5/27/2010

Trafico humano en Mèxico: "El Fiera" cuida el negocio
Un abogado cubano emigrado a México en los años 80, conocido como “El Fiera”, se encarga de suministrar los documentos apócrifos con los que estafa a los indocumentados cubanos.
Alfredo García
López Ferrer conocido como “El Fiera”.

Al acercarse el verano, los traficantes humanos en México se preparan para hacer su “zafra” 2010. A pesar de la existencia de un Entendimiento Migratorio entre Cuba y México desde 2008 para garantizar “un flujo migratorio legal, ordenado y seguro entre ambos países”, cada verano centenares de cubanos alentados por la Ley de Ajuste Cubano que privilegia la entrada de indocumentados de nacionalidad cubana a EU, son víctimas de organizaciones criminales con bases en territorio mexicano.

Aprovechando las favorables condiciones del verano para la navegación furtiva y la proximidad de la península yucateca a la costa occidental de Cuba, lanchas rápidas recogen en puntos de la costa a cubanos que pagan entre 10 mil y 12 mil dólares por persona. A pocas millas de la isla, los indocumentados son trasladados a embarcaciones de recreo, donde reciben gorras y playeras alusivas a Cancún, para después desembarcar como “turistas” en algunas de las marinas de Quintana Roo. Después de una breve estancia para recibir la documentación adecuada, los indocumentados cubanos inician un periplo en ómnibus que los llevarán por todo el territorio mexicano hasta la frontera con EU, y de ahí a su destino final. Los que son detenidos por las autoridades mexicanas, son seguidos por los traficantes en las estaciones migratorias, hasta lograr su liberación.

La aplicación del Memorándum de Entendimiento entre Cuba y México, no solo frenó sino que por primera vez redujo el creciente aumento del tráfico humano desde 2002. Sin embargo, en momentos en que las estadísticas reflejan sostenida tendencia decreciente de indocumentados cubanos, llamó la atención la publicación en el periódico El Universal, de un artículo huérfano de novedad y firmado por un autor poco conocido en medios periodísticos, que pone a relieve el deseo de promover a un detractor del Memorándum, implicado directamente en el tráfico de cubanos.

Se trata de Eduardo Matías López Ferrer, un abogado cubano emigrado a México en los años 80, conocido como “El Fiera”, quien a pesar de esforzarse en ofrecer una imagen altruista, es el encargado de suministrar los documentos apócrifos con los que estafa a los indocumentados cubanos. En una ocasión, Ferrer declaró al periódico Miami Herald, que “en las paredes de las estaciones migratorias, está escrito su nombre y número de teléfono”.

Ferrer intenta también convertirse en busca tribunas en el ambiente político. La revista digital Cuba Encuentro, divulgó su intervención ante importantes políticos del PAN, durante el Encuentro Juventud y Cultura Cubana en 2008, financiado y organizado por la Konrad Adenauer y la Organización Demócrata Cristiana de América. En esa ocasión Ferrer destacó su lucha contra funcionarios de varias agencias migratorias mexicanas que han elevado el costo de extorsión a los nacionales cubanos, en su intento por alcanzar el territorio mexicano.

A pesar del empeño político, los vínculos de Ferrer con el tráfico humano trascendieron. En 2002, Benigno Rojas, un traficado timado, denunció al diario Crónica, que Ferrer le había solicitado 5 mil dólares por cada balsero para sacarlos de la estación migratoria y que no había cumplido con su promesa. Ante la presión, Ferrer hubo de apresurarse para honrar su compromiso.

También se conoció que Alexis Cepero Lima, actualmente preso en Cuba por delito de Tráfico de Personas, y su hermana Elsa, ofrecieron a través de Ferrer trabajo en “el negocio”, a Jesús Bermudes Cortejera, alias “El Capitán”, desde su llegada al D.F. en 2003. Cortejera estaba vinculado a la organización terrorista Alfa 66, con sede en Miami.

Ferrer es señalado como el traficante que resguardó en casas pagadas por él en Cuernavaca en 2005, a 23 cubanos indocumentados que escaparon de la estación migratoria de Iztapalapa en el D.F., los cuales eran buscados por las autoridades mexicanas. Dichos cubanos habían sido trasladados desde las costas cubanas hasta el balneario de Cancún por el traficante George Ferrer Sánchez, alias “el Jabao”, a quien señalan como uno de sus principales contactos.

Ferrer fundó las organizaciones opositoras Asociación Cívica Cubano Mexicana, así como la Casa del Balsero y el Migrante Cubano. Sus contactos se extendieron a la capital rusa donde, en contubernio con otros traficantes cubanos radicados en Moscú, intentó establecer un retículo para contrabando de indocumentados cubanos hacia México, concretando dos operaciones a cargo del traficante Carlos Luis Calá González. No obstante, “el negocio” fue desmontado por resultar demasiado caro. Desde Bahamas, también realizó algunos intentos, y hay inicios que podría estar ensayando el tráfico de indocumentados chinos.

Según artículo de El Nuevo Herald, La Casa del Balsero, que también es sede de la Fundación Asociación Cívica Cubano Mexicana, y sala de redacción de la revista Patria, todos proyectos de Ferrer y su esposa, es un apartamento situado sobre el suyo en un condominio de Tacuba, una popular colonia en el centro norte Cancún. Se sospecha que allí aloja a los cubanos “rescatados” de las estaciones migratorias; y fabrica los documentos falsos que utiliza para “legalizar” a los indocumentados.

En contradicción con los preceptos altruistas que proclama, el precio del hospedaje en el apartamento ronda los 400 dólares, el FM3, 16 mil pesos mexicanos, y la salida de la estación migratoria en el D.F., hasta 4 mil dólares. El beneficio que este “negocio” supone, se puede calcular por la cifra de cubanos detenidos en las costas mexicanas en 2007, que ascendió a 2,205, según publicó la revista Proceso.

Diversas fuentes coinciden en que Ferrer y a la Casa del Balsero, reciben apoyo financiero y logístico por parte de traficantes en Miami

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