4/14/2014

MÉXICO. 30 años de Neoliberalismo y 20 de TLCAN (2/3)


Reporte Económico
David Márquez Ayala

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La imposición del dogma neoliberal a México, así como la forma torpe, precipitada y fanática con que se ha aplicado han sido un desastre para el país. De las áreas de daño mayor, ya analizamos el sector externo y hoy:

El crecimiento económico

FotoFotoTras unas cuatro décadas de alto crecimiento del PIB (6.2% anual entre 1963 y 1981), la irrupción del modelo neoliberal lo redujo a casi un tercio (2.3% anual entre 1982 y 2013) (Gráfico 4); y el PIB por habitante cayó de una tasa anual de 2.3% en el primer período a un marginal 0.6% en el neoliberal.

Las razones de esta disminución del crecimiento son múltiples, pero las principales se podrían sintetizar en: a) un rápido desplazamiento de la producción nacional por productos y servicios importados; b) una violenta ruptura de las cadenas productivas del país y su conversión en centro maquilador; c) la erosión del ingreso y la capacidad de compra de la población; d) la desvirtuación del sistema financiero que de ser motor crediticio pasó a ser lastre especulativo; y e) el retiro del Estado de prácticamente todas sus funciones económicas y rectoras.


El agro

Uno de los sectores más gravemente afectados ha sido el agroalimentario con la desaparición de instituciones, inversiones y políticas de apoyo al campo, que fue así enfrentado a una competencia ruinosa con productos extranjeros subsidiados (de relativo bajo precio, aunque con frecuencia de mala calidad, caducos y/o contaminados) y a la dominancia especulativa de corporativos, empresas e intermediarios.

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Como resultado, la producción de alimentos básicos ha sido gravemente afectada y el país camina hacia una creciente dependencia alimentaria. Para cubrir su consumo de granos básicos en 1995 el país requería importar el 15.7% del abasto, y en 2012 (último año con cifras definitivas) ya fue el 37.6% (Gráfico 5). Por productos, ahora se importa el 30.7% del maíz consumido, el 18.1 del frijol, el 63.7 del trigo, y el 82.7% del arroz. También el 15.2% de la leche, el 21.3 del huevo, el 12.9 de la carne de res, el 14.9 de la de pollo, y el 36.8% de la de cerdo.


El empleo

FotoEn un país como México que requiere con la mayor urgencia crear empleos formales en gran escala (1.3-1.5 millones al año), el bajo crecimiento e inversión productiva, el desplazamiento de las unidades menores y la automatización excesiva en los procesos industriales y los servicios de las grandes empresas globales han creado una situación contradictoria con el interés social al ir cancelando el acceso al empleo y la seguridad social a legiones de hombres y mujeres, no sólo en nuestro país sino en (casi) todo el mundo.

En México, el campo ha dejado de generar nuevos empleos desde hace décadas y la industria desde el año 2000. La industria manufacturera con todo su "dinamismo" tenía registrados 4.4 millones de trabajadores en el 2000 y tiene 4.3 millones en 2013 (Gráfico 6), esto es, aumenta la producción pero cada vez con menos trabajadores. En algunos servicios como los financieros, contables y administrativos, la automatización introduce (aunque no siempre) mejoras de eficiencia y menores costos, pero ello a costa de un desplazamiento sin precedente del trabajo humano.

El empleo formal (trabajadores inscritos en el IMSS) permanece prácticamente estancado en torno al 27% de la Población económicamente activa desde el año 2000 (Gráfico 6).

El salario

En este entorno, la presión de una sobredemanda de plazas ante una oferta insuficiente de éstas abarata la nómina y desplaza a los salarios a favor de las utilidades (Gráfico 7).

Este abaratamiento es particularmente claro en el salario mínimo el cual alcanzó su mayor nivel en 1976 (índice=100), bajó en términos reales su poder adquisitivo a 81.6 en 1982, y de ahí cayó hasta el 25-26 en que se ha mantenido de 1995 a la fecha (Gráfico 8); el salario mínimo compra hoy la cuarta parte de lo que adquiría en 1976.


La migración

La combinación del abandono del campo con la falta de trabajo, bajos salarios y puestos precarios, inestables y sin seguridad social ha dado como resultado lógico enormes flujos migratorios hacia las ciudades del país y de éste como un todo hacia el exterior, abrumadoramente hacia Estados Unidos, nuestro "socio" distante.

Entre 1995 y 2010, según el Conapo (Gráfico 9), emigraron a Estados Unidos 7 millones 951 mil mexicanos, pero fueron deportados 7 millones 246 mil, cifras sin precedente histórico en ambos sentidos.
Una cacería inhumana de seres humanos impulsados por sobrevivir a un modelo económico depredador que los excluye tajantemente. Causa, efecto y lacra del TLCAN. Vergüenza infinita para ambos países.

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