12/29/2011

Para cerrar el año


Carmen Boullosa

Para cerrar el año, hago un pase rápido de algunas obras con parejas o dispares.Del Brooklyn Museum, de la exposición Juventud y belleza, arte de los veintes americanos (68 artistas de fines de la Primera Guerra a la Gran Depresión, la Era del Jazz):

1. La pareja que aparece en una fotografía de Imogen Cunningham, un desnudo desafiante para 1923; los modelos son los fotógrafos Edward Weston y Margrethe Mather, pareja en la vida real.

2. La pareja que aparece en la pintura Autorretrato, de Thomas Hart Benton. Como lo indica el título de la pintura, aparece el artista, acompañado por su mujer, Rita Piacenza.

3. No identificables son los dos hombres en traje de baño al fondo del lienzo Los bañistas, de John Steuart Curry, y las Dos mujeres, de George Wesley Bellows, una vestida y otra desnuda en el mismo sofá, homenaje a Tiziano.

4. Por último, un desnudo “voluptuoso” de Rebecca Salisbury, fotografía de Alfred Stieglitz; sólo aparece ella, pero la incluyo en mi listado de parejas de esta exposición (que podría seguir) porque Rebeca era mujer del también fotógrafo Paul Strand, también incluido en la exposición.

Del Metropolitan Museum, de la exposición El retrato renacentista, de Donatello a Bellini, tomo dos parejas, en ambos casos conformadas por el retratista y su modelo. De Gentile Bellini, el retrato de Caterina Cornaro (1500), reina de Chipre.

El óleo trae inscrita una leyenda, la voz de la retratada: “El senado de Venecia me llama hija. Chipre, cabeza de nueve reinos, está bajo mi gobierno. Vean lo importante que soy. Pero más lo es Bellini mismo, que ha capturado mi imagen en este pequeño pánel.” (Caterina Cornaro, por cierto, ocupa el espacio completo, gorda y poderosa parece desbordarse).

De Lorenzo Costa, el retrato de Battista Fiera (mantuense poeta y médico de la corte de Gonzaga). La leyenda cuenta que este retrato al óleo fue elaborado por Lorenzo Costa para pagarle a Battista Fiera por haberlo curado de sífilis.De la película muda, El artista (2011), escrita y dirigida por Michel Hazanavicius, tomo dos parejas: la que forman en la vida real el director y la actriz argentina Berenice Bejo, y la que forman en la ficción el personaje que interpreta Berenice, Peppy Miller, y George Valentin (interpretado por Jean Dujardin).

Es una peli deliciosa.Considerablemente menos reconfortantes son las parejas efímeras que conformó John Malkovich con dos sopranos en la dispar (no) ópera Comedia infernal: confesiones de un asesino serial, escrita por Michael Strurminger, dirigida y concebida por Martin Haselböck. John Malkovich interpreta a Unterweger, convicto por asesino tornado en celebridad y criminal irredento.

Cito la reseña del Gothamist: “John Malkovich ahorca prostitutas con sus brasieres mientras los manifestantes cruzan el puente de Brooklyn”. Esta (no)ópera, un collage musical de Gluck, Vivaldi, Mozart, Beethoven y Haydn interpretado por de la Orquesta de Viena, es una antitragedia, un antidrama y también anticlimática. La interpretación de Malkovich es muy Malkovich, las dos sopranos y la orquesta de primera, pero la tesis subterránea repugna: el amor pasión descrito en las óperas citadas “explica” el ansia de muerte del asesino serial. La tesis es absurda, la interpretación no puede sustentarla.

Para terminar este pase rápido, otra dispar: En 2010, el Palacio Nacional de México (“edificio simbólico del poder político de nuestra nación”, dice su sitio virtual) abrió sus puertas y se tornó museo con la exposición México 200 años. La curaduría, la calidad de los objetos, la belleza del diseño de la exposición nos hicieron aplaudirla. Ahora el mismo museo exhibe Tesoros de los palacios reales de España que, aunque contiene objetos y piezas de arte extraordinarias, con la curaduría arrebata el Museo de las manos del pueblo y lo regresa al territorio de los palacios. Mal paso “simbólico”, pero igual vale la pena irse a asomar a ver armaduras, un lienzo de Velázquez y artesanías mexicanas también excepcionales.

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