Llaman intelectuales a fuerzas progresistas y de izquierda a apoyar el paro nacional
Afirman que el golpe contra electricistas creó una posibilidad de ruptura política sin precedente
Afirman que el golpe contra electricistas creó una posibilidad de ruptura política sin precedente
Escritores, cineastas, académicos e investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México que participan en el Grupo Sur hicieron un llamado a todos los sectores progresistas, populares y de izquierda a empeñar todos los esfuerzos de unidad para respaldar el paro nacional del próximo día 11, convocado por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), pues se requieren medidas contundentes y de alcance nacional para detener la ofensiva del gobierno contra los trabajadores y las organizaciones gremiales.
Es necesario “generar una convergencia amplia de los oposiciones, las resistencias y las disidencias –políticas, regionales, sectoriales y de clase– en torno a los electricistas. En este momento y por encima de diferencias ideológicas o programáticas todos los segmentos que se definen como de izquierda y progresistas tienen el deber de incorporarse a la lucha por la defensa de Luz y Fuerza y el SME, subrayan Carlos Payán, Guillermo Almeyra, Cristina Barros, Víctor Flores, Armando Bartra y John Saxe Fernández, entre otros integrantes de dicho grupo.
Advierten que la propuesta de paralizar actividades en el país será una jornada decisiva en la lucha por la soberanía popular, la democracia y la defensa del petróleo y la electricidad, por lo que todos deben participar, con el fin de que tengan éxito ese paro y las demás acciones que lleven a cabo los integrantes del SME en defensa de su fuente de empleo y conquistas laborales.
La violencia empleada por el gobierno para liquidar a una empresa pública y sus trabajadores, y el intento descarado de convertir en botín de consorcios privados la estructura de fibra óptica de Luz y Fuerza, hará inevitable la radicalización de las medidas de resistencia. El sindicato, factor de articulación de las izquierdas En un pronunciamiento público signado también por Marco Buenrostro, Héctor Díaz Polanco, Gerardo de la Fuente, Rosa Elena Gaspar de Alba, Epigmenio Ibarra, Massimo Modonesi, Lucio Oliver, Consuelo Sánchez, Gabriel Vargas Lozano, Mario Zepeda y Sergio Zermeño, el Grupo Sur advierte, en torno al control gubernamental de los sindicatos, que el SME ha sido, pese a todo, un factor de articulación para las izquierdas y las causas progresistas.
El SME ha sido punto de confluencia ineludible entre las luchas sociales y las instituciones, entre las resistencias civiles radicales –como Atenco, el zapatismo, la APPO–, las luchas universitarias y el movimiento de resistencia de Andrés Manuel López Obrador. Para el calderonato se trata de un símbolo a destruir, subraya. Para el Grupo Sur, la inconstitucional liquidación de Luz y Fuerza, el acoso jurídico contra los electricistas y sus dirigentes y el linchamiento propagandístico de los sindicalizados han creado una posibilidad de ruptura política sin precedente desde el inicio de los gobiernos neoliberales.
Las medidas puestas en marcha por el gobierno federal constituyen un acto de desestabilización y una declaración de guerra contra todas las conquistas sociales, los derechos del pueblo mexicano y el proyecto nacional enarbolado por las izquierdas de este país a lo largo de un siglo. Si se permite concretar el golpe contra el SME, la ofensiva se enfocará luego contra derechos y conquistas, como la autonomía universitaria, la presencia del Estado en la educación y la salud y a depredar todo lo que queda de la propiedad pública, insiste el Grupo Sur.
Resalta que es imprescindible constituir un solo frente de lucha que una a obreros, campesinos, trabajadores, maestros, estudiantes, indígenas y activistas sociales por el reconocimiento de los derechos. Se requieren medidas contundentes para frenar ofensiva contra trabajadores: Grupo Sur Andrea Becerril, La Jornada, Domingo 8 de noviembre de 2009, p. 4
Es necesario “generar una convergencia amplia de los oposiciones, las resistencias y las disidencias –políticas, regionales, sectoriales y de clase– en torno a los electricistas. En este momento y por encima de diferencias ideológicas o programáticas todos los segmentos que se definen como de izquierda y progresistas tienen el deber de incorporarse a la lucha por la defensa de Luz y Fuerza y el SME, subrayan Carlos Payán, Guillermo Almeyra, Cristina Barros, Víctor Flores, Armando Bartra y John Saxe Fernández, entre otros integrantes de dicho grupo.
Advierten que la propuesta de paralizar actividades en el país será una jornada decisiva en la lucha por la soberanía popular, la democracia y la defensa del petróleo y la electricidad, por lo que todos deben participar, con el fin de que tengan éxito ese paro y las demás acciones que lleven a cabo los integrantes del SME en defensa de su fuente de empleo y conquistas laborales.
La violencia empleada por el gobierno para liquidar a una empresa pública y sus trabajadores, y el intento descarado de convertir en botín de consorcios privados la estructura de fibra óptica de Luz y Fuerza, hará inevitable la radicalización de las medidas de resistencia. El sindicato, factor de articulación de las izquierdas En un pronunciamiento público signado también por Marco Buenrostro, Héctor Díaz Polanco, Gerardo de la Fuente, Rosa Elena Gaspar de Alba, Epigmenio Ibarra, Massimo Modonesi, Lucio Oliver, Consuelo Sánchez, Gabriel Vargas Lozano, Mario Zepeda y Sergio Zermeño, el Grupo Sur advierte, en torno al control gubernamental de los sindicatos, que el SME ha sido, pese a todo, un factor de articulación para las izquierdas y las causas progresistas.
El SME ha sido punto de confluencia ineludible entre las luchas sociales y las instituciones, entre las resistencias civiles radicales –como Atenco, el zapatismo, la APPO–, las luchas universitarias y el movimiento de resistencia de Andrés Manuel López Obrador. Para el calderonato se trata de un símbolo a destruir, subraya. Para el Grupo Sur, la inconstitucional liquidación de Luz y Fuerza, el acoso jurídico contra los electricistas y sus dirigentes y el linchamiento propagandístico de los sindicalizados han creado una posibilidad de ruptura política sin precedente desde el inicio de los gobiernos neoliberales.
Las medidas puestas en marcha por el gobierno federal constituyen un acto de desestabilización y una declaración de guerra contra todas las conquistas sociales, los derechos del pueblo mexicano y el proyecto nacional enarbolado por las izquierdas de este país a lo largo de un siglo. Si se permite concretar el golpe contra el SME, la ofensiva se enfocará luego contra derechos y conquistas, como la autonomía universitaria, la presencia del Estado en la educación y la salud y a depredar todo lo que queda de la propiedad pública, insiste el Grupo Sur.
Resalta que es imprescindible constituir un solo frente de lucha que una a obreros, campesinos, trabajadores, maestros, estudiantes, indígenas y activistas sociales por el reconocimiento de los derechos. Se requieren medidas contundentes para frenar ofensiva contra trabajadores: Grupo Sur Andrea Becerril, La Jornada, Domingo 8 de noviembre de 2009, p. 4
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