En la huerta de la familia Santos hay silencio. Cuando el extraño llega, nadie atiende la puerta. Aquellos perros, de costillas marcadas por el hambre, ladran sin descanso y a lo lejos se escucha el arroyo de donde tomaban agua los nogales que una empresa traficó a la hacienda de Diego Fernández de Cevallos
Francisco ReséndizEnviado
El Universal
Sábado 14 de noviembre de 2009 francisco.resendiz@eluniversal.com.mx
SAN VICENTE, GTO.— En la huerta de la familia Santos hay silencio. Cuando el extraño llega, nadie atiende la puerta. Aquellos perros, de costillas marcadas por el hambre, ladran sin descanso y a lo lejos se escucha el arroyo de donde tomaban agua los nogales que una empresa traficó a la hacienda de Diego Fernández de Cevallos.
Mientras las autoridades municipales de Apaseo el Alto y la delegación en Guanajuato de la Semarnat declinan atender el hecho, siguen las diligencias de la Profepa sobre el daño ecológico en esta ranchería de campesinos, con familias numerosas, casas pobres, gallinas y guajolotes que andan libres.
En la oficina del delegado de la Semarnat en Guanajuato, Francisco Javier Camarena Juárez, informaron ayer que el funcionario no se encontraba en la entidad, mismo argumento que ofreció la oficina del procurador ambiental de la entidad, Miguel Ángel Torrijos.
El pasado jueves, en declaraciones hechas a la reportera Cuca Domínguez, del periódico Correo, de Guanajuato, el funcionario de la Semarnat dijo que la dependencia “no tiene opinión al respecto, dado que éste es un tema que le compete al Municipio”.
David Sánchez, presidente municipal de Apaseo el Alto –al que pertenece la ranchería de San Vicente-, insiste en que el asunto está en manos de las autoridades federales y prometió asesoría legal a la familia Santos, mientras la delegación de la Profepa ha declinado hacer comentarios sobre este tema.
“Vamos a ayudar a la familia, a lo mejor por ahí los sorprendieron (para poder sacar los árboles que al final serían llevados a la propiedad del ex senador y otrora candidato presidencial), en estas cosas hay versiones diferentes, así que trataremos de apoyar a la familia.
“Localizamos a personas que estaban haciendo el trasplante de árboles y lo único que podíamos hacer era dar aviso a las autoridades correspondientes. Lo que pasa es que para esa acción existen permisos de la Semarnat y de la Profepa, y ellos incurrieron en un delito al no hacer el trámite correspondiente”.
Compete a Semarnat
El edil, se deslinda de cualquier acción sobre el caso y advierte que será la Semarnat quien determinará la responsabilidad sobre esta acción, y recuerda que los hermanos Teobaldo, Domingo y Pablo Santos fuerin quienes decidieron quitar los árboles con el fin de tener más luz para sus cultivos. En tanto, Diego Fernández de Cevallos se mantiene en silencio.
Al ser consultado sobre si el municipio dará asesoría legal a la familia Santos para enfrentar este conflicto, el alcalde comentó: “Desde luego que sí, nosotros presentamos la denuncia y no sé quién tomaría las cartas en el asunto. Pero los árboles ya están a disposición del municipio”.
En la casa de los Santos, tres de los nietos de don Pablo —quien salió temprano para ir a cuidar a su pequeño toro y dos vaquillas— juegan sobre los árboles derrumbados el pasado sábado, que serían llevados a la hacienda “La Barranca” para adornar la propiedad del ex candidato presidencial.
La víspera, EL UNIVERSAL informó que con el uso de tecnología de punta y el pago de mil pesos, una empresa trasplantó al menos doce árboles de nogal —propiedad de la familia Santos— para adornar una finca con más de 50 habitaciones, iglesia propia y 15 caballerizas, propiedad del panista.
“Vivero Siempre Verde”, con sede en la ciudad de Querétaro, ofreció a los dueños entregarles árboles frutales a cambio de que le “donara” los nogales, algunos con más de 100 años de vida, los cuales, les dijo, serían plantados en la hacienda “La Barranca”.
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