7/17/2010

El SME y el patrón sustituto

José Antonio Almazán González

La desesperación ha invadido al gorjeante titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y, actuando como lo que siempre ha sido, un empleado de la oligarquía patronal, se anticipa a la decisión de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) y declara improcedente el reclamo del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en su carácter de patrón sustituto. Su nervioso trino es más notable cuando se apresura a anunciar que a partir del 15 de julio habrá un nuevo periodo de liquidación, con un generoso bono, cuyo origen presupuestal apunta a peculado, y convoca a los trabajadores electricistas a cobrarlo pues, según él, no habrá sustitución patronal.

La opinión pública se pregunta: si, como dice Javier Lozano, el reclamo de patrón sustituto es improcedente, ¿por qué ofrece tan generosas liquidaciones, cuando bien le podría ahorrar ese dinero al erario público? Las razones de su inquietud son evidentes, pues a nueve meses del golpe fascista en contra del SME todo apunta al fracaso de la estrategia de Felipe Calderón de exterminar al gremio y su contrato colectivo de trabajo, y alguien tendrá que pagar los costos de su entreguista desempeño. Particularmente destacan dos hechos que comienzan a ser del dominio público: el reconocimiento del interés y la personalidad jurídica del SME en lo colectivo e individual y, por otro lado, el conocimiento de dos documentos que Calderón reservó (ocultó) a la opinión pública, probatorios que desde los primeros minutos del 11 de octubre de 2009 la CFE ha venido actuando como patrón sustituto en la región atendida por Luz y Fuerza del Centro (LFC).

A.- La aberrante decisión de validar la extinción de LFC quedará inserta en las páginas negras de la historia nacional, justo en el centenario de la Independencia y el bicentenario de la Revolución, como una prueba irrefutable del sometimiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a los intereses privatizadores del patrimonio nacional. Sin embargo, la lucha de resistencia del SME y la digna y heroica huelga de hambre en el Zócalo de la ciudad de México obligó a la SCJN a reconocer al SME una condición que Calderón y Lozano buscaron arrebatarle desde el 5 de octubre, cuando le negaron la toma de nota a la mitad de la dirección del SME encabezada por su secretario general, Martín Esparza Flores.

Ocultado deliberadamente por la campaña mediática que destacó la extinción de LFC, la SCJN resolvió que existe unanimidad de votos en el sentido de que el secretario de Trabajo del SME sí tiene legitimación para promover en nombre de éste el presente juicio de amparo. Reconocimiento que va más allá del 14 de julio y se extiende por todo el tiempo que dure el juicio de amparo y la demanda del SME. Asimismo, por votación de seis a cuatro los ministros reconocieron que los trabajadores afiliados al Sindicato Mexicano de Electricistas sí están legitimados para promover el presente juicio de amparo. Igualmente la SCJN desechó (por una mayoría de siete votos) la solicitud de la JFCA para negarles el interés jurídico a los trabajadores individualmente considerados.

De la misma manera, por una mayoría de siete votos, la SCJN rechazó la decisión de la juez de distrito de negarle interés jurídico a 6 mil 835 trabajadores electricistas y se desechó, también por unanimidad, su argumento de subordinar los derechos individuales a los colectivos.

Después la SCJN se extravió conscientemente para evadir el fondo de la inconstitucionalidad del decreto de extinción, pero casi al final de su sesión plenaria reconoció la extraordinaria importancia en términos de las reivindicaciones del sindicato del tema de la sustitución patronal o del patrón sustituto, acordando por unanimidad: 1. que este tema no forma parte de la presente litis constitucional y 2. dada la importancia de este argumento, convendría eliminar los que nosotros pudiéramos tener en el proyecto sobre el patrón sustituto para que sea la JFCA la que se pronuncie sobre este tema y ya sobre esos pronunciamientos pues se ejerzan los medios de defensa que cada quien estime pertinentes.

B.- A las 00:10 del domingo 11 de octubre la subsecretaría de Electricidad envió el oficio número 300.250/2009 al director general de la CFE, comunicándole que, conforme a lo señalado en los artículos dos y tres del decreto de extinción y para asegurar la adecuada prestación del servicio público de energía eléctrica en el área de LFC, le ha solicitado al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) que ponga inmediatamente a disposición de la CFE los siguientes bienes del organismo que se extingue, así como los derechos accesorios y asociados a dichos bienes. Minutos después, a las 00:25, se firmó un convenio, cotejado por la notaría 103, entre el SAE, en su carácter de liquidador de LFC, y la CFE, y pone a disposición de esta última los bienes de LFC, a fin de garantizar la continuidad del servicio público de energía eléctrica y la integridad del sistema eléctrico nacional.

Estos elementos son los que han puesto nervioso al tuitero de la STPS y por eso, pisoteando la autonomía de la JFCA (en el caso que la tenga, pues no lo ha desmentido), Lozano declara que es improcedente la demanda de 29 mil 889 trabajadores que reclaman la figura de patrón sustituto a las que hay que sumar cerca de 13 mil presentadas por trabajadores liquidados voluntariamente. La aplicación de la figura de patrón sustituto es irrefutable, tal como lo reconoce el artículo 41 de la Ley Federal del Trabajo y el 290 de la Ley del IMSS. Las declaraciones de Lozano, acerca de que la representación del SME concluye el 14 de julio, no son más que patadas de ahogado, reveladoras de la intromisión del gobierno en la vida interna del SME. No te liquides. ¡La lucha sigue!


SME: negociación y resolución impostergables

Editorial La Jornada
La reunión efectuada ayer por la tarde entre representantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y funcionarios de las secretarías de Gobernación y del Trabajo y Previsión Social se vio opacada por la ausencia del recién nombrado titular de la primera dependencia, José Francisco Blake Mora. Durante el encuentro, la dirigencia sindical reiteró a las autoridades su voluntad de negociar y solicitó una audiencia con el presidente Felipe Calderón Hinojosa.

En los nueve meses transcurridos desde la extinción, vía decreto presidencial, de Luz y Fuerza del Centro (LFC), los intentos gubernamentales por hostilizar y debilitar al movimiento que encabeza el SME, que cuenta con el respaldo de distintos sectores de la sociedad organizada, han tenido el efecto de profundizar un conflicto generado por las propias autoridades. La coyuntura que plantea el relevo reciente al frente de Gobernación parece propicia para que el gobierno dé un viraje en su actitud de beligerancia y confrontación con los trabajadores de LFC, y resulta desalentador, por ello, que el nuevo titular de esa cartera no haya asistido a la reunión con los representantes de ese gremio. Tal ausencia, por añadidura, hace inevitable preguntarse si acaso Blake Mora no ha podido –a más de 48 horas de su nombramiento– tomar plena posesión de su encargo y atender asuntos de importancia central, como el referido.

Ayer mismo, en lo que debe interpretarse como un nuevo gesto de distensión, las autoridades capitalinas y la dirigencia sindical acordaron suspender las movilizaciones que ha venido realizando ese gremio en días recientes. Tal decisión, sin embargo, está condicionada a que haya un avance en la mesa de negociación con el gobierno federal, según expresó el dirigente del SME, Martín Esparza, y ello coloca a la administración calderonista ante una disyuntiva: corresponder a esa disposición al diálogo o sembrar nuevos obstáculos a las perspectivas de solución del conflicto. Un precedente ineludible al respecto es la actitud del gobierno federal de torpedear en meses anteriores los esfuerzos de la comisión de notables –integrada por el rector de la UNAM, José Narro; el ex director del Politécnico, Enrique Villa, y los coordinadores parlamentarios de PRI, PAN y PRD en el Senado– para buscar una salida al conflicto.

Sería lamentable que esa conducta se repitiera ahora, cuando los esfuerzos del gobierno citadino y la organización sindical se han traducido en la apertura de un compás de espera para negociar. La continuidad de la cerrazón y la sordera del grupo gobernante no sólo resulta, en esta circunstancia, elemento impresentable desde el punto de vista político; también lo es por elementales razones humanitarias, habida cuenta del estado de salud crítico que enfrentan varios trabajadores del SME luego de meses de ayuno, en especial Cayetano Cabrera.

En el momento actual se requiere, en suma, que el gobierno federal cobre conciencia de los riesgos que implica la persistencia de las tensiones con los trabajadores de LFC, contenga el carácter beligerante de algunos de sus colaboradores y se disponga a buscar, junto con la dirigencia sindical, una salida consensuada. Es pertinente recordar que el principal obstáculo para la resolución de este conflicto no es de índole financiera, como insistió el gobierno en los días posteriores al decreto de extinción, y ni siquiera legal, sino de voluntad política

.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario