7/12/2020

Conmemoraciones y demandas de organizaciones sindicales


La Jornada

El Sutin fue un referente del sindicalismo combativo y siempre aliado a las luchas por las reivindicaciones laborales. Con el apoyo de otras organizaciones gremiales, incluso con el amplio apoyo del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) durante la dirección de Joaquín Hernández Galicia ( La Quina), líder durante varios años e influyente personaje del STPRM, el Sutin ha continua-do su lucha.
La fuerza sindical que destacó al STPRM fue destruida durante el sexenio de Carlos Salinas, quien mandó encarcelar al líder de los petroleros y sus actos incluyeron la destrucción de importantes instalaciones, especialmente, la refinería de Poza Rica que, hasta ese momento, era la más importante y productiva de Pemex desde la Expropiación Petrolera.
Posteriormente, el STPRM fue infiltrado con líderes corruptos hasta la actualidad, en detrimento del desarrollo y crecimiento de Pemex. En esta lucha por la democratización del STPRM, la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTYPP) ha venido denunciando la situación y así continúa.
Durante el sexenio de Miguel Alemán Valdés, uno de los primeros presidentes millonarios inexplicablemente, los petroleros fueron a la huelga debido a las violaciones de las garantías laborales y los actos de corrupción delatados ampliamente por Natalio Vázquez Pallares en sus innumerables artículos y condensados en el libro En defensa de nuestro Petróleo, de Ediciones Solidaridad, cuyo prólogo en 1979 tuve el honor de escribir.
La corrupción dentro de los sindicatos mexicanos ha sido característica, y su mayor ejemplo fue el líder eterno Fidel Velázquez. Durante 47 años fue el represor más eficaz al servicio del priísmo contra los movimientos obreros progresistas.
Consecuencia de esos años represivos y violatorios, hoy la CTM enfrenta 168 juicios de amparo. Quieren seguir gozando de privilegios, aunque lo niegue Ángel Celorio, coordinador jurídico de la CTM.
Los sindicatos tendrán que modificar sus estatutos internos, porque es un paso a la democratización. Y tendrán que homologarse a la Reforma Laboral promulgada el 1º de mayo de 2019. El voto libre, secreto y directo no lo conocen, todavía, las bases trabajadoras de innumerables sindicatos. La democracia sindical, tarde o temprano, se ejercerá.
Dentro del movimiento democratizador sindical, el economista Napoleón Gómez Urrutia, actual senador de la República, dirige la Central Internacional de Trabajadores, con más de 150 sindicatos y 190 federaciones.
Recordemos que, en el sexenio de Enrique Peña, Urrutia fue perseguido por supuesto fraude a los trabajadores mineros. Vivió exiliado en Canadá y debido a la presión internacional los cargos fueron retira-dos. La Comisión de Control de los Ficheros de la OIPC-Interpol consideró que no existieron elementos sustantivos para marcarle una ficha roja para ser perseguido y capturado.
De hecho, las demandas por parte del gobierno mexicano fueron rechazadas, ya que las autoridades no presentaron evidencias concretas del fraude, y tampoco se cumplía con las normas de la Interpol. Por lo tanto, en enero de 2014 fue exonerado y a Gómez Urrutia se le adjudicó el carácter de perseguido político. En ese mismo año, recibe la Medalla de Oro IPPY por la publicación de su libro.
Desde hace 86 años en el sindicato minero defendemos los derechos de nuestros compañeros trabajadores y luchamos por defender sus condiciones. Las campañas de desprestigio, lejos de destruirnos, nos han consolidado. Somos referente nacional e internacional, afirmó.
Por parte del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear (SUTIN) existe la inquietud de acercamiento a la CIT, con la finalidad de solicitar el apoyo oficial para que esta industria mexicana retome su desarrollo en cuanto a las plantas nucleares para la producción de energía nuclear y eléctrica.
De la misma forma, debe reactivarse la explotación de uranio, ya que es una fuente de trabajo y, al mismo tiempo, se rescataría una opción de energía eléctrica.
El vicio de la antidemocracia sindical está por terminar.

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