2/25/2017

Dominicana: Mujeres rurales protestan y exigen visibilización a sus problemas


Mercedes Alonso
Santo Domingo, 23 feb. 17. AmecoPress/SEMlac.- Mientras el Banco BHD León en Dominicana promueve hasta el próximo 28 de febrero una propaganda para premiar "a esa mujer que cambia el mundo", en centenares de barrios y bateyes las amas de casa y potenciales cabezas del hogar despliegan inenarrables acciones y multiplican "panes y peces" para dar de comer a sus hijos e hijas, según destaca Listín Diario bajo un titular que afirma: "La pobreza sigue teniendo rostro de mujer".
El periodista Benny Rodríguez, de ese medio informativo, se refiere en el texto a la entrevista concedida por Sarah Julia Jorge, directora ejecutiva de Mujeres en Desarrollo Dominicana (MUDE), a un espacio radial en Barahona, provincia ubicada en el sur profundo del territorio nacional.
Julia Jorge aseguró entonces lo que sigue siendo una realidad latente: "La pobreza en la República Dominicana continúa con rostro de mujer, por lo que es necesario que se adopten políticas claras y pertinentes para impactar positivamente a este segmento de la población".
Pese a que se han producido algunas señales de progreso en términos de igualdad de género, la discriminación femenina en relación con el acceso al empleo y el tipo de ocupación evidencian un incumplimiento de las normas para su protección.
Se plantea que durante los últimos 15 años ha existido una gran brecha entre hombres y mujeres con respecto a oportunidades de trabajo y calidad del empleo, según un informe de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).
En la República Dominicana, el desempleo oscila alrededor del 14,9 por ciento, los hombres marcan aproximadamente un ocho por ciento; mientras que las mujeres alcanzan más del 24. Datos del Banco Central (BC) establecen que el desempleo en el sector femenino es tres veces mayor que en los varones.
Es significativo que en la zona suroeste MUDE se enfoca en las áreas de capacitación en derechos humanos y calidad educativa con equidad de género y desarrollo económico.
Los pequeños emprendimientos, la salud y el apoyo financiero a la pequeña y la mediana empresa están entre sus principales esfuerzos. Sarah Jorge enfatiza que esta labor implica el empleo de "fondos provenientes de la cooperación internacional y contrapartida del gobierno nacional y programas impulsados por la responsabilidad social corporativa"; pero propone una mayor presencia del empresariado, ya sea local, regional, o nacional que contribuya a una mejor incidencia en la zona.
La dirigente femenina habla con particular ímpetu del proyecto que llevan a cabo en las provincias más pobres del país, como Barahona, San Juan de la Maguana, Bahoruco e Independencia, donde se promueven la artesanía, fabricación de dulces, salones de belleza, y la rehabilitación de pequeñas plantaciones de plátano en algunas zonas.

Insuficiente

El viernes 17 de febrero, decenas de mujeres residentes en distintos parajes de Valle Nuevo, provincia Constanza, en el centro de la nación, marcharon vestidas de negro en demanda de que el presidente Danilo Medina tome en sus manos el problema que afecta a la producción agrícola, "que les impide cultivar las tierras, a raíz de la Resolución 14-2016 del Ministerio de Medio Ambiente, que entró en vigor el pasado 29 de enero", tal y como dio a conocer Listín Diario.
Las manifestantes enarbolaron pancartas alusivas al problema que enfrentan en unas siete comunidades, cuyas tierras no pueden ser cultivadas porque "Medio Ambiente ha desmantelado las infraestructuras de riego".
Denunciaron, además, que el asentamiento militar en sus comunidades ha impedido las siembras, pues no se les permite ingresar "semillas, fertilizantes, instrumentos de labranza y otros elementos relacionados con las labores agrícolas".
A las voces de las protestantes se sumaron los sacerdotes Rogelio Cruz y Pedro Bautista, quienes expusieron que "la lucha continuará a diferentes niveles porque, a su juicio, el Gobierno se ha hecho de la vista gorda ante el drama que viven los agricultores y sus familias". Declararon que la próxima actividad se realizará frente al Palacio Nacional.
Una de las mujeres, Ramona Aybar, alegó indignada durante la caminata: "Yo tengo tres hijos en la universidad, han tenido que parar sus estudios (…), yo le pregunto al Gobierno, qué va a hacer con tantos niños si sus padres no pueden trabajar para mantenerlos", dijo.

Mercado laboral

El artículo 63 de la Constitución dominicana establece el derecho a una "educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades".
La Estrategia Nacional de Desarrollo (END 2010-2030) establece la integración del enfoque de género como eje transversal en toda política pública y argumenta en uno de sus párrafos: "No obstante, el tipo de trabajo que realizan la mujer y el hombre, la suma de los salarios percibidos y las posibilidades de ascenso en el mercado laboral implican diferencias y demuestra cómo, a pesar de la superioridad respecto a la formación universitaria, técnica y/o de años de escolaridad con relación al hombre, las condiciones para la mujer son discriminatorias y no se toma en cuenta su capacidad productiva."
Prosigue el contenido que "las relaciones entre los géneros masculino y femenino en las zonas rurales se establecían bajo un estricto código de características y roles de género que sustentaban la división tradicional del trabajo. En este sentido, las tareas domésticas, incluyendo el trabajo agrícola y la pecuaria de subsistencia, estaba a cargo de las mujeres; los hombres, por su parte, se van insertando en la proletarización de las labores agrícolas".
Pero aclara el documento que "la crisis económica y las políticas de ajuste estructural aplicadas durante las décadas de los años ochenta y noventa, rompió el patrón de división social en la unidad familiar, donde la mujer tenía el rol de criar los hijos. El proceso se acicateó con la elevación del nivel educativo y las nuevas ideas sobre el rol de la mujer en el desarrollo; esto condujo a la incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo y la política".
No obstante, pese a que desempeñan un rol primordial en la economía de los hogares y representan en gran medida las principales garantes de su subsistencia, las mujeres en las zonas rurales son subvaloradas en las actividades productivas que ejecutan en condiciones de escasez de agua y múltiples anormalidades, en jornadas que duplican sus esfuerzos y, aun así, continúan invisibilizadas.
Foto: SEMlac.
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Internacional – Economía - Mujeres rurales – Empleo y género – Pobreza y género - Empoderamiento. 23 feb. 17. AmecoPress.

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