7/15/2010

POR UN PRESIDENTE POPULAR EN MÉXICO, JURISTAS



SITUACIÓN NACIONAL Y TAREAS DEL MOVIMIENTO SOCIAL PARA LA COYUNTURA 2010 – 2012


POR UN PRESIDENTE O PRESIDENTA

POPULAR DE MÉXICO


Por: Eduardo Miranda Esquivel


15 de julio de 2010


La unidad popular nacional es hoy una tarea imprescindible del movimiento social en esta coyuntura histórica de 2010 – 2012, aún por encima de "la unidad de las izquierdas" y partidos, a fin de articular y potenciar las resistencias y luchas reivindicativas y políticas de nuestro pueblo hacia la disputa del poder del gobierno, para llevar a cabo las transformaciones que reestablezcan el Estado social de derecho y la verdadera democracia, libertad y justicia social en México. Así lo he expresado en diferentes reuniones, conferencias, mítines, foros y talleres a los que he sido invitado últimamente.


Estas ideas son producto de la sabiduría popular que hemos retomado, sistematizado y socializado en forma personal y colectiva a lo largo de muchos años de lucha y especialmente en los últimos tres años (2007 – 2010), en los que la Unión de Juristas de México (UJM), junto con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y otros gremios defendimos la seguridad social en contra la reforma a la Ley del ISSSTE y luego en contra de las Afores y la reforma laboral. Movimientos en los que patrocinamos más de 2 millones de amparos e impartimos más de mil conferencias en el país.


En esas contiendas conocimos la cruda realidad social existente en la mayor parte del país, observamos el enorme potencial de nuestros pueblos y capacidad de respuesta y lucha de las y los trabajadores, y la fluidez de ideas sobre la situación nacional y las tareas del movimiento social y popular para la coyuntura 2010 – 2012. Así construí y se construyó un discurso que comparten una importante cantidad de dirigencias sociales, intelectuales, escritores y patriotas, y que están dispuestos a suscribirlo públicamente, por ello, presentamos al pueblo de México, sus organizaciones y líderes, una propuesta para la acción con la idea de que próximamente con base en ella, públicamente se adhieran y suscriban a la misma, como una…


DECLARACIÓN DE UNIDAD POPULAR NACIONAL


1.- México vive circunstancias difíciles y determinantes para el futuro de la nación, o se hace realidad el proyecto de nación libre, popular y soberana por la que lucharon los independentistas y los revolucionarios hace doscientos y cien años, o bien, se continua existiendo en la zozobra, esperando que la pobreza, el desempleo, la delincuencia y la extrema violencia toquen nuestras puertas y arrebaten nuestras vidas, libertades y derechos.


2.- Las condiciones actuales son semejantes a las que dieron cauce a la independencia en 1810 y similares, a las que propiciaron la revolución en 1910, caracterizadas por una extrema desigualdad social, bajo regímenes que hicieron de la tiranía, el dispendio y la represión su estilo de gobernar; ahora en 2010, más del 50 por ciento de nuestra población se encuentra en pobreza, 8 millones en desempleo y subempleo, en condiciones en las que solamente unas cuantas empresas y familias son dueñas del país.


3.- En México el actual sistema de economía de mercado, dependiente del exterior, con atrasos y enormes desigualdades, está agonizante. La crisis estructural existente, agravada por la recesión mundial, es integral, profunda y sostenida, sin opción alguna de satisfacer a corto plazo los requerimientos de la mayoría de las y los mexicanos en alimentación, empleo, vivienda, salud, seguridad social, educación, recreación, deporte y cultura.


4.- La "recuperación" de la economía nacional es una invención del mal gobierno, ya que los niveles de productividad, empleo y bienestar, si es que los hubo en las tres últimas décadas, tardaran años para alcanzar los índices que se mantenían antes del 2009. Así lo muestra la realidad nacional y lo proyectan entidades internacionales, como la OIT y la OCDE, lo cual es sumamente grave si a ello se le suma la incompetencia y avaricia de nuestros gobernantes, que aprovechan el servicio público y la crisis para hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.


5.- La crisis económica ha dado paso a la descomposición política del modelo neoliberal de gobernabilidad, al desmantelar los gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y otros, el Estado social y popular que forjaron los sentimientos de la nación de 1811, y las Constituciones de 1824, 1857 y 1917. En la administración pública se da una orientación derechista, de funcionarios y mafias que se sirven del poder para su beneficio personal y de grupo, dejando de ser estos gobiernos una alternativa de gobernabilidad democrática.


6.- Esta situación de descomposición e ingobernabilidad ha venido sumiendo al país en el caos económico, la confusión política y la violencia social, degradando el nivel de vida de la población y la estabilidad familiar, alimentando aún más la perversión y desvío de poder y la interpretación torcida y facciosa de la ley, así como, la desintegración de las instituciones, dándose en la sociedad una lucha de grupos e intereses que amenazan con el hundimiento de la nación mexicana, en perjuicio de nuestra soberanía, patrimonio nacional, recursos y gentes.


7.- En materia de justicia el saldo es similar. La división de poderes y la impartición de justicia pronta, completa, gratuita e imparcial es solo una formalidad constitucional. La justicia se compra y se vende al mejor postor. Desde hace años la Corte y demás tribunales y juzgados han despachado justicia en función de los intereses de los grupos dominantes, dándole la espalda una y otra vez al pueblo. La simulación e ilegalidad en la impartición de justicia se ha convertido en el puntal de la impunidad, corrupción e ineficacia que caracterizan al ministerio público.


8.- La violación de los derechos humanos en el país es una constante, sin que las comisiones públicas de derechos humanos hagan nada efectivo para preservarlos, en un contexto de inseguridad pública y creciente militarización. La represión, persecución y crimen de opositores va en aumento, ante el beneplácito de un poder judicial divorciado de la sociedad, con salarios que agravian a la clase trabajadora al devengar los Ministros 200 veces o más de lo que gana un modesto obrero; y una institución de policía ineficaz, generalmente corrupta y descoordinada entre si, compuesta de más de 2 mil corporaciones, más bien preparados para la persecución de la protesta social.


9.- En 28 años de políticas neoliberales se ha desmantelado el Estado de bienestar establecido por la Constitución de 1917, por parte de los gobiernos federales del PRI y del PAN, y la complicidad de los gobiernos locales, de sus partidos satélites y la ineficaz oposición de los llamados partidos democráticos oficiales, involucionando jurídica y administrativamente los principales logros de la revolución popular mexicana, como la reforma agraria, la propiedad comunal, el ejido, la economía social, el derecho cooperativo y los derechos humanos laborales y de seguridad social.


10.- En ese contexto, la vida económica capitalista y las políticas neoliberales están desahuciadas. El pueblo ya no quiere más de lo mismo y por doquier, desde décadas atrás, la inconformidad crece y se manifiesta, alcanzando el movimiento popular expresiones en todas las formas de lucha, desde las protestas callejeras, las huelgas, los paros, los amparos masivos, hasta el levantamiento de los pueblos y la participación electoral coartada. Y en toda ésta suma histórica de movilidad social el resultado ha sido, en la mayoría de los casos, desfavorable a las fuerzas democráticas y revolucionarias.


11.- La prolongada derrota del movimiento popular en sus diversas expresiones, entre otros factores, hay que atribuirla también a la falta de unidad popular e incapacidad táctica y estratégica de los liderazgos para orientarse en la lucha de clases y conseguir los propósitos, aprovechando todas las formas de lucha y el enorme potencial de rebeldía ciudadana, al circunscribir preventivamente las protestas a la "legalidad", el "movimiento pacifico", la reconciliación y hasta la alianza con nuestros verdugos, provocando en el ánimo popular ausencia de liderazgos visibles con capacidad de convocatoria popular.


12.- En la coyuntura actual el núcleo principal de la lucha es la lucha político electoral de masas, por el momento que vivimos, la tradición electoral de nuestro pueblo a través de su historia y la evidente dispersión y debilidad que existe en el movimiento social para concretar en este momento la realización de huelgas generales o paros cívicos que frenen las acciones del gobierno en contra de la economía popular y los derechos sociales. En las condiciones actuales solamente el pueblo puede salvar al pueblo, pero para ello, se requiere del poder del gobierno y para alcanzar éste, es imprescindible la unidad popular.


13.- En la historia del mundo y del país, las constituciones y la instalación de congresos constituyentes son el resultado de la lucha y de la correlación de fuerzas. No son producto de los buenos deseos y voluntad de los dirigentes e intelectuales más preclaros del movimiento. Por eso resulta ocioso que en este periodo las fuerzas democráticas nos desgastemos en la organización de un congreso social para la instalación de un nuevo constituyente y la aprobación de una nueva constitución, al no existir condiciones, ya que éstas vendrán por si solas cuando la lucha del pueblo madure por su libertad.


14.- En la historia reciente la participación electoral popular ha sido secuestrada por los partidos oficiales de "izquierda" o "socialdemócratas", reconocidos y financiados por el Estado y bajo las reglas y juego de éste. Aún las élites de los partidos progresistas, como el PRD, han convertido estos espacios en cotos o mafias de poder inaccesibles para la participación ciudadana. A diferencia de la experiencia latinoamericana en México las organizaciones más consecuentes han sido excluidas o autoexcluidas de los procesos electorales, dejando de influir en esta importante forma de lucha, permitiendo que dichos partidos sean en la práctica un obstáculo para el cambio social, en vez de que lo guíen o faciliten.


15.- El poder autoritario y corporativo del Estado mexicano y la oligarquía que lo domina ha logrado hasta ahora perpetuar su poder mediante la manipulación mediática, la represión, la guerra sucia, el fraude electoral y recientemente con la alternancia en el poder de la derecha, en condiciones en las que la participación electoral de la llamada "izquierda electoral" ha transitado de la incapacidad para hacer valer el voto popular que le favorece hasta concertar alianzas con la derecha que desdibujan y desnaturalizan los principios, valores y metas de la izquierda social, de ello dan cuenta los resultados de las elecciones de 1988, 2000, 2006, 2009 y recientemente las del 4 de julio de 2010.


16.- En este 2010 el saldo electoral es desfavorable nuevamente al pueblo de México y a las fuerzas de izquierda. El movimiento popular se encuentra arrinconado y sus vertientes más sobresalientes se hayan en la inmovilidad, la dispersión y la focalización de sus resistencias, dejando a merced de las cúpulas partidarias la definición electoral hacia el 2012, destacando las elecciones del Estado de México en 2011 y la presidencial y del Distrito Federal en 2012, totalmente divorciados del movimiento social, en un ambiente en el que los partidos van por un lado, inmersos el descrédito y el jaleo interno, y el pueblo y los trabajadores van por otro, tratando de sobrevivir y hacer valer sus derechos, como los maestros, los mineros y los electricistas.


17.- En esa ruta nadie logrará lo que todos juntos. Es hora ya de que dejemos a un lado nuestras diferencias y rencores. De que aprendamos a mezclar todas las formas de lucha y su riqueza, si queremos poner un ¡Basta ya, de gobiernos así! Hay que practicar la unidad y no solamente declararla. Se precisa hoy de la más amplia unidad popular como madre de nuestras próximas batallas. La consigna es con el voto al gobierno y con el pueblo al poder. Promovamos la discusión en todas partes de la participación popular electoral de masas y organicémosla, combinando la lucha reivindicativa con la lucha por el poder, para que a corto plazo nos lleve a un proceso de selección y nombramiento de un candidato a presidente o presidenta popular de México.


18.- Dicho candidato tendría en todo tiempo y lugar el compromiso de enarbolar el programa de gobierno democrático popular de transición, que el pueblo apruebe en asambleas, sugiriendo como ejes inalterables del programa: I) La defensa de la soberanía nacional y popular; II) La construcción de una economía social y solidaria; II) El establecimiento de un sistema de democracia real y libertades políticas; y IV) La legalización de un sistema de justicia social democrático y respetuoso de los derechos humanos. Con unidad popular, candidato único y dirección colectiva la victoria será nuestra, sin necesidad de alianzas espurias.


19.- En la ruta electoral hacia el 2012 la posibilidad de un candidato de unidad popular se desvanece en razón de las circunstancias, los intereses de las cúpulas partidarias, la guerra sucia del régimen y la incapacidad de nosotros para actuar con unidad y prontitud. Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubon (en orden alfabético), cada cual con sus fortalezas y debilidades, se perfilan como algunos de los aspirantes visibles y posibles de la llamada "izquierda electoral", pero cercados por las mafias partidarias que los apoyan, y limitados relativamente cada uno de ellos de un amplio apoyo popular y ciudadano y del consenso de los referentes de izquierda del país.


20.- La elección de un candidato popular es un asunto colectivo del pueblo para el pueblo, de movilización y educación social y no una cuestión de unos cuantos, ni mucho de dos. La discusión y movilización masivas de este tema, ligada a las luchas concretas ciudadanas, puede ser un detonante valioso para promover la unidad popular y visibilizar a esa gran cantidad de patriotas y liderazgos que existen en nuestra tierra y formar un gran movimiento o frente coyuntural que nos permita organizar la participación electoral de masas, territorial y sectorialmente en cada uno de las entidades y distritos electorales, desde abajo y a la izquierda, por encima de los partidos, y conformar el programa y la estructura necesarios para la disputa de la nación.


21.- Rumbo al 15 de septiembre y 20 de noviembre de este año, el pueblo mexicano nada tiene que festejar y si mucho que conmemorar a los héroes que han forjado la Republica, porque conmemorar es volver a vivir y a luchar. La propaganda del régimen ha convertido estas fechas históricas en el icono de sus borracheras anulando hasta ahora el grito de los pobres, de los excluidos, por ello, en esta ocasión no se vale el silencio, sino por el contrario, el empoderamiento de nuestros principios y plazas. Repudiemos los jolgorios del régimen y en cada rincón del territorio levantemos la voz y nuestras banderas por un México mejor, esa es la mejor manera de recordar al padre Hidalgo, al cura Morelos y a otros, como los legendarios Zapata, Villa y Ricardo Flores Magón, para que volvamos a cabalgar sobre el cielo de la nueva patria.


22.- En suma, las condiciones económicas y sociales actuales son similares a las que antecedieron a los movimientos de Independencia y emancipación de 1810 y 1910. Las políticas públicas del Estado hoy son parecidas a las que ejerció la corona española, con los peninsulares en el poder, y el Porfiriato, con los científicos al mando, al promover la entrega de nuestros recursos nacionales a compañías y gobiernos extranjeros, con mayor endeudamiento, aumento de impuestos, nuevas contribuciones, privatización de servicios y cancelación de derechos, en un ambiente de represión, militarización y autoritarismo gubernamental. Las políticas del PRI, PAN y del gobierno del presidente Felipe Calderón son contrarias a los intereses nacionales y populares.


Por lo anterior, las y los mexicanos que suscribimos la presente Declaración llamamos a la ciudadanía, al pueblo de México, a sus organizaciones y líderes a construir la unidad popular nacional en esta coyuntura y realizar una conmemoración más de nuestras gestas libertarias, desde abajo y a la izquierda, alzando la voz y promoviendo la más amplia unidad popular en contra del neoliberalismo por una patria libre, democrática y de bienestar general. El futuro es nuestro.


Adhesiones y contactos:

Presidencia Colegiada de la Unión de Juristas de México.

Teléfono oficina 55102817

Celular 5537319665

E-mail: unionjuristas@hotmail.com

Página Web: www.uniondejuristasdemexico.com

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