8/01/2014

Miles de partos al año entre adolescentes en Nicaragua


   En su gran mayoría producto de violaciones: activistas

Nicaragua ocupa el primer lugar de embarazos en adolescentes en Centroamérica (CA), según el estudio sobre “Violencia y Salud”, realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).



El estudio indica que el 28 por ciento de mujeres entre 20 a 24 años de edad reportaron haber tenido un parto antes de los 18 años. Actualmente dos de cada 10 alumbramientos en los hospitales públicos corresponden a adolescentes y jóvenes menores de 18 años, según datos oficiales.

De 2009 a 2012 más de seis mil niñas y adolescentes egresaron de los hospitales públicos de Nicaragua con una niña o niño en brazos, lo que indica que al año más de mil 600 niñas están dando a luz, lo cual es una epidemia que el Estado y la sociedad no quieren ver, dijo Martha María Blandón, de la organización civil Ipas-Centroamérica.

Pero además la problemática se vuelve más grave cuando estos embarazos son reportados en los departamentos (provincias) del país con la mayor cantidad de violencia sexual contra niñas y adolescentes, advirtió Blandón.

Sólo en 2013, el monitoreo de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) reportó que 21 niñas denunciaron ante la policía haber presentado embarazos por violación sexual, pero la cantidad podría ser mayor si se toma en cuenta que no todas denuncian.

Los datos son alarmantes cuando el mismo Instituto de Medicina Legal, adscrito a la Corte Suprema de Justicia, da cuenta que del total de peritajes de violencia sexual por año, ocho de cada 10 corresponden a niñas y adolescentes, explicó Blandón.

El embarazo por violación es grave, pero el Estado y la sociedad nicaragüenses caracterizados por ser conservadores pretenden ocultar esta realidad en vez de buscar alternativas y prevenirla, dijo Leonel Argüello, presidente de la Sociedad Nicaragüense de Medicina General.

El Estado, a través de los ministerios de Salud (Minsa) y de Educación (Medc), realiza eventualmente acciones para revertir esta problemática, pero carece de una estrategia permanente para hacerle frente, observó Argüello.

Se requiere de una campaña permanente de salud de parte del Minsa y de educación del Medc para evitar este flagelo, dijo el médico.

El Estado ha sido poco beligerante, lo que hace el Minsa es ampliar las Casas Maternas en los municipios alejados de Managua, donde se da refugio a las adolescentes mientras dura su embarazo, pero una vez que salen con su bebé en brazos no hay seguimiento y no hay políticas públicas para atenderlas, criticó Martha María Blandón.

El embarazo de niñas y adolescentes afecta a las familias más pobres del país, como le ocurrió a Magaly, de 12 años, quien vende tortillas y fue violada por un hombre de 62 años en una comunidad del departamento de Carazo. Durante su embarazo ella fue discriminada por su comunidad y padeció dificultades económicas para su cuidado.

Aunque los padres de Magaly acusaron al violador en un largo proceso judicial, al final el agresor fue sentenciado a prisión domiciliaria tras aducir razones de salud y nunca se hizo responsable del hijo, según denunció Ernesto, padre de la niña.

Muchos casos parecidos al de Magaly fueron recopilados en la publicación “La maternidad impuesta por violación tiene rostro de niña en Nicaragua. 2014”, elaborado por Ipas-Centroamérica y el cual recoge evidencias sobre esta problemática, e invita a la acción tanto a las instituciones del Estado como a las organizaciones civiles y la población en general.


Por: Nelson Rodríguez, corresponsal
Cimacnoticias | Managua.-


 

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