7/23/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada

Reforma de pensiones, un avance, pero queda corta
Habría un aumento para los jubilados
Pega la pandemia a Starbucks; cierra tiendas
Ventajas
Algunas de las ventajas que, según el proyecto, la reforma derivará a los trabajadores son estas, no en el presente, sino en un futuro que todavía no tiene fecha precisa: – Elevar la pensión en 40% de los trabajadores en promedio. Para los que percibían hasta un salario mínimo, el beneficio sería de 103%, y de 54% para los que ganan hasta cinco salarios mínimos – Reducción a 750 en las semanas de cotización para el derecho de una pensión garantizada (con un crecimiento gradual y posterior para alcanzar las mil semanas). – La aportación patronal se elevará de 5.15% a 13.87%. (Los dirigentes de los organismos cúpula no consultaron a los pequeños y medianos empresarios; habrá muchos que se resistan a pagar). – La aportación de los trabajadores no tendrá un incremento. – La aportación del Estado modificará su composición para beneficiar a los trabajadores de menores ingresos, pero sin incrementar su monto total.
Hace falta conocer más detalles. Por lo pronto, en estos días de pandemia, los trabajadores seguirán sin poder hacer retiros sustanciales de sus ahorros.
Starbucks, Domino’s Pizzas
El corporativo Alsea, operador de las franquicias Starbucks y Domino’s Pizzas, informó que durante el segundo trimestre del año registró pérdidas por 2 mil 578 millones de pesos en su utilidad neta a causa del impacto de la pandemia. Sus ventas cayeron 64 por ciento. Hizo reducción de gastos de operación por 3 mil 211 millones en el periodo, que afectó los ingresos de los trabajadores. De abril a junio operaron 4 mil 256 tiendas, 218 menos en comparación con el mismo periodo de un año antes.

INE: gradualismo y continuidad
Negociación de consejeros
Delgado: cortesías futuristas
Regresa el avión presidencial
A fin de cuentas terminaron fortalecidos el modelo de organización y gestión del Instituto Nacional Electoral (INE) en su versión tradicional; la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y los partidos y agrupaciones que impulsaron la campaña de defensa de ese INE y, en especial, el antiobradorismo partidista que en la Cámara de Diputados avanzó (con pretensiones de pedagogía nacional y con calendario intermedio 2021 y revocatorio 2022) en la demostración de que la arrolladora mayoría de Morena-AMLO y sus aliados, en 2018 y a la fecha, puede ser convertida en una fuerza ineficaz respecto a sí misma, necesitada de negociar y ceder para tratar de seguir avanzando.
Desde el diseño del Comité Técnico de Evaluación, sus integrantes y sus formulaciones para examinar a los aspirantes, hasta el cierre del ciclo que se realizó ayer en la Cámara de Diputados con una especie de fotografía de unidad entre partidos e intercambio de elogios entre éstos por sus presuntos logros democráticos, el proceso de designación de los cuatro consejeros, conducido por el ebrardista Mario Delgado, fue regido por un criterio que privilegió las capacidades burocráticas, de conocimientos jurídicos y experiencia de campo y de entendimiento de los entretelones del funcionamiento del INE y de sus versiones estatales, los Organismos Públicos Locales Electorales.
Es decir, se instauró un criterio de continuidad de lo que ha habido y hay, no de cambios profundos y mucho menos revulsión. No se buscaron, sino que se rechazaron, los perfiles fuertes para impulsar transformaciones a la medida de los tiempos que corren; quedan conocedores de lo interno (en lo federal y lo estatal) para que el INE siga corriendo sobre rieles mejor cuidados y atendidos.
Por ello es que los nombres de los cuatro nuevos consejeros, y sus historiales, son importantes, pero no definitorios. Véase: Carla Humphrey, con un historial vinculado al panismo, aunque ahora ha colaborado con Santiago Nieto Castillo, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera. Norma Irene de la Cruz Magaña, con experiencia como observadora electoral internacional y ex asesora del entonces senador Rutilio Escandón, ahora gobernador morenista de Chiapas. Uuc-Kib Espadas Ancona, con experiencia en el Partido de la Revolución Democrática, a cuyo nombre fue diputado federal y responsable electoral. Y Martín Faz Mora, consejero electoral en San Luis Potosí sin filiación partidista o grupal y reconocido por su integridad.
¿Cuál es el problema, entonces, para el morenismo y sus aliados, si tres de los nuevos consejeros tienen o han tenido relación con grupos o personalidades de la izquierda electoral y uno más, Faz Mora, es de corte progresista? El punto fino estriba en que la construcción de una alternativa eficaz de cambio en el INE ha quedado entrampada en los rejuegos partidistas y grupales, sin una visión de mayor aliento para esas transformaciones. El consenso de partidos, tan celebrado ayer, es una confesión de que los intereses de esas agrupaciones se sienten a salvo e incluso, como se pudo escuchar ayer, los partidos más repudiados en 2018 están retomando el discurso de civilidad, democracia y unidad por México.

Otra reforma pensionaria
Mejora, pero no resuelve
De tiempo atrás, el presidente López Obrador anunció que presentaría una reforma integral al sistema de pensiones, con el fin de atender la miserable situación de millones de jubilados y el perfil de quienes, en un futuro, estarían en tal situación, sin olvidar que a estas alturas sólo tres de cada 10 mexicanos en edad y condición de laborar tienen acceso a ese derecho.
Suficiente resultó el planteamiento del tabasqueño (durante su campaña electoral, si no falla mi memoria) para que los barones de las administradoras de fondos para el retiro (Afore) sudaran frío y se pusieran a temblar, porque intuían que la meta era estatizar el sistema nacional de pensiones; es decir, cancelar el lucrativo negocio (con el sello pinochetista) que 23 años atrás les armó Ernesto Zedillo durante su inquilinaje en Los Pinos (la gran solución social al México moderno de hoy, un sistema moderno, ágil, transparente y, sobre todo, justo, cacareaba este cínico personaje).
Pero AMLO no dio ese paso. Se limitó a intentar mejorar el perfil de las jubilaciones, por lo que de inmediato se escucharon las fanfarrias de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro, la Confederación Patronal de la República Mexicana, el Consejo Coordinador Empresarial y la Asociación de Bancos de (en) México, quienes, tras largos meses de sudoroso sufrimiento, ayer celebraron que su jugoso negocio –cada vez más concentrado– con dinero ajeno será intocado.
Sin duda, el modelo pensionario mexicano es una bomba de tiempo y el nuevo proyecto de reforma no la desactiva. En el mejor de los casos, retrasa el estallido. Por ejemplo, entre las mejoras que se proponen está la de incrementar la tasa de ahorro obligatorio, un aumento gradual para alcanzar la meta en un plazo no mayor a ocho años, y sería asumido por la parte privada, sin costo fiscal para el Estado, aunque de todos es conocido y padecido que una de las especialidades de la patronal es, precisamente, evadir esa responsabilidad legal (y muchas más, desde luego).
Pero bueno, de acuerdo con la información gubernamental, “las acciones (…) resultarán en un incremento promedio de 42 por ciento de la pensión que alcancen los trabajadores; esta reforma se construyó con el consenso de los tres sectores (trabajadores, patrones y Estado) a favor de un aumento significativo al monto económico que tendrán acceso los trabajadores. Las tres acciones principales son: el aumento en las aportaciones para el retiro; la disminución del requisito de número de semanas de cotización para alcanzar el derecho, y el incremento en el valor de la pensión mínima garantizada”.

Ya sin identidad, AN recrea engaño
El tiempo ha logrado disipar dudas. El triunfo del PAN al inicio del siglo en las elecciones presidenciales fue producto de la desesperación patológica de una sociedad lesionada por una forma de gobierno que supuso que bastaba con el cambio de partido para dar un vuelco al sistema que lo oprimía.
El error, como ahora se ve, lo sigue pagando el país con miseria, con muerte y corrupción, por citar algunos de los males que crecieron y se desarrollaron con el panismo, que ahora trata de significarse como la opción frente al estilo de gobierno que significa la Cuarta Transformación.
Pero esa opción era un engaño, el PAN y el PRI atendían, y atienden, a una sola forma de pensar, esa en la que el mercado gana y todos perdemos, así que por ningún motivo podrían haberse anunciado como la alternativa, pero lo hicieron porque lo suyo, lo de ellos, en verdad, es la patraña.
Y pese al fracaso que aún duele, y mucho, ahora atacan a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaun, con la cantaleta de la oposición que destruye, que falsea, que no propone, y cuando lo hace, traiciona, como ha sido la forma de hacer política de los azules cada vez más conocida, cada vez menos útil, pero siempre peligrosa para una sociedad a la que el ungüento de las redes sociales, antes que sanar, enferma.
El PAN ahora ha perdido, además, su identidad política; nadie podría decir que es un partido de derecha a secas, más bien los azules se han convertido en una organización apta para la transa y la impunidad, por eso, a fin de cuentas, olvida hasta su afán conservador si de ello depende un buen negocio.
En la Ciudad de México, que muchos tildan de ser una urbe más bien alejada de las ideas de izquierda, el PAN no logra triunfos porque sus habitantes tienen bien claro quiénes son y qué significan los azules. Fox y Calderón les impartieron una muy dura lección, que no han desperdiciado.
Los azules perdieron uno de sus bastiones en la elección pasada: la alcaldía de Miguel Hidalgo, y en los comicios que vienen podrían perder también Benito Juárez, y tan lo saben que han lanzado campañas contra la jefa de Gobierno desde las redes sociales, campañas pagadas, mentirosas, muy a su estilo.
Parecería que en términos reales los panistas ya no significan nada como posibilidad de ganar algo más de lo que tienen, pero la idea, la de ellos, que saben cuál es su realidad, no es otra que destruir lo que para la comunidad se ha logrado en este gobierno y recrear otra elección enferma, donde ellos se constituyan otra vez en el engaño que suponga alivio, mientras el mal avanza.
Esa película ya la vimos... y la vivimos.


Editorial
El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó ayer la propuesta de reforma al sistema de pensiones, cuyo texto es resultado del consenso entre el gobierno federal, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación de Trabajadores de México (CTM). En presencia de los dirigentes de estos organismos, del secretario de Hacienda y los presidentes de las juntas de Coordinación Política del Congreso, el mandatario resaltó que con el nuevo esquema aumentaría en 70 por ciento el monto percibido por quienes reciben la pensión mínima, al mismo tiempo que la masa de los pensionados pasaría de 34 a 82 por ciento de los trabajadores que llegan a la edad de retiro. Como reconoció el propio López Obrador, incluso con estas mejoras la cuantía de las pensiones que alcanzará la mayor parte de los trabajadores dista de ser la idónea, pero representa una solución inmediata en el terreno de lo posible.

Y los trabajadores ya pensionados, ¿cuándo?
El anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la reforma a la ley de pensiones hecho ayer no es un asunto menor. Es una excelente noticia para los trabajadores en activo, ya que tendrá repercusiones positivas en la jubilación de millones de personas que podrán disfrutar de un retiro honroso. Con esta medida, el régimen de la 4T derrumba otro mito neoliberal, según el cual hay que marginar a los trabajadores que dejan de estar activos y asumen su calidad de pensionados.

Hace poco más de 14 años ocurrió la tragedia de la mina de carbón en Pasta de Conchos, municipio de San Juan de Sabinas, Coahuila, donde 65 mineros perdieron la vida. Fue precisamente el 19 de febrero de 2006, a las 02:20 de la mañana, cuando ocurrió una terrible explosión que dejó atrapados a los trabajadores y sólo nueve, que estaban en la entrada, sobrevivieron, aunque con severas heridas y cicatrices que jamás se podrán borrar.
Asólo unos meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, hay diversas opiniones sobre cómo votará el importante electorado hispano. Una opinión controversial surgió entre los críticos mexicanos de la reciente visita de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a Washington DC. Entre otras cosas, alegaban que la visita del Presidente mexicano le generaría votos hispanos a Donald Trump, el candidato republicano. Sin embargo, hay varias razones por las cuales este argumento no resulta convincente.
Lejos de su principal oferta, la iniciativa de reforma pensionaria anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) el pasado 22 de julio no pagará mejores pensiones, pero sí conllevará mayores subsidios fiscales. No resuelve el desafío estructural del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), el sistema de capitalización individual, ni tampoco atiende a los trabajadores al servicio del Estado (apartado B), a los de las entidades federativas, universidades y municipios. Como iniciativa, al igual que la reforma neoliberal de Ernesto Zedillo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de 1995/7, sólo proyecta nuevamente el problema hacia el futuro: patea el bote.
Una crisis como ninguna otra fue la expresión que, en la actualización de verano de Perspectivas de la Economía Mundial, empleó el Fondo Monetario Internacional para caracterizar a la que a lo largo de la primera mitad de 2020 ha diezmado la actividad económica global a consecuencias de la pandemia de Covid-19 y de las acciones para combatirla. El esfuerzo multilateral más ambicioso para responder a esa contracción de la economía y contrarrestar sus consecuencias sociales ha sido el emprendido por la Unión Europea, que alcanzó una primera culminación en el fin de semana corrido del viernes 18 al martes 21, en una cumbre como ninguna otra.
El domingo 19 de julio Cuba reportó cero casos de Covid-19. Desde que se dieron a conocer las cifras iniciales de contagiados, el 11 de marzo, es la primera vez que la jornada cierra con un número tan grato, aunque la curva venía en caída libre desde finales de abril. Las autoridades han pedido no bajar la guardia y se mantienen la pesquisa activa, el cubrebocas obligatorio y la distancia social en los espacios públicos, pero hay un ambiente relajado en la calle, como de la luz al final del túnel.
En una interesante intervención, el titular de la SHCP, Arturo Herrera, expuso la situación fiscal de la hacienda pública mexicana en una reunión con Canacintra. Su idea central es que el gobierno federal no tiene ningún margen de maniobra. Para el gobierno, si se aprobaran estímulos fiscales, tendrían que financiarse con deuda, lo que aumentaría el pago de intereses en 2021. Consecuentemente, ante ingresos fijos, habría que reducir proyectos sociales por el monto en que se incrementó el pago de intereses. El punto crucial es que no pueden aumentar los ingresos tributarios.
La gran rebelión de masas chilena se anotó una victoria muy importante ayer. Hacía días que se esperaba lo que ya es un hecho: la aprobación en ambas cámaras del Congreso del derecho de los 11 millones de afiliados de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) a retirar por una sola vez 10 por ciento de lo cotizado, equivalente a unos 20 mil millones de dólares. Algunos argumentan que no es la solución más idónea para el drama social que viven esas personas, pero la mayoría lo ve como una ayuda económica muy importante. Más por venir en un momento en que el gobierno del presidente Sebastián Piñera ha hundido al país en una de las peores situaciones a escala internacional debido a su desastrosa gestión de la pandemia. También ha sido incapaz de adoptar planes sociales que signifiquen un verdadero apoyo a grandes sectores populares muy afectados económicamente por el encierro, pero que venían con grandes carencias desde antes, pues el coronavirus ha servido para agravar y mostrar en carne viva los daños ocasionados a las sociedades por las políticas neoliberales. Frente a la pandemia, el gobierno de Piñera únicamente buscaba salvar la cuota de ganancia de sus amigos en los grandes grupos económicos, pero ni eso ha logrado, dado el daño tan grande que la enfermedad está haciendo a la economía.

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