7/16/2014

Más investigadoras en España, aunque afrontan “techo de cristal”


   Siguen sin ocupar altos cargos en academias y empresas


El número de mujeres investigadoras en España aumentó con respecto al porcentaje de hombres y a nivel europeo. Sin embargo, estas científicas siguen sin ocupar puestos de responsabilidad.

Así lo refleja el informe “Científicas en Cifras”, elaborado por la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Economía y Competitividad, presentado el pasado jueves en la capital española.

El informe es el principal documento estadístico sobre la situación de las investigadoras en España y Europa. El trabajo analiza la presencia de las mujeres en los distintos sectores de la ciencia y la investigación y el desarrollo (universidades, organismos públicos de investigación y empresas privadas) durante el periodo 2008-2012.

La tasa anual de crecimiento del personal investigador por sexo muestra que la participación de las mujeres aumenta más que la de los hombres en todos los sectores, y que el incremento de la participación femenina es mayor en el sector empresarial.

Sin embargo, pese al aumento de investigadoras, el número de catedráticas (17 por ciento) está aún por debajo de la media europea, que es de 20 por ciento.

Además, apenas el 6 por ciento de las universidades españolas están dirigidas por una mujer. La proporción de rectoras pasó de 8.2 por ciento en 2008 a 6 por ciento en 2012, una reducción de más de dos puntos porcentuales.

Según el estudio, las mujeres ocupaban 25 por ciento de los decanatos y direcciones de escuela universitarias, puestos que al igual que el de rector son “electivos”. En cambio, suponían, respectivamente, 40 y 43 por ciento de los vicerrectorados y vicedecanatos, puestos que se otorgan por designación.

Más datos atestiguan la segregación en la carrera de investigadora. Las catedráticas y profesoras eméritas (el equivalente en los organismos públicos de investigación) representan 19.7 por ciento del total de personas en estos puestos.

Sin embargo, ellas ocupan 48.5 por ciento de los primeros contratos posdoctorales (ayudantes o auxiliares de investigación), cinco puntos más que la media europea.

Su proporción se reduce a 39 por ciento al llegar al nivel B (contratos estables como el de docente titular en la universidad), lo que supone un punto por debajo de la media de la Unión Europea, y el “techo de cristal” resulta muy evidente en los puestos de máximo nivel.

La situación es similar en los organismos públicos de investigación, aunque la brecha vertical resulta algo menor, y lo que sí se ha reducido es la “segregación horizontal” por disciplinas científicas.

Actualmente 48 por ciento de mujeres se doctoran en Matemáticas y Computación, lo que se sitúa en la media de Ciencias Sociales y Humanidades.


Cimacnoticias/AmecoPress Madrid.-

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