3/03/2016

Los periodistas pal café. . . .



Es la segunda ocasión consecutiva en que el breve diccionario político del peñismo se entrampa con las mismas palabras respecto de hechos críticos de resonancia internacional. Primero fue el uso de la etiqueta #MisiónCumplida por parte de la fiscalía española al emprender el extraño estremecimiento de poderes en Los Pinos al detener al ex presidente nacional del PRI Humberto Moreira, así fuera de manera breve y, al menos en términos estrictamente judiciales, con benevolencia signada por la diplomacia mexicana expresamente defensora de un coahuilense acusado de delitos graves. Como si fuese un mensaje en clave o una ironía de primer nivel, la policía hispana usó las mismas palabras que días atrás había pronunciado en pleno éxtasis Enrique Peña Nieto, al anunciar como misión cumplida la reaprehensión del principal narcotraficante del país, el que vergonzosa y significativamente se había fugado de una cárcel de alta seguridad.
Ayer se produjo el segundo cruce silábico en las alturas. Em-ble-má-ti-co, fue el punto de confluencia textual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el propio Peña Nieto que el pasado Día de la Bandera puso pie en Iguala por primera vez desde la tragedia de los 43 normalistas de Ayotzinapa y aprovechó el blindado viaje para postular, en una nueva versión de su conocida tonadilla del ya supérenlo, que Iguala es un municipio emblemático en nuestra historia nacional, (que) no puede quedar marcado por esos trágicos acontecimientos.
La CIDH piensa muy diferente: el caso Ayotzinapa, sucedido en Iguala y presuntamente en Cocula, es un ejemplo emblemático de la aparente colusión entre agentes del Estado e integrantes del crimen organizado. Así lo expresó en su informe anual sobre México, en el que dicha comisión ha recogido testimonios y evidencias de que en México se vive una impunidad estructural y casi absoluta, una grave crisis de violencia y de seguridad, violaciones graves a los derechos humanos y una generalizada simulación de la procuración de justicia. Un diagnóstico así hace recordar las etapas más oscuras de dictaduras civiles y militares, con el puño de acero en guante de seda (cada vez más desgastado) que formó parte de la doctrina de seguridad nacional practicada por personajes emblemáticos (ah, la palabrita) como Fernando Gutiérrez Barrios y otros eficaces mezcladores posteriores de la demagogia oficial con la represión y el encubrimiento.
La postura de la CIDH es una expresión más seca y directa de lo que durante meses han conocido los miembros del mencionado Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes a propósito de Ayotzinapa-Iguala. A los investigadores extranjeros les parece increíble el grado de manipulación procesal y el deterioro de garantías y libertades en México, y no solamente en el caso de los 43 desaparecidos. La procuración de justicia, entregada a niveles federal y estatales a pandillas políticas, está vertebrada de tal manera que sólo puede ser activada positivamente con dinero o influencias, convertida la gran mayoría de esos funcionarios de los poderes ejecutivos, los procuradores o fiscales, en verdugos implacables y sistemáticos de quienes no tienen recursos ni palancas, capos de la legalidad especializados en retorcerla por consigna.
En el Poder Judicial también ha sufrido levantón la justicia, mediante una serie de simulaciones y entendimientos oscuros que van de los juzgados a los tribunales y la Suprema Corte, movilizada la maquinaria operativa desde el más bajo nivel hasta el más alto, en infinidad de casos, a partir del aceitar riguroso con dinero en efectivo o negociaciones económicas o políticas en los ámbitos directivos. La procuración de justicia (correspondiente a los poderes ejecutivos, con sus procuradores o fiscales) y la administración de justicia (correspondiente a los poderes judiciales, con jueces, magistrados y ministros) están convenientemente organizadas para garantizar la impunidad, la violación a los derechos humanos y la injusticia.
El peñismo, sin embargo, sordo y ciego políticamente, transgresor del orden jurídico y provocador constante contra la paciencia social, insiste en sus fórmulas de desatención extrema de las fórmulas mínimas de respetabilidad institucional. Ante el creciente descrédito internacional por la torpe conducción económica, la pérdida de soberanía nacional y la lamentable etiquetación de nuestro país como territorio cruento y salvaje, Los Pinos ha emitido nuevos regalos de amiguismo e influyentismo en cuando menos la mitad de las casi dos docenas de cargos diplomáticos recién anunciados.
A la Cuba que simboliza la reconversión mundial en curso, donde México tuvo una histórica presencia determinante y ahora está totalmente fuera de foco (gracias, entre otras cosas, a las pifias de Jorge Castañeda y Vicente Fox), EPN ha propuesto el envío de alguien sin experiencia diplomática ni roce internacional. Enrique Martínez y Martínez, ex gobernador de Coahuila, ex titular de Sagarpa, delegado del PRI en muchos estados, entre ellos el de México, es el hombre de Peña en La Habana. A la Unesco pretende el envío de un triangulador de negocios (todo legalito, desde luego) entre la Ciudad de las Ideas en Puebla, el consulado en San Francisco y Televisión Azteca, Andrés Roemer. El espacio no da para dar más ejemplos de esta atrocidad diplomática.
Y, mientras en Oaxaca la procuraduría de Gabino Cué citaba ayer a declarar por acusaciones de violencia familiar al sacerdote Manuel Arias Montes, principal impulsor de denuncias de pederastia clerical contra un centenar de indígenas menores de edad, protegido el abusador sexual por el arzobispo José Luis Chávez Botello (quien cambió de parroquia en parroquia a Gerardo Silvestre Hernández hasta que fue inevitable su encarcelamiento), en una doble pinza que busca retirar el ejercicio ministerial a Arias y llevarlo a prisión, ¡hasta mañana, con Carolina Monroy del Mazo, prima segunda de EPN, lista para buscar la candidatura priísta al gobierno del estado de México!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx


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¿Cómo andará el planeta que, según la encuesta Pulso del Inversionista Global, realizada por BlackRock, los mexicanos siguen siendo mucho más optimistas que el resto del mundo en lo que se refiere a su futuro financiero. Y eso que en días recientes hubo una serie de anuncios deprimentes: la devaluación, la quiebra técnica de Pemex y el endeudamiento récord del gobierno. Por si no lo sabían, 70 por ciento de nosotros estamos ahorrando, aunque la mayoría no tiene empleo o está en el subempleo. BlackRock matiza su entusiasmo y añade: ‘‘Aunque muchos todavía no están ahorrando lo suficiente para el retiro’’. Pero vuelve a la carga: ‘‘La mayoría de los mexicanos (58%) describe su futuro financiero en términos positivos, y aunque este número es menor al de 2014 (65%), permanece muy por encima del promedio global (56%). Igualmente, 60% confía en que está tomando las decisiones correctas en torno a sus ahorros e inversiones, comparado con el 53% de los encuestados a nivel global’’. Con respecto a los riesgos financieros, señala ‘‘el estado de la economía mexicana (60%) y el alto costo de vida (47%), seguidos por la inflación (43%) y el incremento de impuestos (39%), como las mayores preocupaciones’’. BlackRock es una empresa que maneja fondos de inversión, la mayor de todas, dicen, en la que tiene intereses el Grupo Slim. ¿Entre quiénes habrá hecho la encuesta?
Banqueros nerviosos
No todos ven el futuro color de rosa. ‘‘La velocidad del crecimiento de la deuda podría ser preocupante’’, dijo a Bloomberg Alexis Milo, economista en jefe para México de Deutsche Bank. (La deuda global del gobierno federal brincó a 9 billones de pesos, según datos de Hacienda). La promesa que hizo el gobierno en días pasados, de eliminar más de 132 mil millones de pesos del gasto del presupuesto de este año, no ha despejado del todo los temores, según Marco Oviedo, economista en jefe para México de Barclays. De acuerdo con Bank of International Settlements, el endeudamiento es el más alto desde 1995, durante el llamado Efecto Tequila, cuando el pánico llevó a los inversionistas a irse en desbandada. La deuda se mide por la capacidad de pago. El problema es que cayó el ingreso del petróleo.
¿A cuál le van?
El llamado Supermartes es el día en el que coinciden más elecciones primarias en el sistema de elección indirecta de Estados Unidos. El martes pasado eligieron delegados en 12 estados. Los resultados dieron como vencedores a la precandidata presidencial demócrata Hillary Clinton y al republicano Donald Trump. Sobrevive el liberal Bernie Sanders. Eso pasa de aquel lado de la línea, donde Trump insiste en que va a correr a los indocumentados y a plantar un muro fronterizo, que costaría entre 10 mil y 12 mil millones de dólares y hará que los mexicanos lo paguemos. Iremos a pagarle con Yucatán, porque el petróleo ya se acabó. ¿Con cuál de los candidatos le iría mejor a México? Un sondeo en Twitter dio los resultados que aparecen en la gráfica. El sábado tendremos los totales.
Resfríos y estornudos
‘‘Cuando el peso mexicano se resfría, Laredo estornuda’’, dice Les Norton, que dirige la Asociación de Comerciantes de la ciudad texana. No es resfriado, es pulmonía; es una devaluación del peso de más de 40%. Los negocios de Nuevo Laredo están muy afectados. Además, ahora los consumidores tienen que pagar el nuevo impuesto al valor agregado (IVA) de 16 por ciento, cuando anteriormente era de 11. Lo mismo sucede en las demás ciudades fronterizas: Ciudad Juárez y El Paso; Mexicali y Caléxico, y en Tijuana y San Ysidro.
Ombudsman.Social
Asunto: el cese de los profesores
Cómo duele que nada más por sus pistolas cesen a 3 mil 360 profesores, cuando ni siquiera les dan una oportunidad para actualizarse o capacitarse en sus debilidades. El que ocupa el sillón que antes tuvieron Vasconcelos, Torres Bodet, Narciso Bassols o Agustín Yáñez, no es idóneo para el cargo. Estas son acciones de prepotencia, ignorancia y autoritarismo. Y de nuevo se ve la inutilidad del SNTE (otra fábrica de ricos).



La realidad desmiente a todos aquellos que insisten en reclamar que con Enrique Peña Nieto en Los Pinos y su ministro a la diestra (o al revés) nada crece en este país. ¡Falso!, porque si bien el avance económico y social brilla por su ausencia, allí está el monstruoso incremento de la deuda del sector público federal, que rompe récord mes tras mes (y llevan 38 de ellos en la residencia oficial).
Desde que el equipo que sí sabe gobernar (él mismo dixit) cómodamente se instaló en la ex hacienda de La Hormiga, el primero de diciembre de 2012, el saldo de dicha deuda no ha dejado de crecer a un ritmo mensual promedio de 87 mil 375 millones de pesos, hasta acumular un aumento de 3 billones 320 mil 261 millones de pesos al cierre de enero pasado.
Las cifras que se citan no provienen de un enloquecido enemigo del régimen y la modernidad, sino de la santísima Secretaría de Hacienda, a cargo del ministro del (d) año, el mismo que lleva tres años y pico prometiendo un futuro prometedor y negando que a la economía mexicana la dañe el brutal avance de la deuda, los recortes presupuestales, el desplome de los precios petroleros, la apreciación del dólar (léase la devaluación del peso) y lo que se acumule.
Bueno, cómo estará la dinámica de endeudamiento que tan sólo en enero de 2016 (las cifras más frescas de la Secretaría de Hacienda) el saldo de dicha deuda se incrementó 333 mil millones de pesos, a razón diaria de 10 mil 742 millones o, ya en plano masoquista, 447.6 millones por hora. Y eso apenas en el arranque del año. A ver dónde o cómo acaba todo esto.
Con Peña Nieto en Los Pinos la economía mexicana reporta un promedio anual de crecimiento de apenas 1.9 por ciento, pero en materia de endeudamiento público el incremento –también como promedio anual– ha sido superior a 20 por ciento, es decir, una diferencia de diez tantos entre uno y otro indicador.
La noticia, pues, es que con Peña Nieto y su ministro sí hay crecimiento, y en qué proporción: el saldo de la deuda del sector público federal se incrementó de 5 billones 173 mil 147.4 millones de pesos, el primero de diciembre de 2012, a 8 billones 493 mil 408.6 millones al 31 de enero de 2016. En 38 meses de estancia en Los Pinos tal saldo aumentó la friolera de 3 billones 320 mil 261.2 millones, o si se prefiere, 64.18 por ciento, y contando.
Como se ha comentado en este espacio, de muchos años atrás los mexicanos recién nacidos ya no llegan con torta bajo el brazo, sino con un grueso pagaré para cubrir la parte proporcional del débito público que le corresponde por cortesía del gobierno federal, la cual se ha multiplicado por siete desde que a este país arribó el cambio.




En un proceso electoral de la envergadura del de la presidencia de Estados Unidos no hay declaraciones o posicionamientos contingentes o espontáneos. Lo que se juega hace que equipos enormes y poderosos decidan cada cosa que se dice, el momento de las declaraciones y los gestos sugeridos.
Cuando Donald Trump, mediante palabras estridentes, muestra odio hacia los latinos, específicamente contra los migrantes mexicanos, no lo hace como un mero gesto que expresa una loca personalidad individual, sino que un previo estudio de opinión de sus potenciales votantes realizado por sus asesores le recomienda la creación de una empatía política con las capas derechizadas de la población estadunidense.
El éxito electoral de Trump revela a una parte importante de la población de ese país que quiere realizar lo que el candidato vocifera. Para intervenir con inteligencia en este fenómeno atípico debemos saber el perfil de los ciudadanos que apoyan decididamente al magnate; ya no sólo los clásicos blancos, varones, ricos y protestantes perfilados en las derechas estadunidenses, sino clases medias y trabajadoras que ven a los migrantes como culpables de algo que les ocurre. Es la conocida figura de la víctima expiatoria.
Y esta última es la construcción de una narrativa: un elemento extraño viene a nuestro país y provoca males que nos afectan. Esos males son desempleo e inseguridad. Es muy torpe atacar frontalmente con insultos al candidato, porque sus votantes se enardecen y el poder electoral de Trump aumenta. Se debe convencer a sus simpatizantes de que los migrantes no son causa de sus males, mediante estudios y estrategias comunicativas persuasivas.



Leemos. Salvo en casos de extremada precariedad (no ha de confundirse con pobreza, porque hay pobres de solemnidad que leen más y con mejor provecho que ciertos individuos prominentes), en esta civilización el texto escrito sigue siendo, a pesar de todo, un objeto simbólico indispensable para relacionarnos con el mundo. Es, por así decirlo, el conocimiento hecho carne, el logos materializado. Poco importa ya que sea impreso en papel, estampado en acrílico o ingeniosamente emulado mediante los pixeles de una pantalla electrónica de cualquier especie.
Leemos y escribimos con toda suerte de dispositivos –del bolígrafo al teclado, real o virtual– y al realizar ambas actividades echamos mano de conjuntos tipográficos de uso generalizado. Salvo por lo que se refiere a la escritura a mano y su posterior lectura, empleamos caracteres diseñados y trazados por otras personas para el empleo masivo y rara vez reparamos en ellos. La acuciante búsqueda del significado de las palabras escritas no nos deja tiempo para fijar la atención en particular en una jota, en una zeta, en una efe. Tampoco solemos hacerle caso a la fuente en la que leemos o escribimos y casi siempre nos da igual si es compensada o no, y si se trata de una egipcia, una gótica o una humanista. Pensamos, a lo más, que está muy pequeña y es, por ende, de difícil lectura, o que es demasiado grande y que no nos va a caber el texto en la hoja de papel, la pancarta o el anuncio.
Sin embargo, las características tipográficas de un texto inciden de una manera sutil en nuestra aceptación o rechazo, en nuestra comprensión o nuestro pasmo y hasta en el estado de ánimo con que leemos algo. Baste, para demostrarlo y evidenciar la incomodidad, con llevar las cosas hasta cierto extremo y emplear una fuente que puede parecer genial para un anuncio o un logotipo pero que resulta inadecuada para componer un cuerpo de texto.





En su informe anual sobre México, difundido ayer, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señaló que nuestro país pasa por una una grave crisis de violencia y de seguridad desde hace varios años, debida en buena parte a la guerra contra el narcotráfico impulsada por la pasada administración calderonista –que no ha experimentado cambios sustanciales en la presente administración– y por el reforzamiento de la participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, lo cual ha desatado aún mayor violencia, así como violaciones graves a los derechos humanos en la que se observa una falta de rendición de cuentas. Sobre el crimen perpetrado en Iguala el 26 de septiembre de 2014, en el que fueron asesinadas seis personas y a raíz del cual 43 estudiantes normalistas continúan desaparecidos, el organismo internacional afirmó que es un ejemplo emblemático de la aparente colusión entre agentes del Estado e integrantes del crimen organizado, y subrayó que es muestra de las graves deficiencias de las investigaciones en este tipo de casos, como la impunidad estructural y casi absoluta en los crímenes que tienen lugar en el país.

La Ciudad de México y las ruedas de la fortuna
Es como si un enfermo terminal de cáncer estuviera preocupado por un piquete de mosquito. Así me parece la avalancha contra la rueda de la fortuna de Chapultepec, que al lado de sus vecinos cercanos, los monstruos de las torres Mayor, Reforma y Bancomer, resulta un simpático pequeñín que juega en el bosque.
¿Qué tan europeos se sienten los habitantes de los países no miembros de la Unión Europea (UE)? Me imagino que bien. Piensen en Noruega o Suiza.

El presidente Evo Morales no es de ninguna manera el malo de la película. Pese a su tendencia autoritaria, ha gobernado con buen suceso un país de tradición caótica, signado por golpes de Estado, dictaduras militares y repetidos periodos de inestabilidad, donde ningún presidente civil podía mantener firme el piso bajo sus pies en el Palacio Quemado; y los resultados de su gestión económica y social son notables en cuanto a la disminución de la pobreza y el manejo de las finanzas públicas, reivindicando, además, la soberanía de los recursos naturales del país.

El secretario de Educación Pública dijo reconocer el sentido de responsabilidad de los maestros que se sometieron a la evaluación. Pero es imposible saber si alguien lo hizo por un supuesto sentido de responsabilidad. Con sus burdas y ofensivas zalamerías, el secretario pretende ocultar que el inhumano y agraviante trato dado a los maestros es equiparable al que se da con palos y zanahorias. Palos, materializados en la amenaza de despido, y zanahorias en forma de aumento salarial, préstamos para obtener una casa ¡y la permanencia en el empleo por cuatro años más! Este ha sido el mecanismo, apoyado con el Ejército y las policías, para conseguir que 125 mil profesores se sometieran a unos exámenes aberrantes que son una farsa de evaluación de desempeño.

Emir Sader ha publicado en estas páginas (1/3/16) un artículo muy sugerente: Las vías abiertas de América Latina. En su texto comienza diciendo que en los años 90 del siglo pasado la región vivió un momento económico y político muy peculiar que, para algunos autores, coincidió con la implantación y/o consolidación del neoliberalismo al sur del río Bravo.

La rotunda victoria de Donald Trump en el supermartes de las elecciones primarias en Estados Unidos lo colocan ya como muy probable candidato a la presidencia por el Partido Republicano, como vaticinan las encuestas. Faltan meses de aquí a noviembre pero, si no ocurre un imprevisto, no se ve otro personaje en el campo republicano que pueda hacerle frente con posibilidades de éxito.

¿Quiénes son los responsables y grandes ganadores del retraso de 24 años en la regulación y freno de las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI), que según el consenso científico articulado por el Panel intergubernamental sobre cambio climático de la ONU, está en la base del colapso climático antropogénico (CCA) en curso? Estudios de Richard Heede (Climatic Change, enero, 2014); Robert Brulle (Climatic Change, enero 2013), Justin Farrell (Academia Nacional de Ciencias, mayo 2015) y Tim Gore (Oxfam, 2015) ayudan a dilucidar lo que para una abrumadora mayoría (97 por ciento) de la comunidad científica del mundo es, junto a una guerra nuclear, el riesgo mayor jamás afrontado por la humanidad y la biota global.

El paradigma dominante de atención médica basado en su mercantilización ha modificado profundamente el trabajo médico. La introducción del aseguramiento, público o privado, como mecanismo de financiamiento y de la competencia entre administradores de fondos y prestadores públicos y privados, ha alterado a fondo la lógica del trabajo médico y el lugar de la práctica clínica en la atención. El poder médico con sus implicaciones problemáticas ha sido subordinado a los intereses del complejo médico-industrial-asegurador, compuesto por empresas médicas, la industria farmacéutica y biotecnológica, de tecnología médica y aseguradoras.

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