6/28/2009

El fraude en Irán, al estilo mexicano



LEONARDO BOIX


LONDRES, 26 de junio (apro).- Las elecciones presidenciales en Irán del pasado 12 de junio fueron fraudulentas y registraron irregularidades obvias, concluyó una investigación del influyente Chatham House de Londres y del Instituto de Estudios Iraníes de la Universidad de St. Andrews, en Escocia, ambas instituciones no gubernamentales. El informe destacó que los estudios preliminares sobre los comicios en Irán conducen a la presunción de que se cometieron graves irregularidades que dieron como vencedor al presidente conservador Mahmoud Ahmadinejad con 24 millones 515 mil 209 de votos, casi 70% del total.La investigación fue elaborada por el profesor Ali Ansari, miembro del Programa de Medio Oriente y África del Norte del Chatham House y autor del libro Irán, Islam y democracia: las políticas para lograr el cambio (2009), junto con los investigadores Daniel Berman y Thomas Rintoul, de la universidad escocesa.
Después analizar los resultados electorales de 2005 y 2009 en todas las provincias iraníes --emitidos por el Ministerio del Interior en su página de internet en farsi--, y cotejarlos con los datos del censo de 2006 publicado por el Centro de Estadísticas Iraníes, los expertos concluyeron que hubo un claro fraude electoral.Según el documento, en dos circunscripciones provinciales, en Mazandaran y en Yazd, la participación del voto fue de más del 100%, algo completamente incoherente en un país con graves deficiencias logísticas, de transporte y electorales."Si la victoria de Mahmoud Ahmadinejad se debió principalmente a un incremento en la participación del voto, uno debería esperar que los recuentos indiquen que las provincias con el mayor incremento del voto, también muestren el mayor swing (cambio de voto) de apoyo hacia Ahmadinejad. Y este no ha sido el caso", agregó el reporte.
Además, indicó que en un tercio de todas las provincias iraníes, los resultados oficiales de victoria sugerirían que Ahmadinejad recibió no sólo todos los votos conservadores, centristas y de los nuevos electores, sino también hasta 44% de los votos de reformistas, a pesar de una década de conflicto entre éstos últimos y el presidente iraní. "En 2005, como en 2001 y 1997, los candidatos conservadores, y Ahmadinejad en particular, fueron muy impopulares en las zonas rurales. Que en el campo siempre se vote por los conservadores es un mito. Decir que este año Ahmadinejad arrasó en más provincias rurales va en contra de estas tendencias", agregó.
El Chatham House indicó también que es "incoherente" la participación del 100% de los electores en mesas de votación ubicadas en zonas de muy difícil acceso por la falta de transporte público, especialmente en áreas rurales."Aunque es posible que un gran número de votantes haya ejercido su voto fuera de sus distritos locales (uno de cada 366 electores), la proporción de personas que votó fuera de su provincia es muy inferior, debido a que las 30 provincias son demasiado extensas para viajar entre ellas fácilmente", continuó. Otro de los factores que la investigación consideró de importancia y que elevó la sospecha de fraude, fue que las autoridades informaron que la participación de voto aumentó en promedio más de 75% en todas las provincias. "Este aumento de participación del voto es substancialmente menor que el voto ejercido en las provincias, que fue de sólo 23% desde 2005", subrayó.Los resultados de las elecciones en 2005 mostraron un "hueco" sustancial por la participación de voto, con siete provincias que registraron 60%, y diez más de 70%.
En 2009, sólo dos registraron menos de 70% de participación electoral, y 24 más de 80%. "La información sugiere que las variaciones regionales en participación de repente han desaparecido. Todas han registrado supuestamente un aumento enorme. Esto es altamente inusual. La falta de una relación directa entre provincias y votantes hace que la victoria de Ahmadinejad como consecuencia de un aumento de la participación del voto sea problemática", continuó el informe. Más aún, "existe preocupación por los números de votos en relación con los electores. En dos provincias, Mazandaran y Yazd, hubo más votos que el número de ciudadanos empadronados, y otras cuatro provincias registraron una participación del voto del 95%.
En un país donde las acusaciones del 'voto de muertos' --una práctica por la cual se utilizan los documentos de personas fallecidas para aumentar votos-- es generalizada y sigue vigente, este resultado no es inesperado", destacó. Según la investigación, asumiendo que Ahmadinejad retuvo todos los 11 millones 500 mil votos conservadores de las elecciones de 2005, los adicionales 13 millones de votos tuvieron que haber llegado de tres grupos: De los 10 millones 600 mil ciudadanos que no votaron en 2005, pero que decidieron votar en esta elección; de los 6 millones 200 mil ciudadanos que votaron por el centrista Rafjsanjani en 2005 o de los 10 millones 400 mil que votaron por candidatos reformistas en 2005.
El mito del voto ruralSegún el Chatham House, las cifras provistas por el gobierno no coinciden con los análisis estadísticos elaborados por partidos políticos y por expertos. Además, señaló, presentan anomalías serias. El organismo británico indicó que afirmar que Ahmadinejad ganó porque es muy popular en las zonas rurales --donde vive 30% de la población-- "es simplemente un mito"."La información de los datos electorales no justifica esta afirmación. De hecho, indica que Ahmadinejad ganó en 2005 por el apoyo que obtuvo principalmente de zonas urbanas y suburbanas. La gran parte de la población de zonas rurales está formada por minorías étnicas, como los lors, los baluch, los kurdos y árabes, entre otros. Estas minorías étnicas tienen una historia de voto reformista y de elegir a miembros de sus propios grupos étnicos", sostuvo el organismo.
En ese sentido, indicó que fueron un segmento importante del voto a Mohammad Khatami en 1997 y 2001, y votaron por Mehdi Karrubi y Mostafa Moin en 2005.La información electoral de 2009 "sugiere una inesperada modificación de las tendencias políticas en estas provincias rurales, que antes no habían apoyado a Ahmadinejad o a otro candidato conservador".Por ejemplo, indicó que en el este de Azerbaiján, Ahmadinejad obtuvo en las elecciones de 2009 un millón 130 mil votos, comparado con los 198 mil 416 votos en 2005; en Razavi Khorasan fue de 2 millones 210 mil votos en 2009 y sólo 377 mil 372 en 2005; y en Khuzestan fue de un millón 300 mil votos en 2009 y 232 mil 874 en 2005. Hizo notar que el candidato oficialista obtuvo un millón 780 mil votos en la región rural de Fars, contra sólo 242 mil 535 votos hace cuatro años.
Esos aumentos son "extremadamente exagerados" en cualquier elección de un país, "ya que no existe semejante cambio de actitud de voto en zonas donde el elector suele mantener su lealtad política". "Del mismo modo –añadió--, la información oficial sugiere que el voto para Mehdi Karrubi, quien era extremadamente popular en estas áreas de minorías étnicas, se colapsó. Y ello supuestamente ocurrió incluso en su propia provincia de Lorestan, donde su apoyo fue de 440 mil 247 votos (55,5%) en 2005 a sólo 44 mil 36 (4,6%) en 2009. Apuntó: "Esto se compara con la modificación del 50,9% del voto para Ahmadinejad, con datos oficiales que indican que el presidente iraní capturó el apoyo del 47.5% de aquellos que votaron por candidatos reformistas en 2005." De acuerdo con el Chatham House "esto es, más que cualquier otra cifra, muy improbable, y por ello ha sido objeto de tanto debate en Irán".
"El aumento del apoyo a Ahmadinejad entre los votantes rurales y de minorías étnicas no tiene correlación con tendencias previas, es extremadamente exagerado en escala, y además es central en cómo la credibilidad a la victoria de Ahmadinejad ha sido percibida dentro de Irán", concluyó.

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