3/02/2010

Los periodistas pal café......



Julio Hernández López: Astillero
Los gringos le dan palmadas documentales a sus empleados que en el traspatio realizan sangrientos reacomodos comerciales. Fiesta en Los Pinos porque ya no le descalifica el Departamento de Estado de la potencia vecina como en años anteriores, complacidos los apacibles jueces de Washington porque el propiciatorio consumo norteño fluye tranquilo y ordenado mientras los proveedores sureños se exterminan en las calles conforme al plan diseñado en octubre de 2006, a un mes de que accidentadamente tomara posesión el representante local de la compañía, el lic. Calderón, llevado a esa guerra por los intereses de los patrones representados en aquella reunión secreta por la DEA y la FBI.
Letras estadunidenses de elite que en su reporte anual de resultados de su estrategia contra los narcóticos creen ver en México resultados maravillosos, avances y progreso, a tal grado que, emocionados desde el confort de sus oficinas, en las que no puede haber mayor sobresalto que una mínima elevación del ruido del clima artificial, se permiten la ligereza de considerar que, ¡oh, histórico acontecimiento!, los cárteles del narcotráfico por primera vez enfrentan una amenaza existencial tan grave, pero tan grave, que esta vez no podrán ganar mediante el soborno y la intimidación.
Suspiros desde paraísos alucinados que no corresponden con la terrible realidad cotidiana, sobre todo en el norte del país, donde no existen autoridades, instituciones ni leyes, tomadas como están las carreteras y las calles por los bandos en pugna, en un ambiente de miedo generalizado a causa de hechos reales, como lo ha dicho el propio obispo de Ciudad Victoria, Tamaulipas, Antonio González Sánchez, con cuidado lenguaje que sin embargo no deja lugar a dudas: La cosa es que no fue rumor, hasta donde entiendo fue una realidad; de hecho, otros sacerdotes de otros municipios que tocan a la diócesis me dijeron lo mismo, que en su municipio estaba la gente muy temerosa, entonces yo no creo que fue rumor, según me contaron las personas que lo vieron, pues fueron balas de a de veras lo que sucedió cuando menos en los municipios de Victoria, Abasolo y Soto la Marina (
http://twurl.nl/mj2f8m). En YouTube también está un video realizado por una mujer que cámara al hombro recorrió calles de Ciudad Camargo, Tamaulipas, para dar cuenta de lo que allí sucede (http://bit.ly/aAHn1c puesto en Twitter vía@adalid24). Y un portal periodístico regiomontano que abrió tribuna para hablar de la Frontera al rojo vivo, y donde fue colocado un supuesto comunicado de la Nueva Federación de capos que explica la situación, llama a no temer y da recomendaciones de comportamiento para los ciudadanos en general (http://bit.ly/9WohuQ).
La disociación de la realidad no es gratuita ni impensada. El respaldo externo aparece cuando, según eso, Calderón baja en las encuestas (a las que esta columna de opinión nunca ha hecho gran caso, sabido como es que los resultados suelen ser al gusto del cliente y que no hay un solo mecanismo de supervisión externa que dé confiabilidad a esos guisos internos). Y la vertebración argumental del respaldo gringo a la guerra calderónica sirve para anunciar que cada vez será más el control que los jefes fumadores y consumidores darán a la tierra productora o transportista: en el mencionado informe anual del Departamento de Estado sobre el control del narcotráfico (fuera de sus fronteras, obviamente) se expresa con toda claridad que en los próximos años se verá que Estados Unidos provee centenares de millones de dólares en equipos avanzados para los esfuerzos antinarcóticos en México y para la capacitación de decenas de miles de agentes policiales, de aduanas y seguridad. ¡México, creo en la DEA y la FBI!
Literalmente, el ruido de las balaceras no deja escuchar, apreciar, reflexionar, reaccionar. El Caballo de Troya/Mérida avanza sin parar, mas hoy la atención está puesta en el salvamento individual, en la sobrevivencia familiar. Nada parece conmover a una sociedad que día a día se entera de peores cosas que, sin embargo, apenas alimentan la hoguera intrascendente del chismorreo, el insulto y, a veces, el cinismo de la desesperanza. Allí está el caso extremo de la responsabilidad adjudicada por una comisión investigadora de la Suprema Corte a altísimas personalidades de la siempre impune política mexicana: los nombres y apellidos de funcionarios que por incumplidos o indolentes son corresponsables de la muerte de decenas de niños en la guardería ABC de Hermosillo pero que podrán seguir disfrutando de su riqueza enorme. Por ejemplo, en el caso del ex gobernador Bachoco, Eduardo Bours, símbolo de frivolidad, corrupción y altanería mientras en mala hora tuvo el mando de la gran Sonora, y el actual secretario del negocio de Alí Babá y sus muchas concesiones en materia de transportes y comunicación, Juan Molinar Horcasitas, grillo retorcido que lo mismo aparece en relatos amenazando al estilo gánster a la esposa de Carlos Ahumada que en el episodio de las guarderías y el desbarajuste general del Seguro Social que ahora en el contexto de un supuesto relevo del devaluado secretario Gomón. Ellos fueron, ellos son, junto a otra lista de falsos servidores públicos, pero al igual que a las familias del poder, entre otros, los miembros en Hermosillo del clan intocado de los Zavala Gómez del Campo, nada grave les sucederá. Cuestión de aguantar algunos días de escarnio mientras surge otro escándalo que haga olvidar los anteriores.
Astillas
Ulises Ruiz impuso a su guardaespaldas designado, el diputado federal con licencia, Eviel Pérez Magaña, como candidato a la sucesión. Nadie espere cosas distintas: el gobernador de manos rojas hará lo que sea necesario (incluso cosas pacíficas y legales) para sacar adelante su carta... Y, mientras la férrea alianza perreánica le impone como terrible condición al senador priísta Mario López Valdez que renuncie al PRI para ser candidato de oposición a gobernador de Sinaloa, ¡hasta mañana, con los saqueos en Chile dando paso a las tropas en las calles!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx

Enrique Galván Ochoa: Dinero
Cuánto deben, en conjunto, los clientes de los bancos que tienen tarjeta de crédito? 222 mil millones de pesos, según reporte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Es un dato fresquecito: tiene fecha del 31 de enero de este año. ¿Y cuánto está en cartera vencida porque los clientes dejaron de pagar? 19 mil millones de pesos, alrededor de 10 por ciento del total. Parece una suma exorbitante para un país donde la tercera parte de la población en edad de trabajar no tiene empleo o vive en el subempleo, lo cual viene a ser lo mismo. Sin embargo, bancos y autoridades están relativamente optimistas, la cartera vencida muestra una tendencia a la baja.
GM va sobre Toyota
Poco después de que salió a flote de la quiebra, en julio pasado, el entonces jefe de ventas y marketing de General Motors, Mark LaNeve, fue remplazado por una superejecutiva, Susan Docherty. El fin de semana también ella fue sustituida, en un movimiento que parece marcar el fin de su estrella en ascenso. En su lugar entró Mark Reus, actual director de operaciones para América del Norte. Es el responsable de subir las ventas. Los movimientos muestran la impaciencia del presidente, Ed Whitacre. Es el momento de aprovechar el resbalón de Toyota, pero Ford está resultando más favorecida que General Motors. Fue en los años 80 cuando Toyota hizo su debut en el mercado americano con un famoso gingle: “You ask for it, you got it, Toyota”. De ahí brincó al primer lugar en ventas desplazando a GM. Será difícil quitarle una parte significativa de su mercado. A ambas automotrices las ha golpeado la tragedia.
Dólar a $13.00
De acuerdo con los economistas que el Banco de México consulta periódicamente para conocer sus predicciones, es probable que la moneda se mantenga sin grandes variaciones y podamos comprar un dólar con 13 pesos todavía a finales de año. Habría que preguntarles a los señores expertos si en sus cálculos sólo toman en cuenta variables económicas, o ya comenzaron a considerar –prudentemente– otra de la mayor importancia: la industria del narco, en sus dos aspectos: como generador de dólares y de violencia.

Carlos Fernández-Vega: México SA
Doscientos setenta largos días debieron transcurrir para que oficialmente una autoridad distinta al Poder Ejecutivo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pusiera nombre y apellido a dos de los principales responsables de la tragedia en la guardería ABC de Hermosillo: Juan Molinar Horcasitas, actual titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y Eduardo Bours, ex gobernador de Sonora. Nueve interminables meses para que esa misma autoridad, contrariamente a lo sostenido por las instancias dependientes de Los Pinos (PGR, Secretaría de la Función Pública e Instituto Mexicano del Seguro Social), documentara violaciones de las garantías individuales, abierta ilegalidad en la subrogación del sistema de guarderías del IMSS, irregularidades e incumplimiento de la normatividad por doquier, y desorden generalizado en el otorgamiento de contratos, operación y vigilancia en el citado sistema.
Lo anterior es parte del informe preliminar que ayer divulgó el máximo tribunal del país, el cual obliga a la pareja de Los Pinos y funcionarios que la acompañan a cumplir la palabra empeñada en junio del año pasado y actuar en consecuencia: del caiga quien caiga de Felipe Calderón, pasando por la relación familiar nunca debe estar por encima de la ley, por lo que la investigación debe esclarecer lo sucedido, así como deslindar las responsabilidades correspondientes de Margarita Zavala, hasta el “nos sumamos a la demanda de justicia y castigo a los culpables, porque ésa ha sido la prioridad del IMSS; en el caso de la tragedia de la guardería ABC de Hermosillo (…) el deslinde no debe hacer distingos, ni de relaciones políticas o familiares” de Daniel Karam.
Cuarenta y nueve niños murieron calcinados y 75 resultaron con quemaduras graves en el incendio del 5 de junio de 2009 en la guardería ABC de Hermosillo, subrogada por el IMSS; de inmediato todos los funcionarios (federales, estatales y municipales) se movilizaron a la velocidad del rayo, pero para evadir su responsabilidad lo más rápido posible. El flamante director del IMSS, Daniel Karam, aseguró que la citada guardería aparentemente cumplía con la normatividad; las dos procuradurías involucradas (la estatal y la General de la República) no hicieron más que repartir impunidad a sus respectivos gobiernos, y dar cobertura y tiempo suficiente a los parientes de Margarita Zavala y a los de Eduardo Bours (es decir, los dueños de la ABC) para que salieran ilesos del entuerto; la Secretaría de la Función Pública deslindó de cualquier responsabilidad a Molinar Horcasitas; el Seguro Social encubrió a Carla Rochín Nieto, la licenciada en diseño de interiores por la Universidad de Guanajuato y ex gerente del restaurante El Gallo Pitagórico, a quien encargaron el sistema nacional de guarderías; y todos, absolutamente todos los funcionarios y parientes involucrados apostaron al olvido para enterrar el asunto, como acostumbran hacerlo cuando resultan responsables en situaciones como la descrita.
Pues bien, a punto de cumplirse nueve meses de la tragedia en la ABC de Hermosillo –subrogada por el IMSS a la parentela de la inquilina de Los Pinos, Margarita Zavala, y del ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours–, la Suprema Corte de Justicia adelantó algunos aspectos del informe presentado por su comisión investigadora de los sucesos del pasado 5 de junio en la capital sonorense, entre los que destacan: el desorden generalizado en el otorgamiento de contratos, operación y vigilancia en las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social, el cual no tiene fundamento legal para otorgar a terceros el servicio de guarderías. Por si fuera poco, no hay evidencia de que las autoridades competentes, estatales y municipales hubieran realizado visitas de inspección a la bodega y a la guardería (ABC); sólo 14 de mil 480 guarderías del país que trabajan bajo el esquema de subrogación cumplen con todos los requisitos y a las demás les falta algún tipo de documento; la operación de las prestadoras de servicios es también irregular en su inmensa mayoría, pues solamente 0.3 por ciento de las guarderías cumple cabalmente con los requisitos exigidos para su funcionamiento; “no existe evidencia de que las autoridades competentes, estatales y municipales hubieran realizado visitas de inspección a la bodega y a la guardería, para verificar la existencia de los respectivos programas internos de protección civil.
Lo anterior resume la negligencia y la mentira con las que se han conducido las instituciones del Ejecutivo federal y del gobierno de Sonora: el IMSS, la PGR, la SFP, la procuraduría estatal, Protección Civil y demás involucradas, que sólo encubrieron a los culpables: desde los parientes de la pareja de Los Pinos y los de el entonces gobernador Bours hasta Molinar Horcasitas y funcionarios a su servicio, participantes en una feria de contratos públicos para fines privados que el IMSS legalmente no puede otorgar.
La SCJN detalla que la participación del IMSS en la supervisión que trasciende al ámbito de la protección civil es escasa; aun cuando por virtud de su propia normatividad está obligado a verificar el cumplimiento de normas oficiales mexicanas que abordan esa materia y además remiten a la legislación estatal y municipal del mismo tópico, las autoridades competentes del instituto han omitido vigilar que las prestadoras del servicio cumplan los estándares mínimos de protección civil previstos en dichas legislaciones federales, estatales y municipales.
Quedó probada la existencia de un fuerte vínculo entre el desorden generalizado y la guardería ABC, subraya el informe preliminar, y advierte: “si se toma en cuenta que las irregularidades encontradas en el otorgamiento del contrato, operación y supervisión o vigilancia de dicha guardería son análogas a las que adolecen la casi totalidad de las guarderías de su tipo, se llega a la unívoca conclusión de que ésta no es más que el reflejo del desorden que prevalece en aquéllas… No existe evidencia de que las autoridades competentes, estatales y municipales, hubieran realizado visitas de inspección a la bodega y a la guardería para verificar la existencia de los respectivos programas internos de protección civil. Tampoco que las autoridades competentes del IMSS hubieran emitido, en su oportunidad, la certificación técnica de inmueble donde se alojaría la guardería para cerciorarse de la existencia de muros retardantes al fuego”.
Las rebanadas del pastel
A lo largo de nueve meses los padres de familia de los niños muertos en la ABC han denunciado lo que ahora confirma la SCJN. Bien, pero ¿qué sigue? ¿Se presenta el informe y hasta allí? De ninguna manera, porque, como se exige desde un principio: por nuestros niños y niñas, todas las voces, no a la impunidad.
cfvmexico_sa@hotmail.com y mexicosa@infinitum.com.mx

El Correo Ilustrado
Huella de Montemayor en el pueblo vasco
Desde Euskal Herria también te recordaremos como un gran hombre y luchador social. Siempre recordaremos tu grata y solidaria compañía entre los muros del Reclusorio Norte.
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Paco Ignacio Taibo II: Seguiremos hablando, Carlos
Una vez te dije que viejos rojos, viejos rockeros y viejos novelistas nunca mueren y me propusiste que añadiera a la lista a los cantantes de ópera. Tengo que confesarte que nunca lo hice.
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Francesco Taboada Tabone*: Anita Zapata
Mi padre llegó y se metió a la casa de mi abuelo, como ya lo conocían, había confianza. Se metió hasta el cuarto de mi madre y la sacó, la subió a su caballo y se la llevó a Anenecuilco. Luego nací yo. Ana María Zapata Portillo, hija del general Emiliano Zapata y de Petra Portillo Torres murió en la madrugada del 28 de febrero. Había nacido el 22 de julio de 1915 y era la segunda hija del general Zapata.
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Marco Rascón: Montemayor: humanismo es la consigna
Ante la superficialidad del pensamiento, la política, las críticas y hasta de los premios, características de hoy, toparse con un hombre como Carlos Montemayor era de entrada y a la primera frase un contraste, una convocatoria a bajar a lo profundo, indagar, buscar la esencia de las cosas y estar ante la consigna de lo humano.
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André Breton llegó a México con su mujer en abril de 1938. Antes de su arribo, Agustín Lazo publicó en Cuadernos de arte núm 2, ediciones de la Universidad, una Reseña sobre las actividades sobrerrealistas, que entonces fue el principal, pero no el único ensayo realizado por un mexicano sobre el movimiento. Tradujo el término literalmente al español y otros colegas suyos así lo hacían, aunque no Luis Cardoza y Aragón , quien participó en las filas surrealistas.
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Vilma Fuentes: A Carlos Montemayor
Carlos Montemayor me preguntó, no sin mostrar su asombro y su curiosidad, durante la presentación de Castillos en el infierno, en 2006, por qué le dediqué esta novela. Eran tantos los motivos que balbucí una vaguedad sobre las afinidades electivas. Un equívoco pudor, y mi alergia al florilegio de elogios mutuos que más engañosos parecen entre más se expresan, me impidió decir en público, y en privado, la deuda que tenía con él.
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Carlos Montemayor: Agravio a la sociedad
La violencia de Estado agravia a la sociedad. Es insultante que la policía y el ejército, que debían servir de custodios de la libertad, priven precisamente de la libertad a ciudadanos inocentes e inermes. Agravia que el Ministerio Público, que debe asegurar la procuración de la justicia, pisotee los derechos de los ciudadanos. Se agravia a la sociedad cuando los jueces encarcelan, procesan y condenan injustamente en vez de fungir como garantes de la justicia en la sociedad entera. Es el mayor agravio que las autoridades políticas repriman y dejen una estela sangrienta en la sociedad a la que debían servir, proteger y salvaguardar. Estos agravios son injustificables en la conducta del ejército, cuerpos policiacos, jueces y autoridades políticas en los casos aberrantes de desprecio a los derechos humanos y civiles de los campesinos, carpinteros, profesores y regidores Loxichas aprehendidos en el año 1996 y que en 2008 siguen defendiendo su dignidad e integridad moral y social. No hay justificación ni dignidad en ninguna autoridad cuando la violencia de Estado se vuelve contra la sociedad misma.
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Alejandro Encinas Rodríguez
El error de 2009
Las recientes declaraciones de Carlos Salinas de Gortari en el Centro de Estudios Espinosa Yglesias pusieron al descubierto no sólo el encono y confrontación que guarda su relación con Ernesto Zedillo, sino muestran con nitidez los mecanismos de poder por los cuales se adoptan las decisiones de política económica por los altos funcionarios de la hacienda pública, supeditados a los poderosos grupos económicos del país y al gobierno de EU.
Salinas ha reconocido hechos, oportunamente denunciados por la izquierda mexicana, que durante años personeros oficiales y oficiosos del sistema negaron: el gobierno de Zedillo filtró información privilegiada a unos cuantos empresarios sobre la inminente devaluación del peso en 1994, lo que dio lugar a una fuga masiva de capitales y al agotamiento de las reservas internacionales.
Salinas aseveró que las medidas adoptadas para enfrentar la crisis fueron sugeridas por las autoridades financieras de Estados Unidos y acatadas por el gobierno de Zedillo, como fue el incremento de las tasas de interés del 7 al 110%, lo que llevó, junto con otras decisiones, a la insolvencia financiera al país; a la quiebra de decenas de miles de empresas; al empobrecimiento de millones de mexicanos y al desmantelamiento de la banca nacional, que hoy se encuentra, en 80%, en manos de extranjeros.
Estas decisiones provocaron la quiebra de la economía nacional y el mayor nivel de endeudamiento de nuestra historia. Las deudas privadas se hicieron públicas; los especuladores favorecidos con la información gubernamental se enriquecieron aún más y la inmensa mayoría de los mexicanos pagan con su miseria las corruptelas y errores de “servidores públicos” que se mantienen en funciones.
¿Qué tanto ha cambiado el comportamiento de los funcionarios públicos desde entonces y cómo se ha modificado esta situación? Si nos atenemos al manejo de la información oficial que pronosticaba un pequeño catarrito a la economía mexicana ante los embates de la crisis hipotecaria en Estados Unidos y al llamado boquete fiscal que llevó al incremento en los impuestos para el presente año, prácticamente nada, ya que la absurda subestimación de esa situación trajo consigo un resultado desastroso.
De acuerdo con los resultados del INEGI, en 2009 el PIB se desplomó en 6.5%, la mayor caída en 76 años, sólo superado por la de 14.83% durante el gobierno de Pascual Ortiz Rubio en 1933. Ello significa que durante los tres primeros años de la administración de Felipe Calderón, la tasa de crecimiento promedio anual de la economía fue negativa en 0.56%, en contraste con los últimos dos sexenios, incluido el de Ernesto Zedillo, cuando en los tres primeros años de su gobierno, pese al error de diciembre de 1994, la economía creció en promedio 2.2%.
La economía mexicana acumula cinco trimestres de contracción, ya que la recesión en México inició en el último trimestre de 2008, cuando se registró una caída de 1.1% en la producción de bienes y servicios, lo que pasó inadvertido al ahora gobernador del Banco de México. El pequeño catarrito se convirtió en una de las peores crisis económicas en la historia del país, a la que se suma el desplome en 50% de la inversión extranjera en México, al caer de 23 mil 170 millones de dólares a 11 mil 417 millones de dólares; la caída en las remesas que los trabajadores mexicanos envían del exterior en casi 16%, al pasar de 25 mil 137 millones de dólares en 2008 a 21 mil 181 millones de dólares, y, lo más delicado aún, pese al falso optimismo oficial, el desempleo alcanzó en enero de 2010 su tasa más alta: 5.87%, lo que significa que cerca de 3 millones de mexicanos buscan empleo y no lo encuentran.
Así, la economía mexicana se ha colocado deshonrosamente a la retaguardia del crecimiento en el mundo durante 2009, por debajo de Haití en Latinoamérica y de otros países de Europa del este, y será hasta 2012, si la economía de Estados Unidos sale de su marasmo, cuando se empiece a recuperar el nivel que se tenía al inicio del terrible 2009 que vivimos los mexicanos.
alejandro.encinas@congreso.gob.mx
Coordinador de los Diputados Federales del PRD
Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
Montemayor, Teresa y Alberta
Me asedian sentimientos encontrados por la muerte de Carlos. De un lado, una tristeza profunda y un sentimiento de pérdida por el vacío que nos deja. Del otro, la alegría de su herencia magnífica y la suerte de haberlo conocido con todo y el privilegio de su amistad.
En el plano de su sapiencia no hubo campo del saber humano que no haya explorado y caminado dejando huellas claras e imborrables: la novela, el ensayo, la investigación histórica, la música, el canto y sobre todo la creación poética que aparece como una constante en todo el resto de su obra; si no, que lo digan títulos tan sugerentes como Las armas del alba, Guerra en el paraíso y La Tormenta y otras historias.

En el plano de las querencias, Montemayor supo ser chihuahuense indagando lo mismo en capítulos clave como el asalto al cuartel de Madera o en la entraña colectiva de la sierra Tarahumara “… pueblo de estrellas y barrancas”. Su interés por la patria grande se extendió a todo el territorio étnico con obras como el Diccionario del náhuatl en el español de México o Letras Mayas Contemporáneas de la Península de Yucatán; además de talleres y múltiples esfuerzos por preservar nuestra identidad ancestral. Pero amó también manifestaciones universales tan diversas como el aprendizaje y luego la traducción de grandes obras italianas, francesas, inglesas, hebreas, griegas y latinas clásicas y contemporáneas.

Su erudición fue cuasi legendaria: que si se sabía de memoria óperas completas de pe a pa, que si hablaba perfecto en diez o doce lenguas distintas, o que si leía no sé cuántos libros por semana. Indiscutibles, eso sí, su sentido del humor y su ingenio para alargar las noches en casa de Sebastián y Gabriela.

Pero lo que le da el gran sello distintivo respecto a los intelectuales de su tiempo es que aun desde las alturas del conocimiento y del reconocimiento jamás se olvidó de los de abajo. Fue un pacifista, pero tuvo una comprensión generosa e inteligente hacia quienes optaron por la vía de las armas luego de padecer injusticias y represiones sistemáticas. El título de su libro póstumo lo dice todo: La violencia de Estado en México.

Por ello, creo que el mejor homenaje que podemos hacerle a Carlos Montemayor es perseverar en sus buenas causas. Como la libertad de Teresa González Cornelio y Alberta Alcántara Juan, mexicanas indígenas condenadas a 21 años de cárcel por el increíble secuestro de seis agentes armados de la AFI. Todo por la persistencia acusatoria perruna de este gobierno federal a través de la Procuraduría General de la República.

Gracias, Carlos, por seguirnos inspirando.

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