5/27/2010

Los periodistas pal café...


Julio Hernández López: Astillero
El calderonismo ha pegado golpes policiacos que han sido política y electoralmente desestabilizadores en ciertas entidades y regiones donde se asientan estructuras clave del narcotráfico. Esas acometidas han acabado beneficiando y consolidando parcelas de poder relacionadas con el panismo (un caso evidente es Morelos, donde el gobernador Marco Antonio Adame sigue como si nada, a pesar de los incidentes que tuvieron como fúnebre personaje estelar al acribillado jefe de jefes), poniendo en riesgo de crisis profunda a administraciones perredistas (como sucedió en Michoacán, con las detenciones escandalosas de un año atrás, que luego se fueron cayendo una a una, dejando en libertad a los presuntos culpables y confirmando el sesgo partidista de las falsas cruzadas felipescas), torpedeando a mandatarios priístas de entidades donde se asientan cárteles contrarios al que según muchas voces, incluso de prensa internacional, es el favorito de los dos sexenios recientes (en Chihuahua y Tamaulipas, donde se han producido diversos acontecimientos criminales que en el fondo han ido abriendo paso a la mano federal para agitar avisperos locales) y estableciendo extraños pactos fácticos para preservar estructuras de control en lugares como Sinaloa y Quintana Roo, donde el mando nacional panista, que es una simple oficina de ejecución de las instrucciones llegadas de Los Pinos, se ha esmerado en abatir las genuinas posibilidades blanquiazules de poner a sus cuadros en línea de ganar los comicios y ha acabado por beneficiar a las mafias del partido tricolor que garantizan la continuidad de los negocios innombrables.
En la maraña de perversiones institucionales en que se ha convertido el ejercicio de gobierno panista, una vertiente altamente perniciosa es la de la utilización de los factores policiacos y penales para combatir y doblegar a adversarios políticos y electorales. Ya durante el foxismo, en 2006, el priísta Arturo Zamora fue amenazado con acciones jurídicas en su contra por presuntos nexos con el narcotráfico para obligarlo a dejar el paso al ultraconservador Emilio González Márquez, sin que después de las elecciones se probara nada en contra del tricolor que ahora es diputado federal. Ahora, el extraño candidato a la gubernatura de Quintana Roo, Gregorio Sánchez, llamado Greg, ha sido llevado a la cárcel por acusaciones que le relacionan con fraudes y narcotráfico, en una línea de acción que para desgracia de las instituciones está contaminada por el uso electoral que de la PGR y las policías federales ha hecho la actual gerencia general del país.
No es fácil defender por sí mismo al lenguaraz candidato de PRD, PT y Convergencia, pues en su conducta como presidente municipal, y ahora como candidato, han confluido la gelatinosidad ideológica, las poses de puritanismo religioso iluminado, el manejo pragmático del erario para presuntos fines sociales supremos que harían innecesarios los controles burocráticos paralizantes, y una predisposición al uso del dinero en efectivo y a los arreglos privados. Pero sí salta a la vista que los pecados verdaderos del piadoso político populista de Cancún están en el crecimiento de su campaña contra la estabilidad priísta mantenida por el frívolo, despilfarrador y corrupto mandatario actual, Félix González Canto, que pretende sostener a través de su delfín, Roberto Borge.
Más que irónica, significativamente ha sido el propio PAN-gobierno federal el que ha obstruido las posibilidades de cambio en aquella región de extraordinaria riqueza concentrada en unas cuantas manos, y de coexistencia tolerada de varias modalidades de la alta delincuencia organizada, no sólo la del mercadeo de drogas, sino también el de la explotación sexual, específicamente de menores. Así como en Sinaloa fueron desactivados los contendientes que le habrían dado al PAN una oportunidad seria de triunfo electoral, en Quintana Roo se ha devaluado intencionalmente la candidatura panista y ahora se ataca frontalmente a la otra oposición, con lo que el PRI queda bien servido. Recuérdese que, en Sinaloa, a Heriberto Félix lo sacaron de la jugada local mediante la enorme zanahoria federal de la Sedeso para la que no tenía ninguna calificación profesional ni política; a Manuel J. Clouthier júnior lo hicieron estallar y chocar para cerrarle el paso, y ahora queda como opción un priísta, Malova, manejado por un priísta, Juan S. Millán, que garantiza que todo seguirá igual en aquella entidad emblemática, gane Jesús Vizcarra o Mario López. Así, en Quintana Roo, a la candidata blanquiazul, Alicia Ricalde, el comité nacional panista la abandonó a su suerte, de tal manera que ella, en protesta, suspendió su campaña hasta que en el Distrito Federal le ofrecieron corregir esa conducta displicente. Y, ahora, con el golpe a Greg, se cree cancelar cualquier oposición a la continuidad priísta.
La detención del aspirante postulado por el Dia (PRD, PT y Convergencia) coloca en ridícula posición a los principales impulsores de esa siempre espinosa candidatura, los chuchos encaramados en el control directivo del sol azteca, y a la filosofía de las alianzas perreánicas allí puestas en grotesco entredicho: los aliados del PRD en otras entidades enderezan acciones judiciales en aquélla en que hubo un solitario aspirante en cuya postulación los colaboracionistas de izquierda no compaginaron intereses con el PAN-gobierno federal.
Y, mientras continúan los triunfos de Calderón, luego de su impactante discurso en el Capitolio, ahora con la pretensión gringa de dirigir sus apoyos de la Iniciativa Mérida no a helicópteros, tecnología y equipo físico, sino a luchar contra la corrupción de funcionarios mexicanos y a hacer que se respeten los derechos humanos y el estado de derecho, ¡hasta mañana, con el anuncio de que el viernes este tecleador estará en Puebla, a las 7 de la noche, en la Casa Amarilla de la BUAP para una plática en el marco de los 20 años de La Jornada de Oriente!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Vaya momento inoportuno el que ha escogido el Consejo Coordinador Empresarial para hablar de impuestos. Pareciera que quiere resucitar la vieja propuesta de aumento al IVA en alimentos y medicinas. Por medio de un boletín anunció ayer que trabaja en la preparación de una propuesta de reforma hacendaria que cuente con el aval y el consenso de todas las organizaciones que lo integran. Considera el organismo cúpula del sector privado que independientemente de los tiempos legislativos y los obstáculos políticos que desafortunadamente contaminan y detienen en múltiples ocasiones los trabajos para la atención de los grandes temas de la agenda nacional, la representación empresarial del país mantiene firme su convicción de impulsar las transformaciones que el país requiere, aunque reconoce que no existe todavía una propuesta definitiva. No se refiere específicamente al IVA en medicinas y alimentos, pero fuentes bien informadas dicen que va en esa dirección. El CCE en fecha reciente nombró presidente a Mario Sánchez Ruiz, en sustitución de Armando Paredes. Sería bien recibida una iniciativa que planteara la reducción del impuesto sobre la renta a empresas y personas, del IVA, la desaparición de la tenencia y el impuesto sobre automóviles nuevos, también el 3% de telecomunicaciones. Pero hablar de alimentos y medicinas es un contrasentido.
Comida chatarra
Van sorteando los obstáculos de un camino difícil –se topan con los intereses de enormes corporaciones y la televisión–, pero con un poco de firmeza los secretarios de Salud y de Educación, José Ángel Córdova y Alonso Lujambio, respectivamente, podrían llevar a buen puerto la idea de sacar de las escuelas los productos que están envenenando a los niños: coca-colas, fritos, churrumais, papas fritas, etcétera. Ayer dieron a conocer los lineamientos de su proyecto de ley, y se estremeció la industria de la comida chatarra. A ver si no se doblan.
@Vox Populi

Carlos Fernández-Vega: México SA
Todo indica que buena parte del gabinetazo calderonista, y el propio inquilino de Los Pinos, tiene severos problemas de lectura (analfabetismo político-funcional), porque en los análisis y reportes internacionales sobre la realidad mexicana sólo alcanzan a leer las palabras en color de rosa; el resto, especialmente las de color rojo, de plano no. Así, por ejemplo, el carismático Javier Lozano, secretario del Trabajo, gusta presumir que en México hay menos desempleo que en los países industrializados de la OCDE y que aquí las plazas laborales crecen como conejos, pero por la citada incapacidad no alcanzó a leer que esa misma organización advierte que de noviembre de 2008 a abril de 2010 se perdieron 212 mil empleos formales, y que quienes los ocupaban terminaron en el sector informal de la economía, donde ya se encontraba una porción significativa de los trabajadores asalariados.
Otro ejemplo, para no recurrir a los que cotidianamente aporta el inquilino de Los Pinos, es el sonriente secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, quien alegremente asegura que con Calderón tenemos la mitad de mexicanos en condiciones de pobreza que teníamos a mitad de los 90, por mucho que la Cepal advierta que con la crisis de 2009 el único país en América Latina en el que se registró un empeoramiento en la situación de la pobreza fue México, y que sólo en el primer bienio del actual sexenio el número de pobres en el país –cifras oficiales– se incrementó en cerca de 6 millones de personas.
Pues bien, mientras los del gabinetazo aprenden a leer de corridito, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) divulgó ayer sus perspectivas sobre México, de las que se toman los siguientes elementos, que sin duda aportan muchísimo más que la limitada lectura y la eterna sonrisa del cambio con continuidad. Van pues.
Los niveles de desigualdad en México se mantienen como los más altos de la OCDE. Una y media veces más que el promedio de la Organización, y dos veces por arriba con respecto a los países de baja desigualdad, como Dinamarca. Los ingresos medios del 10 por ciento más pobre se sitúan por debajo de los mil dólares (en paridad de compra, PPC), inferior a cualquier otro de los países integrantes. En las naciones miembros de esta agrupación, los ingresos del decil más rico son, en promedio, casi nueve veces superiores de los del decil más pobre; en México la diferencia es 25 veces superior. El 10 por ciento más pobre en México acumula cerca de 1.5 por ciento del total del ingreso disponible, mientras que el 10 por ciento más rico concentra cerca de 36 por ciento.
A pesar del progreso realizado durante las últimas décadas, la pobreza crece de nuevo. Entre 2006 y 2008 la pobreza extrema se duplicó: del 2 al 4 por ciento de la población mexicana (personas que sobreviven con menos de 1.25 dólares diarios, algo así como 16 pesos al tipo de cambio actual), y de 4.8 a 8.2 por ciento entre aquellos que viven con menos de 2 dólares por día (alrededor de 26 pesos). Las cifras oficiales sobre la pobreza absoluta aumentaron considerablemente. El alto índice de pobreza absoluta también se ve reflejado en otros indicadores de las condiciones de vida, como la tasa de mortalidad infantil –que triplica la tasa promedio de la OCDE– y un índice de analfabetismo superior al de la media de la Organización, dentro de la cual México reporta la mayor desigualdad.
México se distancia de otros países de la OCDE en la forma general de distribución del ingreso familiar disponible: la mayoría de la clase media tiene un salario mucho más cercano a los trabajadores de base que a los de la cima. Mientras que la tendencia de la década pasada (los ingresos ganan en el quintil inferior y pierden en el quintil superior) ha disminuido las desigualdades, el reto es acelerar las percepciones de los grupos de menores ingresos en un contexto de recuperación en el ingreso real per cápita. Dado que la población mexicana es relativamente joven, los niños representan aproximadamente la mitad de todo el sector afectado por la pobreza. Así, la probabilidad de que la pobreza tenga consecuencias duraderas es más alta en México que en otros países de la OCDE. La pobreza entre la población de mayor edad se acentúa entre los más ancianos. La tasa de pobreza entre las personas de 75 y más años (31 por ciento) es casi el doble del promedio. Además, como la población mexicana está envejeciendo, existe el riesgo de que aumente la proporción de ancianos pobres.
El sistema de protección social de México sigue siendo limitado, dejando desprotegidos a la mayoría de sus ciudadanos vulnerables. El gasto público social como proporción del PIB ha aumentado desde menos de 2 por ciento en 1985 a 7.4 por ciento en 2005, pero sólo supone poco más de un tercio del nivel observado en otros países de la OCDE. La proporción del gasto público en programas sociales con respecto al PIB de México es modesta, no sólo en términos absolutos, sino también en términos de PIB per cápita. Las transferencias sociales consiguen poco a la hora de reducir la pobreza en México. Los apoyos públicos en efectivo constituyen únicamente 6 por ciento del ingreso familiar disponible. La mayor parte de este gasto beneficia a la parte superior de la distribución, con menos de 10 por ciento destinado al 20 por ciento más pobre de la población. Por lo tanto, es prioritario que el sistema de seguridad social sea más progresivo y amplíe su cobertura.
Oportunidades es uno de los programas más innovadores y exitosos, pero la mayoría de los programas de alivio a la pobreza todavía excluyen a las familias que viven en condiciones de pobreza relativa. Los programas contra el desempleo siguen siendo rudimentarios. El programa Primer Empleo no obtuvo el impacto esperado (de hecho fue un rotundo fracaso). En un contexto económico difícil como el actual, México necesita reforzar las redes de seguridad social para evitar que las familias medianamente pobres caigan en la pobreza extrema. Los recursos destinados a los programas de empleo temporal son ocho veces menores a los canalizados a mantener bajos los precios de la energía.
Entonces, qué bueno que el país está en franca recuperación, según dicen los analfabetos del gabinetazo.
Las rebanadas del pastel
Si el caso Paulette tiró al procurador mexiquense, ¿cuántos deberán caer, cárcel incluida, por el caso de los 49 niños muertos y los más de 70 heridos en la guardería ABC de Hermosillo?
cfvmx@yahoo.com.mxcfv@prodigy.net.mx


Pedro Miguel: Navegaciones
En el departamento de Evaristo Terré, y bajo el auxilio espiritual de su anfitrión, Andrés casi terminó con una botella de ron Viejo de Caldas, y cuando estuvo vacía, pidió más. Terré era alcohólico veterano y conocía los peligros de una ingestión tan rápida de licor por una persona casi abstemia, como lo era su invitado, así que lo paró en seco:
–Ni un trago más, compadre, porque me arriesgo a tener en mi casa un cadáver de nacionalidad mexicana. Ave María, Andrés, que a usted lo que le hace falta es sudar los amores que viene fermentando.
–... Es que yo la quiero mucho –balbuceó el aludido, desde el fondo de su borrachera–. Y quiero seguir queriéndola.

El Correo Ilustrado
Pesar por la partida de Gabriel Vargas
Este día el país debe estar de luto. ¿La razón? Ha muerto don Gabriel Vargas, creador de la familia Burrón y otros personajes que retratan la idiosincrasia del mexicano. Recordar a don Gabriel Vargas me vuelve a mi infancia. Gracias a la familia Burrón aprendí a leer a los cinco años; por esa curiosidad innata que nos caracteriza a todos de niños, quería saber qué decían los diálogos. Leer ese cómic, que es un clásico sobre nuestra sociedad, me permitió darme cuenta de nuestra realidad social.
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Jorge Eduardo Navarrete: Los castores y el ciempiés
Este año coinciden en el Consejo de Seguridad (CS) de la ONU Brasil, México y Turquía. Uno de los asuntos centrales de la agenda de ese órgano es la cuestión nuclear iraní. La más reciente resolución del CS al respecto data de septiembre de 2008. Su ulterior consideración ha sido, en los hechos, extraída del consejo y expropiada por los cinco miembros permanentes más Alemania, que constituyen un agrupamiento ad hoc conocido como Los Seis. Los 10 miembros electos del consejo han quedado excluidos de las consultas de Los Seis. No se han registrado objeciones formales a que el tema –inscrito en la agenda del consejo– se discuta fuera de su sede, lo que es irregular, ni a que se permita actuar como miembro permanente de facto a un país que no es parte del consejo desde 2004. Los Seis acaban de anunciar su acuerdo en los elementos centrales de una nueva resolución sobre el asunto, centrados en la ampliación y endurecimiento de las sanciones que el consejo ha decidido aplicar a Irán en resoluciones anteriores. Esas irregularidades, además de la naturaleza explosiva del tema –dicho sea sin intentar un juego de palabras–, y de la experiencia en general negativa con los regímenes de sanciones, han llevado a sus actuales miembros a asumir distintas posiciones sobre el asunto. Conviene analizar las actitudes, muy contrastantes, de los tres arriba mencionados. Un embajador estadunidense acudió, hace años, a una metáfora zoológica para caracterizar las actitudes de Estados Unidos y México en su relación bilateral: el oso y el puercoespín. Imitándolo, la comparación que se presenta en esta nota podría titularse: los castores y el ciempiés.
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Soledad Loaeza: Cuando el PAN estaba en la oposición
Cuando el PAN estaba en la oposición cumplía una importante función de vigilancia que era un poderoso disuasivo para los funcionarios abusivos asociados con gobiernos priístas. Fueron estos últimos los que introdujeron cambios en la administración pública con el fin de frenar la corrupción, por ejemplo la Secretaría de la Función Pública –originalmente llamada Secretaría de la Contraloría–. Ahora no hay quién vigile a los panistas –la autoridad moral de los otros partidos en ese respecto es más bien limitada–, que se comportan igual, si no es que peor, que los priístas de los años 70. Favoritismo, nepotismo, licitaciones amañadas, recursos públicos desviados a operaciones especulativas, tráfico de influencias, caracterizan a las administraciones panistas que al inicio se nos presentaron como una orgullosa parvada de mirlos blancos. El temor a la Contraloría introdujo orden en la administración gubernamental; los funcionarios del pasado respetaban a esa instancia y cumplían con sus requerimientos. Ahora no es así. Hace unas semanas la Secretaría de la Función Pública presentó una larga lista de funcionarios, entre ellos muchos de primer nivel, que no habían hecho su declaración patrimonial. Una omisión que hubiera sido impensable antes de 2000.
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Ángel Guerra Cabrera: La proeza de los universitarios de Puerto Rico
El odio y la sed de venganza del gobernador colonial Luis Fortuño contra los estudiantes en huelga de la Universidad de Puerto Rico parecen no tener límites. Desde el inicio del movimiento, hace ya cinco semanas, la policía arremetió contra los jóvenes dentro del recinto de Río Piedras en violación de la autonomía universitaria y se han escuchado frecuentes amenazas del funcionario al uso de la fuerza frente a los huelguistas. La isla vio con indignación el ensañamiento con que el cuerpo de elite policiaco tundía a macanazos a los padres, activistas y artistas que intentaban pasarles alimentos a los alumnos en resistencia a través de los sitiados portones del plantel de Río Piedras. Hace unos días los esbirros de Fortuño hicieron caer a mansalva sus cachiporras y rociaron gas pimienta sobre cientos de estudiantes de la universidad y trabajadores que manifestaban en el hotel Sheraton de San Juan en rechazo a las políticas antiobreras y privatizadoras del gobernador, a unos metros de donde éste disfrutaba una cena tea party a mil dólares el cubierto, un hecho que por sus características hace pensar en una emboscada tendida con premeditación. Sólo el firme apego a la lucha pacífica de los manifestantes impidió que la provocación hiciera escalar la violencia fuera de control. Aquella provino del entorno más cercano del gobernador, uno de cuyos escoltas habría dado inicio a la agresión, denunció el doctor Héctor Pequera, copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano.
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Robert Fisk: Defensores de la justicia
Hace tres años Pakistán lo destronó del Poder Judicial. Iftikhar Mohammad Chaudhry, quien fue descrito por la prensa estadunidense como un nacionalista irresponsable que intentaba destruir el gobierno favorable a Washington del dictador-general-presidente, Pervez Musharraf. Hoy, un año después de que se le restableció en su puesto en la Suprema Corte, Chaudhry es considerado por algunos como un fundamentalista de closet, un seudotalibán ansioso por derrocar la dudosa democracia de su país.
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Armando Bartra: Gabriel Vargas en San Cirindango de las Iguanas
Si Borola Tacuche devino mascarón de proa de la insumisa condición de la pobrería chilanga, Briagoberto Memelas, Juanón Teporochas, Poncho López, el Güen Caperuzo y su carnala Caledonia son emblemas del cacicazgo, una institución social sin adjetivos que, para bien o para mal, le presta voz y rostro a nuestros parajes y rancherías.
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Olga Harmony: El malentendido
De manera muy esquemática (y en mi caso no puede ser de otro modo porque carezco del basamento filosófico que me permitiera internarme en mayores profundidades), para el existencialismo sartreano la única posibilidad de libertad y la manera de que el individuo se convierta en una real persona, es la opción por un camino de vida y, en caso de que ese camino no sea moralmente sostenible, la carencia de culpa de quien lo eligiera y la identificación con el ser con que el ojo juzgador ajeno lo mira. Albert Camus, con sus aproximaciones y alejamientos con Sartre retoma gran parte de esta idea a la que añade, según algún estudioso, la búsqueda de la felicidad como fin de la existencia humana, calificada por él –antiguo comunista y anarquista– de absurda y carente de sentido. Esto puede advertirse en El malentendido, texto estrenado hace más de 60 años, sobre todo en el caso de Martha y la madre que se sienten víctimas, y al que una lectura actual puede darle otras interpretaciones acordes con una lección de ética en los difíciles tiempos que vivimos. La entrevista que realizó Carlos Paul a Marta Verduzco y Luis de Tavira, publicada en estas páginas, así parece demostrarlo.

Javier Aranda Luna: Lo fugitivo permanece
En 1973 Jorge Luis Borges hizo en México una de las críticas más contundentes al género novelístico, al género de géneros, según algunos. En una mesa redonda grabada en dos partes por Televisa en el famoso salón El Generalito, del Colegio de San Ildefonso, el poeta dijo sin rodeos: son imposibles las novelas sin ripios, sin rellenos, sin basura. Por eso no le interesaba el género; por eso nunca había escrito una novela. Me asombró su crítica, porque tenía ante sí a tres novelistas: Salvador Elizondo, Juan García Ponce y Adriano González de León, quienes no rebatieron el punto.
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