7/18/2020

Paridad de género y reconocimiento de violencia política, sientan bases para participación de mujeres en igualdad

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Ciudad de México. La incorporación de la paridad de género en los tres poderes de gobierno y el reconocimiento de la violencia política contra las mujeres en las leyes de los estados, sientan las bases para que las mexicanas participen en la vida política en condiciones de igualdad. 

De acuerdo con la evaluación de las expertas en derecho electoral, legisladoras y promotoras de los derechos políticos de las mexicanas, estos cambios normativos también construyen el camino para que las mujeres compartan el poder con los hombres.

Las políticas que participaron en el “Cuarto encuentro de Observatorios Locales de Participación Política de las Mujeres”, que se realizó el 13 y 14 de julio, destacaron que los congresos estatales están reformando sus leyes locales para que los cambios legales entren en vigor en los procesos electorales de 2021.

Las modificaciones que podrían abrir más espacios a las mujeres son la reforma constitucional sobre paridad en los tres poderes de gobierno y en los organismos autónomos (publicada el 6 de junio de 2019) y las reformas a ocho leyes generales para definir y sancionar penal y administrativamente los actos de violencia política por razones de género (publicada el pasado 13 de abril).

Avances políticos para las mujeres

Con estas reformas en México, que hoy ya ocupa el cuarto lugar en la lista de los países con mayor porcentaje de mujeres en política, se sientan las bases de la igualdad en la participación política, algo que se ha construido desde 1990 con la introducción de las cuotas de género en la legislación electoral.

Luego de que en 2014 se reconoció la paridad como principio constitucional, actualmente la Cámara de Diputados está conformada por 48.2 por ciento de legisladoras, y el Senado por 49.2 de senadoras y en promedio, en las legislaturas locales las mujeres ocupan 49.7 de las curules.

La diputada integrante de la Comisión de igualdad de Género de la Cámara de Diputados, la morenista Rocío Villarauz Martínez, explicó que las reformas son un parteaguas en la manera de entender el poder político y una forma de distribuir de forma igualitaria el poder entre mujeres y hombres.

Por su parte el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, aseguró que la presencia de las mujeres en los parlamentos sirve también para romper mitos culturales, por ejemplo, que las mujeres en los órganos de decisión no permiten un trabajo igualmente eficaz que cuando hay hombres.

Sin embargo, la participación de las mujeres en las presidencias municipales representa 27.2 por ciento.  

En el encuentro de los organismos que dan seguimiento al avance político de las mujeres, el consejero presidente dijo que la actual vorágine de reformas electorales en los estados es para garantizar la armonización legislativa en torno a las reglas para prevenir la violencia política contra las mujeres por razón de género en el ámbito local.
 
Sin embargo, acotó que la modificación de inicios de fechas de los procesos electorales, que en algunos estados es en septiembre, otros en octubre y unos más en noviembre, parecen no tener el propósito de garantizar igualdad de condiciones para las mujeres, debido a que los actores políticos han tenido la tradición de mover las reglas del juego “al cuarto para las doce”.
 
En este encuentro, la consejera del INE, Dania Paola Ravel Cuevas, expuso que reconocer la violencia política contra las mujeres ha producido condiciones políticas inéditas para las próximas elecciones.

La también presidenta de la Comisión de Igualdad de Género y No Discriminación de este organismo, dijo que el reto es materializar de manera efectiva  los cambios normativos, por ejemplo, para interpretar las reformas y que no terminen por ser usadas en contra de las mujeres.

Señaló que las modificaciones legales de junio de 2019, conocidas como “Paridad en Todo”, también defienden la incursión femenina en el espacio político. Aunque aún hay dificultad para alcanzar la paridad en la postulación a los cargos unipersonales, como las gubernaturas. 

“La casi nula presencia histórica de mujeres para poder ser elegidas gobernadoras, nos invita a repensar las condiciones que se deberán crear para su participación”, señaló.

Otro reto que expuso Ravel será la participación de las mujeres afromexicanas, indígenas y personas que no asuman un género, a partir de la norma binaria sexual en las próximas elecciones de 2021.

La exmagistrada electoral, María del Carmen Alanís Figueroa, señaló que a pesar de los avances para reconocer la violencia política, en Chiapas, Michoacán y Baja California Sur, los partidos políticos impugnaron las reformas por medio de acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En otro encuentro, organizado por el Instituto Estatal Electoral de Baja California, la senadora por Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado, señaló que desde hace más de una década quedó claro que las mujeres quieren el poder, y aunque se vea mal porque se cree que son protagónicas o buscan fuerza; la paridad asentó que mujeres y hombres, en 50 por ciento, deben tomar las decisiones sobre el rumbo político del país.

La legisladora señaló que las aspirantes a cargos públicos también quieren decidir sobre las políticas públicas, los presupuestos y las reformas legislativas. También señaló que aunque hay quien teme que las mujeres usen el concepto de “violencia política” para denostar a los hombres, en realidad se trata de tener reglas claras del juego, es decir, de reglas que garanticen que ellas pueden participar en política sin violencia.

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