6/30/2016

Los periodistas pal café. . . .




Cuarenta segundos difíciles. Eran los Tres Amigos en su Cumbre, en la toma de la fotografía oficial de esa asimétrica reunión de líderes de Norteamérica. Sonrientes habían llegado y sonrientes se retirarían. Al segundo 27, según el video puesto en la página de la Presidencia de la República (https://goo.gl/AmjRS3), Barak Obama y Justin Trudeau amablemente encaminaban a Enrique Peña Nieto para que fuera el primero en bajar de la tarima donde se habían hecho retratar. Duelo de manos y brazos, primero para un entreveramiento identificable como saludos y luego para ceder el paso al mexicano que agradecido aceptaba la deferencia y con un pequeño brinco bajaba de la plataforma. Pero ya Obama se había quedado prendado de algún detalle de la arquitectura y los detalles que les habían servido de fondo fotográfico y sin más llamaba la atención de Trudeau para que juntos se quedaran arriba, platicando, mientras Peña regresaba con el mismo acomedimiento al foro vigente (en el video se escuchan algunas risas discretas) donde los Dos Amigos seguían entretenidos en su plática bilateral, con el mexicano a un lado al que Trudeau daba la espalda y al cual en cierto momento Peña volteó a ver hacia la cara desde la asimetría física, totalmente descolocado, desatendido.
Ya al final hay algún comentario del ocupante de Los Pinos que así se reincorpora de manera efímera al primer plano, antes de emprender la retirada verdadera. Detalle menor serían estas desdichas del monolingüismo, pasatiempo anecdótico sin mayor trascendencia, si no revoloteara la impresión de que dos altos personajes llegaron a acuerdos en circunstancias parejeras con la participación en segundo plano de un invitado menor. La descortesía que se advierte en los detalles videograbados, con los jefes de las naciones dominantes en el subcontinente norteamericano desentendidos de su acompañante de menor peso económico y político (además de los sabidos problemas que en su país enfrenta, por estos días los magisteriales y su saldo sangriento), parecerían ser una involuntaria demostración del poco peso del mexicano o, más precisamente, de México, en el proceso completo de la cumbre.
En lo que sí hubo coincidencia de intereses fue en cuanto al riesgo de populismos y algo más en futuros comicios del subcontinente. Sin mencionar a Donald Trump, el presidente estadunidense criticó a políticos que van más allá de lo populista, pues se caracterizan por la xenofobia y por el cinismo. El mexicano aprovechó para señalar que en el pasado se han vivido graves consecuencias por la aceptación de liderazgos como los de Hitler y Mussolini, que provocaron devastación y una tragedia en la historia de la humanidad del siglo pasado.
Mientras tanto, Miguel Ángel Osorio Chong va dejando en claro que el presunto diálogo de Bucareli ha sido plan con maña, una jugada básica para aparentar que se cumplen ciertas peticiones del movimiento popular y magisterial (MoPoMa), aunque sólo sea la de instalar mesas para pláticas sin resultados y, a partir de esa demostración de apertura y buena voluntad, dar por justificadas acciones represivas como las sucedidas en Nochixtlán. La virtual suspensión del diálogo en la SG (no hay fecha para la siguiente reunión) ha sido acompañada de una acendrada campaña mediática de descalificación del mencionado movimiento, con algunos conductores de programas electrónicos en abierta exhortación al uso de la fuerza y la mano dura, con la coartada de una inusual preocupación del gobierno federal por el desabasto de mercancías y gasolina que estarían provocando los bloqueos carreteros.
Por un lado, José Antonio Meade, el secretario de desarrollo social y electoral, se ha colocado el manto de una vocación benefactora no vista en otros lugares, dispuesto a trazar sacrificadas estrategias aéreas para llevar alimentos y productos básicos a pobladores que así aparecen dibujados como una especie de damnificados de guerra. Por otra parte, el secretario de la gobernación sin fugas, Osorio Chong, asegura a directivos empresariales que en unos días se actuará para poner orden en Oaxaca y en carruseles de declaraciones a radio y televisión ha dicho al serles recordados los fantasmas de la represión de 1968 en Tlatelolco, que sí hay ese fantasma. Bueno, pues ese fantasma hay que eliminarlo a partir de ejercer lo que es nuestra responsabilidad, de trabajar para regresar a la tranquilidad y cuidar que los protocolos cuando se realicen, se realicen como deben de ser. Entonces, para quitar esos fantasmas hay que actuar como se debe de hacer, con protocolos, con observadores, sin armas, y por supuesto con el mandato de la ley y regresar al estado de derecho que nos están exigiendo.
Astillas
El grupo de los 400 pueblos, utilizado con frecuencia por políticos en el poder para enderezar campañas y agresiones contra objetivos selectos, arremetió ayer con piedras, palos y ladrillos contra el vehículo en que, luego de ser seguidos por esos manifestantes, habían subido el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, y los panistas visitantes Ricardo Anaya (dirigente nacional del partido de blanco y azul) y Santiago Creel. Obviamente, estos hechos agregan veneno a los posicionamientos de guerra que sostienen Yunes Linares y el mandatario saliente, Javier Duarte de Ochoa.
Habrá periodo extraordinario de sesiones del Congreso federal para desahogar los pendientes de la descafeinada ley 3 de 3 (exentos los empresarios de rendir cuentas, gracias a Los Pinos) y otras bagatelas de presunta lucha contra la corrupción.
En caso de confirmarse que Alejandra Barrales, actual secretaria de Educación del gobierno capitalino, será la presidenta del PRD en sustitución de Agustín Basave, el sol azteca habrá adelantado la virtual elección de su candidato presidencial que, así, sería desde ahora Miguel Ángel Mancera.
Y, mientras siguen las alzas en las gasolinas, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx



Foto
Posiblemente hoy anunciará el Banco de México un aumento en la tasa de interés –subiría a 4 por ciento– en otro intento de detener la fuga de capitales. Quizá pagándoles más a los especuladores que sigan comprando Cetes, de tal suerte que el gobierno cuente con recursos para renovar los Cetes vencidos, con su respectivo interés, y así. El dólar se ha disparado a más de 19 pesos y tira hacia 20. Bancos importantes hacen severos recortes de personal. Tenemos gasolinazo mañana, y cada día le resulta más difícil a Inegi manipular las cifras de la inflación. En un panorama tal, los funcionarios y los políticos deberían sentirse obligados a controlar sus gastos un tantito. Ese no es el caso, desde luego, de Lorenzo Córdova, el presidente del Instituto Nacional Electoral. Como lo ha venido denunciando esta sección desde varios meses atrás, nada frena el negocio de levantar un complejo de mil 100 millones de pesos que será la nueva sede del instituto. (Sin obras no hay sobras: Hank). Algunos lo llaman INElandia, pero aquí, desde un principio, fue bautizada como el Palacio de la Corrupción. El costo del complejo arquitectónico, dotado con deleitosas sofisticaciones de jeque árabe, sólo es parte del presupuesto para este año: 15 mil 473 millones de pesos.
Y el aeropuerto
Otra obra que debería replantearse es la del nuevo aeropuerto. Su costo aproximado originalmente se calculó en 169 mil millones de pesos aunque posiblemente la devaluación ya rebasó el presupuesto, pues numerosos materiales –sobre todo los electrónicos– son de importación. Está financiado parcialmente con recursos gubernamentales. Sin embargo, continúa la obra como si nada estuviera sucediendo, ya terminaron la barda. Por otro lado, la codicia por los terrenos que dejará vacantes el actual campo aéreo ha desatado una pugna entre el secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza, y el secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México, Salomón Chertorivski. Ya le dieron su apachurrón. Ni sueñe que va a meter las manos.
Vuelven a circular la 0 y la 00
Hoy es el último día del Hoy no circula modificado. Lo bueno: regresamos al esquema anterior en el que los vehículos con holograma 0 y 00 pueden circular todos los días. Lo malo: la nueva norma ambiental va a resultar dolorosa para millares de automovilistas. Por ejemplo, no podrán circular en la capital los que han emplacado sus vehículos en estados que no tengan un sistema de verificación homologado con el de la Ciudad de México. A partir de mañana y por los siguientes seis meses (prorrogables) entrará en vigor la nueva norma. ¿Cuál es la principal novedad? Los conductores de la Ciudad de México y los cinco estados pertenecientes a la megalópolis –Hidalgo, Morelos, Puebla, Tlaxcala y estado de México– deberán someterse al sistema de verificación vehicular OBD (On Board Diagnostic). Será aplicable a los modelos de 2006 a la fecha, por ser los que cuentan con el mecanismo. Modelos anteriores verificarán a través del dinamómetro. De los 5.4 millones de vehículos que circulan en el Valle de México, 450 mil son engomado uno y alrededor de 120 mil tienen la dos. No hay que perder de vista que el cambio tiene como fin que mejore el aire; sin embargo, no toca otros temas como el crecimiento sin control de la mancha urbana por las corruptelas en la expedición de permisos de construcción



Aún se escuchan los cánticos de aquel septiembre de 2014, cuando el afamado ministro del (d) año Luis Videgaray públicamente enterraba, gracias a la reforma energética, la política de los gasolinazos y anunciaba que a partir de 2015 ya no habrá incrementos mensuales al precio de la gasolina.
Y en octubre de 2015 la misma eminencia (quien a principios de ese año aplicó un gasolinazo más, para todo el año, según dijo) detalló que en 2016 el precio de las gasolinas se liberará, por lo que el valor máximo y mínimo estará sujeto a la inflación y a la fluctuación de la banda establecida, así como al precio de referencia con el que se vende la gasolina en la costa del Golfo de Estados Unidos.
La cereza la puso el inquilino de Los Pinos, quien en febrero pasado decidió adelantar la apertura del mercado nacional de combustibles (originalmente prevista para 2017), con el fin de ofrecer mejores precios a los consumidores mexicanos.
Se acabaron, pues, pero ¡sorpresa!: ayer la Secretaría de Hacienda informó que en julio (léase a partir de mañana) el precio por litro de gasolina Magna aumentará a 13.40 y el de la Premium a 14.37 pesos, es decir, un incremento de 24 y 34 centavos, respectivamente, o si se prefiere 1.82 y 2.42 por ciento, en cada caso.
Lo anterior, sin olvidar que a principios del presente mes el litro de Premium se vendió ocho centavos por arriba con respecto a mayo pasado, y que a lo largo de 2016 el precio de ese combustible se ha incrementado 2.8 por ciento y el de la gasolina Magna poco menos de 2 por ciento. El único que no registra cambios es el del diésel, que se vende a 13.77 por ciento desde el pasado primero de enero.
Cuando arrancó (es un decir) el gobierno peñanietista –primero de diciembre de 2012– el litro de gasolina Magna se vendía a 10.81 pesos y el de Premium a 11.37. A estas alturas, 46 meses después, los precios son de 13.40 y 14.37 pesos, respectivamente, es decir, un incremento de 24 y 26.4 por ciento, en cada caso. En el mismo periodo el precio petrolero se desplomó alrededor de 60 por ciento y la inflación acumulada fue de 10.75 por ciento.
Decía el ministro que en 2016 los precios de los combustibles estarían sujetos a la inflación, pero de acuerdo con el Inegi en los primeros cinco meses del presente año dicho indicador se incrementó (aunque usted no lo crea) 0.2 por ciento (pregúntele a su bolsillo si coindice con la versión oficial). Y en este sentido oficialmente y durante varios meses Videgaray, junto con el inquilino de Los Pinos y el gobernador del Banco de México, celebró la inflación más baja de la historia (EPN dixit), pero mal que bien los precios de los combustibles se mantienen al alza, especialmente con el riflazo de julio.
El primero de enero del presente año el litro de gasolina Magna se vendió a 13.16, 41 centavos menos que al cierre de 2015; el de Premium a 13.98 pesos, 40 centavos menos; y el de diésel a 13.77 pesos, 43 centavos menos. Esa fue la buena noticia y, por lo visto, la única.
En febrero el precio de la Premium bajó 3 centavos, y los de Magna y diésel no se movieron. En marzo no hubo cambios, en abril subió 2 centavos la Premium, sin otras modificaciones, y en mayo la Premium se vendió dos centavos por debajo del mes previo.
En junio comenzó el tiroteo: el litro de Premium se vendió ocho centavos por arriba de mayo, y en julio llegó el destape con aumentos de 24 y 34 centavos en Magna y Premium, respectivamente. Lo mejor del caso es que el ministro ofreció proteger al consumidor de fluctuaciones abruptas que pudieran existir en el precio de la gasolina.
Pero además de la inflación el secretario de Hacienda dijo que estaría atento al precio de referencia con el que se vende la gasolina en la costa estadunidense. Pues bien, a estas alturas tal precio se mantiene cerca de 10 por ciento inferior con respecto del que se aplica en México.
Cierto es que en enero pasado el diferencial de precios entre Estados Unidos y México fue cercano a 25 por ciento –en detrimento de los consumidores mexicanos– y que ahora el margen se redujo a 10 por ciento –ídem–, pero a finales del presente mes comenzó a ampliarse de nueva cuenta (menor allá, mayor aquí).
No habría, pues, justificación (salvo la fiscal, en el caso mexicano) para aumentar el precio interno de las gasolinas en una proporción tan drástica como la autorizada para julio (1.82 por ciento para la Magna y 2.42 por ciento para la Premium), la cual prácticamente equivale a un gasolinazo anual en una sola entrega.




En el contexto de la Cumbre de Líderes de América del Norte que tuvo lugar ayer en Ottawa, Canadá, el primer ministro del país anfitrión, Justin Trudeau, y los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y de Estados Unidos, Barack Obama, coincidieron en destacar la necesidad de profundizar la relación económica trilateral y aumentar las facilidades para el comercio entre las naciones que desde 1994 integran el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Urge resolver las demandas de docentes, señala
Los profesores en lucha han logrado, con su palabra verdadera, convencer a miles de padres de familia, indígenas, sindicatos y organizaciones populares de que la falsa reforma educativa, convertida en ley a espaldas del pueblo, es una reforma laboral para quitarles sus derechos y privatizar la educación pública. Y, como dice Adolfo Gilly, destruir a la nación mexicana.

Desde mediados de la década de los 80 del siglo anterior, los gobiernos de Margaret Thatcher, en Inglaterra, y de Ronald Reagan, en Estados Unidos, iniciaron un proyecto global para internacionalizar la economía y abrir nuevas oportunidades de mercados a las grandes corporaciones multinacionales. Para ello, desarrollaron una serie de estrategias tendente a eliminar los obstáculos a esa renovada expansión de la economía y del comercio, al mismo tiempo que se dedicaron durante sus administraciones a eliminar todos los obstáculos para alcanzar dichos objetivos, ya fuera en el campo laboral, jurídico, político, diplomático, educativo, prácticamente en todas las áreas, como no se había visto antes.

El fin de semana pasado se desencadenaron en Europa poderosas turbulencias que todavía no han desaparecido. La victoria referendaria del movimiento antieuropeo en Gran Bretaña y el triunfo del Partido Popular en España desmintieron las expectativas hasta de sus promotores. Incluso es probable que se intensifiquen en el corto plazo porque, como bien quedó demostrado, en la voluntad popular no hay nada escrito. El rostro pálido y demudado del primer ministro inglés, David Cameron, era sólo comparable con el de Pablo Iglesias, el joven líder del partido Podemos, que en poquísimo tiempo ha conquistado un amplio espacio en el régimen español, y que se ha propuesto sustituir al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en su calidad de fuerza hegemónica de la izquierda de esa nación.

Lo que me queda más claro de las pasadas elecciones generales en España es que si el PSOE y Unidos-Podemos hubieran ido juntos, el derechista Partido Popular habría perdido. El dirigente del PSOE dijo en su discurso poselectoral que dicha coalición no pudo hacerse por la intransigencia del dirigente de Podemos, Pablo Iglesias. Algo hay de cierto en esa inculpación.

La corrupción se gestó en los debates mismos de la asamblea constituyente de 1916-1917. Como si el Poder Ejecutivo no fuera el más propenso a generar actos de corrupción, al presidente de la República se le blindó en el ámbito de su responsabilidad. El artículo 103 de la Constitución de 1857 fue mutilado. Este artículo establecía la posibilidad de que tal funcionario pudiera ser acusado por delitos de traición a la patria, violación expresa de la Constitución, ataque a la libertad electoral y otros delitos graves del orden común.

Me temo que las secuelas del Brexit –la salida británica de la UE– serán tema de varias entregas sucesivas. Promesas y amenazas, entretejidas con engaños y mentiras, fueron los componentes dominantes de las campañas que culminaron en el referendo de hace una semana. Ningún resultado construido sobre tales bases puede asumirse como paradigma de legitimidad. El lamentable desenlace trajo consigo, primero y de inmediato, manifestaciones de odio e intolerancia: días antes de la consulta, una parlamentaria laborista había sido asesinada por un fanático que voceó consignas similares a los eslogans de los brexiteers. Dos días después, fue vandalizado un centro cultural polaco en Londres. Siguió una oleada de agresiones xenofóbas en diversas localidades, que fue tema de preocupación en el Consejo Europeo. Segundo, privaron las contradicciones y la confusión: en la primera semana, tanto en Bruselas como en Londres y otras capitales europeas ningún líder político logró marcar con nitidez el rumbo a seguir. En la cumbre del 28 y 29 de junio se aceptó con renuencia la idea británica de poner la casa en orden –con un nuevo jefe de gobierno, quizá la ministra del Interior, Theresa May, o una elección general– antes de iniciar el proceso formal de retiro, mediante la notificación prevista en el artículo 50 del Tratado de Lisboa. Los 27 no están dispuestos a esperar mucho. Finalmente, hubo intentos de rectificación o cambio de rumbo: a pesar de que en la campaña se aseguró que el retiro sería pronto e irreversible, en cuanto se tuvo el resultado se exploraron otras opciones o se intentó ganar tiempo. En suma, nadie puede sentirse orgulloso de este episodio de la democracia del Reino Unido. Con él, todos –británicos, europeos y los demás– perdimos algo. Europa, con todas sus falencias, escribió Roger Cohen en el New York Times, 27 de junio, fue el sueño de mi generación. La Unión Europea fue una entidad, un organismo sin sangre, que, sin embargo, poseía un corazón palpitante.

La decisión de los ciudadanos británicos de abandonar la Unión Europea (UE) provocará cambios importantes en la economía global. Entre las explicaciones que se han ofrecido destaca que los trabajadores británicos asumieron que si su decisión iba a provocar pérdidas económicas éstas serían de los ricos y, particularmente, de los banqueros. Esta razón, seguramente relevante, pudiera trasladarse a la próxima elección en Estados Unidos, donde algunos sectores señalan que Clinton es la candidata de Wall Street, así como a la elección francesa luego de la reforma laboral de Hollande. En el fondo de esta consideración está la enorme concentración del ingreso que se ha generado desde la aplicación de las reformas de mercado.

Millones de cubanos dedican horas de su tiempo a la discusión y enriquecimiento de dos documentos de cardinal importancia para el futuro del país aprobados preliminarmente en abril pasado por el séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC).

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