8/13/2015

Reclaman industriales a Peña Nieto apoyo contra incertidumbre económica


Peña presenta programa de fomento gastronómico. Foto: Germán Canseco
Peña presenta programa de fomento gastronómico.
Foto: Germán Canseco
MÉXICO, D.F. (apro).- Si el gobierno de Enrique Peña Nieto no toma medidas para estimular la producción, el pronóstico del crecimiento económico planteado por la Secretaría de Hacienda podría caer a 2% este años, alertó la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin).
En rueda de prensa, organizada en sus instalaciones, el organismo presidido por Manuel Herrera dibujó el siguiente escenario en caso de que el gobierno federal no tome cartas en el asunto:
“Si mantenemos las cosas como están y nos dejamos llevar por la inercia, estimamos que la economía mexicana crecerá 2% y generaría alrededor de 640 mil empleos formales. Por su parte, el sector industrial cerraría el año con un crecimiento de 1.2% y cerca de 375 mil nuevos puestos de trabajo”, alertaron los empresarios.
Es decir, el Producto Interno Bruto (PIB) no llegará a la meta planteada por la Secretaría de Hacienda (SHCP), que es de 2.2 a 3.2%, mucho menos se creará el millón de empleos anuales necesarios para satisfacer la demanda laboral, de acuerdo con los especialistas.
Demandas difíciles de cumplir
La Concamin pidió al gobierno federal una serie de medidas después de que en el primer semestre la producción industrial avanzó apenas 1%, cifra inferior al 1.5% reportado en la primera mitad de 2014.
Entre ellas se encuentran adelantar las compras de gobierno programadas para el último trimestre de este año, evitar subejercicios en el presupuesto de adquisiciones e inversión, definir y difundir la agenda de obras de infraestructura federales y estatales programadas para la segunda mitad de 2015 y el primer semestre de 2016.
Además, pidieron evitar recortes al gasto de inversión física del gobierno federal, impulsar la implementación del Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018 para activar al sector construcción y sus encadenamientos productivos, así como dar prioridad a los proveedores de bienes y prestadores de servicios nacionales en las compras públicas de las dependencias federales y los gobiernos locales
No sólo eso, también reclamaron incentivos fiscales a la inversión productiva en la presentación del paquete económico 2016.
Sin embargo, esa situación que se ve complicada a más de un año de que el gobierno implementó la reforma hacendaria, que dejó inconforme a la cúpula empresarial y después de que la SHCP decidió dar marcha atrás a proyectos de infraestructura como la construcción e trenes ante la caída de los ingresos petroleros.
No obstante, la Concamin confió en que, “de aplicarse estas medidas, el sector industrial puede cerrar el año con un crecimiento en su producción de 1.8% y creando alrededor de 388 mil puestos de trabajo.
“Esa cifra equivale a más de la mitad de los 665 mil empleos estimados para este año en el sector formal. Por su parte, la economía mexicana arribaría al cierre de 2015 con un avance de 2.4% en el PIB”.
Gris escenario
Pero el escenario real es el siguiente: el efecto de la depreciación de la moneda ya tiene consecuencias en la planta productiva; hay mayor cautela del consumidor mexicano, aparte de que hubo un recorte al presupuesto gubernamental.
En el lado externo persisten los focos de tensión económica a escala mundial; la incertidumbre y volatilidad de los mercados financieros; el impacto de la devaluación del yuan chino sobre la competencia con los productos mexicanos en el mercado estadunidense, y la lentitud que exhibe la actividad industrial en Estados Unidos, cuyo ciclo anticipa un avance cada vez más lento.
En este contexto, Manuel Herrena recordó que “en lo que va del año nuestra moneda ha perdido casi 11% de su valor respecto del dólar, y en los últimos doce meses acumula una depreciación de 25%”.
Un ajuste de esta magnitud en una variable clave para la operación de nuestra economía, dijo, “inevitablemente presiona los costos de las empresas que dependen de la importación de productos, materias primas o insumos”.
Sin embargo, el empresario reconoció que el descenso en el precio de los energéticos; los descuentos acordados con proveedores extranjeros; la reducción de costos internos, y el sacrificio de una parte de las utilidades, entre otras opciones, han permitido compensar parcialmente el encarecimiento de las importaciones y evitar su traslado a los precios finales.
Eso sí, de persistir la incertidumbre y la volatilidad de los mercados, la depreciación del peso ya no podrá ser contenida por las empresas y pasará a los productos adquiridos por el consumidor, encareciendo la vida de los mexicanos.

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