5/17/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada domingo 17 mayo 2020




Momentos difíciles
México vive un momento insólito, aun los mayores no recordamos un episodio igual. Gran parte de la población se ha refugiado en sus viviendas, la circulación de vehículos se ha restringido y también la reunión de personas. Y hay una atroz incertidumbre al comprobar que en esta moderna plaga el número de infectados día a día aumenta y también los muertos. Se supone que de aquí a principios de junio llegaremos al punto más alto de la agresividad de un bicho misterioso y que hasta hoy no tiene forma de ser prevenido ni combatido.
Pero no es un momento tan oscuro como los que vivimos hace apenas hace tres años. No sólo nos sentíamos muy preocupados, sino desesperados. Recuerdo una larga sobremesa al final de 2017, le pregunté a un amigo contemporáneo: Mauricio, ¿cuándo se chingó México? ¿Por qué se nos escapó de las manos?
La consciencia de que México pasaba por un mal momento (el peor que yo recordaba) no era sólo mi percepción ni de la gente de mi edad, sino de casi todos, incluso de aquellos que no habían vivido en la época de las vacas gordas y que por ser muy jóvenes no tenían una clara memoria del largo y lento proceso de decadencia. Teníamos temor de que una vez más el desenlace de las elecciones sería un nuevo fraude electoral. Los malos augurios no se cumplieron y en 2018 tuvimos las primeras elecciones presidenciales libres y relativamente justas.
Hoy estamos viviendo un momento de angustia colectiva, pero estamos luchando contra un enemigo común y lo estamos venciendo. La política sanitaria es aprobada por la mayoría y no se ha dado ni un caso de resistencia o manifestaciones contra el gobierno como en otros países.
Es más, el enemigo nos ha unificado y la población ha dado muestras de disciplina y solidaridad que no se veían desde los grandes sismos. Estamos en una crisis, pero las crisis pueden ser una bendición, como dijo Einstein, porque traen progresos y sin ellas la vida es una rutina. Para las personas y para los pueblos, la ley es la misma: quien supera la crisis se supera a sí mismo.
The Economist se despide de la globalización
The Economist, portavoz globalista de la dupla Rothschild/Soros, se despide de “la mayor Era de la globalización (https://econ.st/2WFBNDT)” y se preocupa sobre lo que tomará su lugar, lo cual no es difícil de discernir: el retorno de los soberanistas/nacionalistas vilipendiados en forma despectiva como populistas cuando ocultan en forma deliberada que en EU existió un People’s Party y que el mismo Obama defendió en forma vehemente (https://bit.ly/2LvWdZD) frente a las alocadas críticas de Peña Nieto que nunca entendió su semiótica.
The Economist admite que antes de la pandemia la globalización se encontraba en serios problemas y que recibió tres severos golpes de los que difícilmente se repondrá: la crisis financiera de 2008, la guerra comercial de EU contra China y el Covid-19 que hirieron el sistema abierto del comercio.
The Economist contempla que el comercio mundial de bienes se retraerá entre 10 y 30 por ciento, lo cual se agrega a la guerra comercial/digitálica de Trump contra China.
A su juicio, queda expuesta la subyacente anarquía de la gobernanza (sic) global. Los terminajos gobernanza global estuvieron de moda en los circuitos atlantistas que nunca consiguieron algo concreto con su teoría etérea y que, en su encapsulamiento onanista, siempre negaron el ascenso multipolar de Rusia/China/India/Irán/Turquía/Pakistán/etc.
Bolsonaro disparó la curva
En la reunión virtual del Grupo de Puebla, celebrada el 15 de mayo, se acordó abogar por una moratoria de la deuda externa latinocaribeña, oponerse a que los sectores desfavorecidos paguen por la crisis económica y a que prosiga el modelo neoliberal, rescatar la función social del Estado y relanzar el proceso de paz en Colombia, yugulado por el trío Trump-Uribe-Duque. Allí, Aloizio Mercadante, prominente fundador del PT junto a Lula, dijo que en Brasil la gestión de los alcaldes y gobernadores consiguió aplanar la curva del Covid, pero la arremetida de Bolsonaro contra la distancia social logró dispararla de nuevo.
China y Cuba aceleran parque biotecnológico
Producirá en un principio eficaces medicamentos cubanos como la Melagenina plus, el Heberferón, la Proctokinasa y la vacuna terapéutica contra la hepatitis B, pero su perspectiva principal es desarrollar remedios para el mercado chino y los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.

Curiosa iniciativa en Polonia para apoyar a trabajadoras sexuales genera dividendos
Por El coronavirus han cerrado los clubes de striptease, salas de masajes y prostíbulos en Polonia. Para ayudar a las trabajadoras sexuales más pobres y presas del pánico, algunas han organizado una colecta en línea inédita.
Iniciativas de este tipo se han lanzado en otras partes de Occidente; por ejemplo, por el sindicato Strass francés o las organizaciones Maggie, en Toronto, y Pace, en Vancouver, Canadá.

En el pequeño departamento se mezclan los carraspeos de la licuadora, los ladridos en la vivienda de junto y las voces que salen de un televisor. Erasto, bañero desempleado por el momento, se divierte enseñándole a su hijo Rafael algunos recursos del boxeo.
Erasto: –Quiebra la cintura, resortea. No, así no. Fíjate cómo lo hago.
Rafael (maravillado): –¿Quién te enseñó?
Erasto: –Nadie. Yo solito. Ándale, muchacho, ahora hazlo tú. (Observa con gesto de impaciencia.) Pero ¡qué torpe, qué bárbaro!
Rafael: –¿Lo estoy haciendo mal?
Erasto: –Pésimo, sin ganas. Otro día te enseño.
Rafael: –No, pa, vamos a jugar otro ratito. (Al ver que su padre se aleja, le lanza una revista que está en el sillón.)
Erasto: –¿Qué te pasa, chamaco? Por poquito me pegas.
Rafael: –Pues no te vayas y sigue enseñándome. (Une las manos a la altura del pecho.) Plis, plis, plis...
Erasto: –Ya te dije que no. ¿Estás sordo?
Rafael: –Es que yo quiero seguir jugando.
Erasto: –Pues juega y, ¡con una chingada!, deja de molestarme.
Irasema (sale apresurada de la cocina): –Oye, ¿por qué le gritas así a tu hijo?

La cultura cibernética en tiempos de coronavirus
A brumadora ha sido la proliferación de alternativas cibernéticas frente a las limitaciones del contacto físico real en estos angustiantes tiempos de encierro forzoso a causa del coronavirus. En particular, la actividad artística y cultural han quedado prácticamente anuladas en sus dinámicas habituales; en contraparte, se han reactivado los recursos tecnológicos para difundir desde las más diversas plataformas cibernéticas el acontecer cultural y artístico en el mundo. En el caso de México son numerosos los ejemplos de cómo se manifiestan escritores, artistas plásticos, músicos, bailarines, cineastas, teatristas y en general los creadores, no sólo para difundir su obra, sino también para generar los mínimos recursos para sobrevivir, así como para solidarizarse mediante estrategias heroicas con quienes más están padeciendo esta devastadora pandemia. Desde el poco imaginativo y nada generoso programa Contigo a la distancia, de la Secretaría de Cultura federal, hasta las más ingeniosas propuestas independientes, el panorama de opciones es infinito. Aquí abordamos algunos ejemplos de esta nueva realidad virtual que, al parecer, llegó para quedarse:



Editorial
Aun cuando el confinamiento por la pandemia de coronavirus no tiene en nuestro país un carácter obligatorio –salvo en algunas entidades cuyos gobiernos establecieron ese carácter para la restricción de movimientos–, las autoridades de Salud han remarcado con energía la conveniencia de que la población respete escrupulosamente la llamada cuarentena para restringir al máximo las posibilidades de contagio de la enfermedad.

Pide a científicos del SNI donar una parte de sus ingresos
En estos momentos difíciles para la humanidad y en particular para México, la solidaridad y el apoyo son pilares fundamentales de nuestra sociedad. Los científicos que pertenecemos al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), somos privilegiados, tanto por nuestro quehacer como por la remuneración que recibimos. Considero que la mayoría de nosotros estamos en la mejor disposición de aportar a la iniciativa del Conacyt de donar estímulos directamente al Patrimonio de la Beneficencia Pública, Secretaría de Salud, cuenta CLABE 002180039577535573, RFC: PBP470326NP2. Todas las iniciativas honestas y transparentes son loables, muchos investigadores han realizado donaciones a diversas instancias.

¿Existen campos de concentración en Estados Unidos? ¿Se secuestra y coloca en jaulas a personas?

El pasado 8 de mayo se dio a conocer la respuesta a la demanda de amparo interpuesta por integrantes del pueblo indígena maya ch’ol de los municipios de Palenque, Salto de Agua y Ocosingo, en la que se señalaba la violación de los derechos a la salud y a la vida que implica el inicio de las obras de construcción del megaproyecto Tren Maya en el con-texto de contingencia sanitaria por el Covid-19. La demanda se contrapone al decreto presidencial del 23 de abril que declaró programas prioritarios y, por lo tanto, exentos de la suspensión de actividades, los megaproyectos Tren Maya, Corredor Transístmico, Aeropuerto Felipe Ángeles y la refinería de Dos Bocas, entre otros. La misma indicación se encuentra en el acuerdo de la Secretaría de Salud del 6 de abril, que considera indispensable la producción de insumos para la construcción de dichas obras. Frente a esto, la sentencia emitida por la juez segunda de distrito de amparo y juicios penales federales del estado de Chiapas determinó la suspensión provisional del megaproyecto ferroviario, pues el derecho a la salud tiene valor preponderante; asimismo, afirma que de continuar dichas obras se expondrá a numerosas personas a actividades en zonas públicas en pleno confinamiento, poniendo en riesgo su derecho a la vida.

Entre el día 16 de abril, cuando el entonces ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, fue cesado por el ultraderechista presidente Jair Bolsonaro, y el viernes pasado, cuando el sucesor Nelson Teich renunció, el número de muertos en razón del Covid-19 pasó de mil 933 a 14 mil 817. Un aumento asombroso de 666 por ciento.

El Coneval, con oportunidad, rigor técnico y compromiso al que obligan el conocimiento sistemático de la realidad social y el mandato de la ley, nos ofreció unos panoramas de la cuestión social mexicana contemporánea cargados de enorme preocupación. Con sobriedad, asegura que nos espera un incremento de la pobreza monetaria o de ingresos; de la pobreza extrema y, en particular, de aquella alojada en las ciudades. La crisis, dice el Coneval, podría provocar que la población que en 2018 no lo era, tenga afectaciones que la lleven a encontrarse en alguna de estas condiciones ( Reforma, 12/05/20, p.2).

El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) publicó los datos del consumo de electricidad de abril. Ya podemos comparar el comportamiento de cinco semanas fundamentales de 2020 de este complejo periodo de pandemia con las cinco equivalentes de 2019. Última semana de marzo a última de abril. Se trata de 35 días de pandemia. Un total de 840 horas. Recordemos que comparamos el consumo de las llamadas zonas de carga. Un total de 108, distribuidas en zonas como Tijuana, Ensenada, Mexicali, Los Cabos, Ciudad Juárez, Monterrey, Saltillo, Guadalajara, Aguascalientes, Celaya, Querétaro, Valle de México Norte/Centro/Sur, Manzanillo, Acapulco, Huatulco, Tampico, Veracruz, Villahermosa, Oaxaca, Chetumal, Riviera Maya, Cancún, Mérida, entre otras.

Una de las últimas exposiciones que alcanzamos a ver antes de recluirnos por la pandemia fue Visión de Anáhuac, inspirada en el libro de Alfonso Reyes que lleva ese título. Se inauguró en diciembre pasado en el marco de la conmemoración de los 500 años de la llegada de los españoles.

▲ Diego Rabasa en una entrevista con La Jornada en 2011. Foto Cristina Rodríguez
De un modo o de otro, lo que siempre he buscado hacer en la vida ha sido tender a aproximarme a la gente. De muy joven creí que podía lograrlo a través de la medicina y el sicoanálisis, pues son aproximaciones que encuentran a los demás al desnudo, vencidos por la enfermedad o por las emociones. Al mismo tiempo, creía que, paralelamente, podía acercarme a los otros mediante la literatura. De hecho, desde niña, si obviamente no con toda la conciencia que el asunto merecía, empecé a encaminarme por estas dos vías hacia una misma finalidad. Descarté la ciencia y me aboqué y me entregué a la escritura literaria cuando advertí que como escritora me podía equivocar, lo opuesto a lo que por cierto no debía sucederle al médico o al psicoanalista al tratar a quienquiera que cayera en sus manos. Esta argumentación me ha dado suficiente tranquilidad y me ha armado de suficiente libertad como para que, de aquellos vacilantes primeros años a mi momento actual, además de haber seguido llevando diario, haya yo podido escribir y publicar una veintena de libros, y de igual modo haya yo podido mantenerme como colaboradora de este mismo diario durante más de un cuarto de siglo. A través de la escritura, ya fuera en un diálogo conmigo misma o ya fuera en el diálogo que he extendido hacia el lector. En esto ha consistido mi existencia, así haya sido de forma acertada, o así haya sido de forma equivocada.

Carlos Bonfil: Disparando a la mafia
Uno de los aciertos del formidable ciclo de documentales presentados gratuitamente en línea este mes por Ambulante en casa (ambulante.org), ha sido rescatar y difundir Disparando a la mafia (Shooting the Mafia, 2019), el trabajo más reciente de la documentalista británica Kim Longinotto (Salma, 2013, Dreamcatcher, 2015), estrenado hace pocos meses en el Festival Internacional de Cine Tulum (Fictu) en la Riviera Maya. En la prolífica filmografía de la directora (más de 20 documentales), destacan temas como la violencia de género y los efectos del fundamentalismo religioso sobre mujeres obligadas a una inmigración clandestina. Hay mucho más, por supuesto, en el bagaje de impresiones y experiencias recogidas en el trabajo de la cineasta por ámbitos muy diversos, Japón, India, África, Chicago y una Europa multirracial a menudo ignorada por los grandes medios. Su larga crónica itinerante se detiene ahora en Italia, lugar de origen del padre de la directora, y se centra en un personaje femenino legendario, la fotoperiodista Letizia Battaglia, quien a los 84 años refiere sus faenas y contratiempos al elaborar reportajes gráficos sobre la mafia siciliana durante los años 70, un campo profesional sembrado de peligros.

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