Mancilla presentó el 9 de enero el libro “La plebe en acción” patrocinado por la diputada podemista de Potosí Miriam Flores Anze. Juan Carlos Palacios y Wendy Crovo, empleados de Podemos en la Cámara de Diputados, difunden la propaganda de “La Paz en Acción”.

En las últimas semanas destacaron como voceros de la campaña opositora el ex presidente Carlos Mesa y el ex vicepresidente Victor Hugo Cárdenas, ambos del MNR y colaboradores directos del fugado Gonzalo Sánchez de Lozada. “Es el gonismo puro que intenta salir de las cenizas y levantarse en el cementerio para intentar colgarse de nuestras autoridades y sobrevivir”, dijo el Presidente Evo Morales.

La prefectura de Chuquisaca y otros sectores opositores falsificaron el proyecto para diseminar mentiras sobre los temas de la propiedad privada y la religión, denunció el senador del MAS Ricardo Díaz.

En Chuquisaca circulan panfletos con las fotografías de varios dirigentes departamentales y representantes nacionales acusados de traidores a la región y cómplices de la muerte de tres ciudadanos en Sucre.

Algunos medios de comunicación, en articulación con la ultraderecha, distorsionan el contenido del proyecto constitucional, como por ejemplo El Diario de La Paz, que anunció hace poco que Bolivia volvería a la barbarie con la justicia comunitaria o que el Estado plurinacional creará ciudadanos de dos categorías.

Decenas de redes ciudadanas de derecha saturan los correos electrónicos con mensajes propagandísticos y consignas emotivas. En general, argumentan que decirle NO a la Constitución es cerrarle el paso al totalitario Evo Morales que congeló los sueldos de los empleados públicos “porque para un ex cornetero de banda 15 mil bolivianos es una fortuna que no pensó ganar nunca…”.

Casi todos los panfletos digitales coinciden en que el país es mucho más corrupto, pobre y desgraciado que antes. “Antes de Evo el pan costaba 0,25 Bs y ahora cuesta 1 Bs.”, aseguran algunos activistas, aunque la unidad del pan de batalla cuesta entre 0,40 y 0,50 centavos de boliviano.

La propaganda derechista dice que la nueva Constitución, “un mamotreto trasnochado aprobado por un montón de borregos levantamanos”, convierte a Bolivia en una mezcolanza de 36 naciones: “Si no perteneces a alguna de ellas, serás un extranjero en tu propio país”.

Lo cierto es que el Artículo 14 del proyecto de CPE establece que todo ser humano goza de derechos sin distinción ni discriminación alguna y que las leyes bolivianas se aplican a todas las personas, naturales o jurídicas, bolivianas o extranjeras, en el territorio boliviano.

El Estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica, estado civil, condición económica o social, tipo de ocupación, grado de instrucción, discapacidad, embarazo, u otras que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos de toda persona.

Los opositores hacen campaña por el NO argumentando que el texto constitucional justifica y avala la persecución política y atenta contra el derecho a la libre expresión. En realidad, el artículo 21 de proyecto de CPE reconoce el derecho a la libertad de pensamiento, espiritualidad, religión y culto; a la libertad de reunión y asociación; a expresar y difundir libremente pensamientos u opiniones por cualquier medio de comunicación, de forma oral, escrita o visual, individual o colectiva; a acceder a la información, interpretarla, analizarla y comunicarla libremente; a la libertad de residencia, permanencia y circulación en todo el territorio boliviano.

La derecha rechaza el proyecto de CPE porque, dizque, no garantiza los derechos a la propiedad privada y a la herencia. Sin embargo, el Artículo 56 señala textualmente que “Toda persona tiene derecho a la propiedad privada individual o colectiva, siempre que ésta cumpla una función social. Se garantiza la propiedad privada siempre que el uso que se haga de ella no sea perjudicial al interés colectivo. Se garantiza el derecho a la sucesión hereditaria”. Además, la nueva CPE establece que la propiedad inmueble urbana no está sujeta a reversión. (Artículo 57)

Los panfletistas opositores denuncian que la nueva CPE no garantiza la libre elección del tipo de educación para los hijos. En realidad, el Artículo 88 dice: “Se reconoce y respeta el funcionamiento de unidades educativas privadas, en todos los niveles y modalidades, éstas se regirán por las políticas, planes, programas y autoridades del sistema educativo (…) Se respeta el derecho de las madres y padres a elegir la educación que convenga para sus hijas e hijos”.

La derecha dice que la CPE cambia los símbolos patrios por otros importados, “como la whipala, un símbolo gay”. El Artículo 6 del proyecto constitucional indica que los símbolos del Estado son la bandera tricolor rojo, amarillo y verde; el himno boliviano; el escudo de armas; la escarapela; la wiphala; la flor de la kantuta y la flor del patujú.

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