Los niños, niñas y adolescentes migrantes que han recibido protección complementaria en México desde 2011 son sólo cuatro de los casi 150 que han entrado al país buscando protección y solicitando refugio.
Los niños, niñas y adolescentes migrantes que han recibido protección complementaria en México desde 2011 son sólo cuatro de los casi 150 que han entrado al país buscando protección y solicitando refugio, según los datos que el Estado Mexicano entregó al Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas en abril pasado.
La Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político
define esa protección como aquella que la Secretaría de Gobernación
otorga a un extranjero cuando no pueda devolverlo a otro país porque su
vida está amenazada o en peligro de ser sometido a tortura, penas
crueles, tratos inhumanos o degradantes.
La legislación también indica que debe
haber garantías de acceso efectivo a un sistema de protección y según
la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (Acnur) en México al menos el 20% de los menores
migrantes tienen intención de quedarse en el país para huir de la
violencia y la inseguridad de sus sitios de origen, por lo que son
candidatos a la protección.
“La respuesta actual del gobierno mexicano ante esta necesidad de protección internacional consiste, en la mayoría de los casos, en la detención de NNA (niños, niñas y adolescentes) por motivos migratorios. La Ley de Migración vigente, en su art. 52. V, refuerza la prohibición de la detención migratoria
y señala que mientras se resuelva su condición como refugiado se les
debe autorizar su estancia por razones humanitarias. Sin embargo, esta disposición no se cumple”,
se lee en el reporte “Niñez y migración en Centro y Norte América:
causas, políticas, prácticas y desafíos” que Acnur y el Center for
Gender & Refugee Studies publicaron en febrero pasado.
Las
estadísticas del Estado mexicano muestran que en 2014 se dio protección
complementaria a dos menores de entre 5 y 11 años originarios de
Honduras. Mientras que los registros de niños, niñas y adolescentes de
El Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua y Venezuela se quedaron en
ceros.
Niños, niñas y adolescentes con protección complementaria
2014
NACIONALIDAD | EDAD | TOTAL | ||
0-4 | 5-11 | 12-17 | ||
El Salvador | 0 | 0 | 0 | 0 |
Guatemala | 0 | 0 | 0 | 0 |
Haiti | 0 | 0 | 0 | 0 |
Honduras | 0 | 2 | 0 | 2 |
Nicaragua | 0 | 0 | 0 | 0 |
Venezuela | 0 | 0 | 0 | 0 |
2013
NACIONALIDAD | EDAD | TOTAL | ||
0-4 | 5-11 | 12-17 | ||
Total general | 0 | 0 | 0 | 0 |
2012
NACIONALIDAD | EDAD | TOTAL | ||
0-4 | 5-11 | 12-17 | ||
El Salvador | 0 | 0 | 1 | 1 |
2011
NACIONALIDAD | EDAD | TOTAL | ||
0-4 | 5-11 | 12-17 | ||
Guatemala | 0 | 0 | 2 | 2 |
La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) es la encargada de garantizar la protección, en particular cuando se trata de menores, según la legislación vigente.
El Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova denuncia que además de que en México se detiene a los menores que buscan protección, la Comar resuelve los casos con tanta lentitud que se agrava la situación de los niños o niñas que optan por desistir de su solicitud de protección.
A ello se suma que corresponde a los funcionarios del Instituto Nacional de Migración informar a los menores sobre sus derechos a protección y a solicitar refugio e incluso identificar en qué casos existen necesidades de protección; lo cuál, no ocurre.
“El número de negativas es alto y se debe a los análisis tan pobres que se realizan de los casos,
por falta de conocimiento del contexto centroamericano. Tampoco ayuda
en absoluto la existencia de la detención durante el proceso y, en
general, la sensación de desprotección e indiferencia hacia su
situación que genera en las personas solicitantes la política de
refugio actual del gobierno mexicano”, según el Centro.
Huir de la violencia
Las principales necesidades de protección internacional en niños, niñas y adolescentes que huyen de países en Centroamérica surgen a raíz de la violencia de criminales armados organizados
y de violencia en los hogares, según las conclusiones del informe
“Niños en Fuga” que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados publicó en marzo de 2014.
En el caso
específico de México, en 2010 el flujo de migrantes menores presentados
ante el Instituto Nacional de Migración fue de 4,043 niños y niñas.
Cuatro años después, esa cifra aumentó a 23 mil 96, es decir creció
470%, según cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría
de Gobernación.
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