3/09/2016

Los periodistas pal café. . .



El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa (JDO), es un lastre para el sistema político y, en particular, para los intereses priístas en la sucesión de esa entidad estratégica para la recolecta periódica de votos. El ex ayudante de Fidel Herrera Beltrán ha acumulado tal cantidad de yerros que por más artificios de mapachería que se realicen parece demasiado cuesta arriba para el tricolor aspirar al triunfo en la contienda por un periodo de mando de dos años, sobre todo tomando en cuenta que contra el PRI se ha levantado en tono retador y grandilocuente un ex priísta convertido al PAN, igualmente malévolo y manipulador, Miguel Ángel Yunes Linares.
Inequívocamente dañino para los intereses priístas, Duarte de Ochoa no es removido (por la vía legal o la de facto, alcanzable ésta mediante los mecanismos de coerción que históricamente se depositan en manos de quien vive en Los Pinos) debido a que no se desea colocar la cabeza del torpe mandatario en la bandeja electoral del PAN. Para evitar esa derivación hacia el adversario electoral, el PRI nacional ha buscado exacerbar la previa animadversión explícita de Héctor Yunes Landa, candidato a la gubernatura, contra JDO, con la esperanzade que la eventual caída de JDO pueda ser capitalizada por el priísta.
Manlio Fabio Beltrones tampoco tiene mayor aprecio por JDO. En septiembre de 2011, 35 cadáveres fueron depositados en la Glorieta de los Voladores de Papantla, en Boca del Río, y el gobernador de Veracruz esbozó lo que luego sería su tesis de que tales cosas suceden a quienes se portan mal, al minimizar los hechos y apresurarse a adjudicar antecedentes criminales a los muertos. Beltrones, entonces senador, dijo que no es fácil que más de una treintena de cadáveres sean depositados en una vía pública, a la luz del día, y con el conocimiento de todos, y que la justificación pueda ser que no es tan difícil ni tan malo porque se trataba de delincuentes.
En ese contexto, Los Pinos debe levantar o bajar el dedo pulgar en estos días para impulsar u obstruir la realización de un juicio político en el Congreso federal contra Duarte de Ochoa, acusado, como si no tuviera tantos otros expedientes oscuros en su contra, de no dar cuen- tas precisas por 15 mil 700 millones de pesos, según la Auditoría Superior de la Federación. La situación en Veracruz es ya insostenible. Los bandos criminales (los no oficiales y los oficiales) han sembrado muerte, terror e impunidad en la entidad y el saqueo de las arcas públicas es implacable. ¿Los cálculos electorales, priístas y sobre todo pinoleros, impulsarán a mantener o a deponer al gobernador indefendible?
Más que un candidato posible, pareciera que Aurelio Nuño Mayer fuera un precandidato fusible. Es decir, una pieza del tendido peñista colocada para soportar descargas excesivas e incluso fundirse, con tal de proteger el buen funcionamiento del sistema en general y, en particular, de algunas piezas o pieza que serían las verdaderamente consideradas por el mando central para sostener brillo y viabilidad futura.
Con esa predisposición tecnológica, AureNuMa le entra a todo, como fajador sin mañana, dispuesto a batirse obsesivamente para dar apariencia de que hay orden, mano dura, proyecto. Lo mismo se complace en anunciar despidos de profesores rebeldes ante la reforma administrativa de lo educativo que se asoma por rutina semanal a escuelas bajo control en las que posa tiernamente con educandos, en una presunta campaña de promoción personal que no ha prendido.
También se alista para uno de los grandes negocios del sexenio, los certificados de infraestructura educativa nacional (Cien), que le permitirán gastar miles de millones de pesos en la mejoría de planteles escolares, mediante una operación financiera que consigue fondos de la Bolsa Mexicana de Valores para privatizar el sistema educativo del país, deuda que técnicamente no es deuda pero que finalmente deberá ser pagada a los particulares que ahora están aportando tales fondos.
En esa caracterización del villano gozoso, el precandidato fusible montó ayer otra escena descriptiva del autoritarismo cerril que se enseñorea en las alturas del poder político mexicano. Según el secretario censor, es absolutamente reprobable que el partido Morena y su jefe máximo, Andrés Manuel López Obrador, realicen alianzas con profesores de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), núcleo muy importante de la CNTE, y hagan el compromiso político de que si ganan el control del Congreso de Oaxaca habrán de dar reversa a ciertas decisiones gubernamentales (una alianza, por lo demás, con reticencias, pues los profesores no apoyan plenamente al candidato de Morena a gobernador, pero decidieron participar en busca de curules, reservándose el derecho de diversificar su voto en cuanto a la gubernatura). En particular le parece sumamente irritante al secretario Nuño que se ofrezca la posibilidad de que el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (Ieepo) regrese a la situación anterior a las andanzas reformistas del peñismo.
Es significativo que el nuevo ensayo de intolerancia haya sido dirigido contra un partido y un virtual candidato presidencial en específico, pero marcas o apellidos son secundarios ante lo central, que es la pretensión de Nuño Mayer de condicionar y prohibir cierto tipo de posturas, ofertas o decisiones de partidos políticos. Si éstos no tienen la oportunidad de cambiar el orden de las cosas mediante resultados electorales, entonces no tendría sentido esa competencia en urnas, pues solamente cabría para los participantes contender para sostener ese orden de las cosas tal como está, definido por poderes que entonces serían dictatoriales. Un miembro del gabinete presidencial, secretario de educación pública, no debería, por ningún motivo, mezclar la noble tarea a su cargo con la metralla partidista o electoral, ejerciendo una retórica de granadero que, en este caso, solamente confirma que dicho político cumple el papel de fusible provocador. ¡Hasta mañana!, Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero



El esquema no es novedoso. Ya fue probado en la privatización bancaria. Ahora toca el turno a Petróleos Mexicanos (Pemex).
Carlos Salinas de Gortari cambió las leyes para que el sector privado pudiera adueñarse paulatinamente de la entonces banca nacionalizada. El Grupo Monterrey, encabezado por Eugenio Garza Lagüera, adquirió una parte minoritaria y luego el total de las acciones de Bancomer. Luego vino la crisis bancaria y lo vendió a su actual propietario, el español BBVA. El esquema fue aplicado a las demás instituciones, y hoy 90 por ciento del sistema está en poder de capital privado y extranjero. De acuerdo con las declaraciones del director de Pemex, José Antonio González Anaya, las refinerías –¡el corazón de la industria petrolera nacional!– se asociarán ya con capital privado. Según esto, no hay dinero. Necesita socios. Sin embargo, cuando había dinero de sobra, con el barril a 100 dólares, cancelaron la construcción de la refinería de Tula. Será cuestión de tiempo para que Pemex pase al sector privado. Eso es lo pactado, no hay que olvidarlo, con la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton. Fue el ticket de regreso del Partido Revolucionario Institucional.
Si saben contar, mejor ni cuenten
Foto... con las codiciables 720 hectáreas del aeropuerto de la ciudad de México. El secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza, cortó las alas al inquieto Salomón Chertorivski, quien ha andado manoseando la idea de construir una submetrópoli que sacará –¡oh, sí!– de la pobreza a 3 millones de capitalinos. Sólo que el gobierno federal tiene una idea distinta. No hay duda de que terrenos y terminales son propiedad del gobierno federal, y será el que decida qué ocurrirá con ellos cuando entre en operación la nueva terminal aérea, dijo Gerardo Ruiz Esparza luego de inaugurar el 28 Congreso de ingeniería, convocado por el Colegio de Ingenieros Civiles de México. Eso sucederá en el año 2020, cuando ya no estén en el gobierno Chertorivski ni Ruiz Esparza. Por tanto, no es definitivo. Según el secretario de Comunicaciones, se buscará que sea en beneficio de la sociedad, tal vez para crear terminales intermodales o universidades, pero lo cierto, expresó, es que se trata de infraestructura muy valiosa (la actual) que no se puede destruir. Sólo que ésta no ocupa más que la mínima parte de las 720 hectáreas y los capitalinos verían con agrado que el resto se convirtiera en bosque. ¿Por qué no someterlo a consulta pública? Por lo pronto, Chertorivsky quedó fuera del juego. Y ya van dos: también a Simón Levy le dieron jaque mate en el corredor Chapultepec.
El maíz
El segundo tribunal unitario en materia civil y administrativa, encabezado por el magistrado Benjamín Soto Sánchez, ordenó a la Secretaría de Agricultura abstenerse de otorgar permisos de liberación o siembra de maíz transgénico hasta que se resuelva en definitiva el juicio colectivo promovido por científicos, especialistas y campesinos. Los demandantes son Antonio Turrent Fernández, en el área de agronomía; Víctor Manuel Toledo, en la de socioambiental; en antropología, historia y cultura, Julio Glockner y Narciso Barrera Bassols; ética y patrimonio gastronómico, Raúl Hernández Garciadiego; derechos humanos, el padre Miguel Concha Malo, director del centro Fray Francisco de Vitoria, y en patrimonio alimentario, Luciano Concheiro y Patricia Moguel. Las empresas trasnacionales demandadas desde julio de 2013 son Monsanto, Syngenta, Pioneer Dupont y Dow. Además, la Sagarpa y la Semarnat.
@VoxPopuli



Existe una perturbadora convergencia entre el teórico de la guerra permanente mediante el choque de ocho civilizaciones (sic), Samuel Huntington, y el pragmático multimillonario Donald Trump sobre el supremacismo blanco de los WASP (white anglo-saxon protestants: angloestadunidenses protestantes blancos).
La única diferencia es que Huntington es venerado, mientras Trump es abominado, por el complejo militar-industrial.
Huntington, tan mexicanófobo e islamófobo como Trump, fue el coordinador de la planeación de seguridad en el Consejo de Seguridad Nacional con James Carter, además de darling de las universidades Yale, Harvard y de Chicago.
En su libro más reciente, ¿Quiénes somos? (https://goo.gl/2MY7uH), una oda a la mexicanofobia –en la que presuntamente colaboró un efímero canciller del doble cara Vicente Fox–, observa que en 1930, los angloestadunidenses continuaban siendo el grupo dominante y, posiblemente, el mayor en número de la sociedad estadunidense, pero étnicamente (sic) Estados Unidos había dejado de ser una sociedad angloestadunidense.
A su juicio, los angloestadunidenses, quienes “habían pasado a ser los WASP, si bien habían ido perdiendo peso proporcional en la población, la cultura anglo-protestante de sus antepasados colonos sobrevivió durante 300 años como el elemento definitorio primordial de la identidad estadunidense”.
Huntington, apologista del apartheid de Sudáfrica, realiza una alarmante pregunta cabalmente racista: ¿Estados Unidos sería el que es hoy en día si en los siglos XVII y XVIII no hubiera sido colonizado por protestantes británicos, sino por católicos (¡supersic!) franceses, españoles o portugueses? La respuesta es no, no sería Estados Unidos: sería Quebec, México o Brasil.
Agrega que la cultura anglo-protestante de Estados Unidos ha combinado instituciones y prácticas políticas y sociales heredadas de Inglaterra (incluida, de manera muy especial, la lengua inglesa) con los conceptos y los valores de protestantismo disidente (sic) que los colonos trajeron consigo.
En el capítulo 11, sobre las viejas y nuevas líneas divisorias, con el subtítulo nativismo blanco (sic), cita a Wallerstein siete años después de la votación por la defenestración (impeachment) de Bill Clinton: “¿Tan difícil resulta ver (…) la rebelión (sic) de los hombres WASP contra lo que perciben que es su decreciente papel en la sociedad estadunidense?”
En su repelente libro El choque de las civilizaciones y la reconfiguración del nuevo orden mundial –que lanzó, después de la disolución de la URSS, en el think tank de extrema derecha neoliberal AEI–, entre sus ocho (sic) polémicas civilizaciones se encuentra la occidental –núcleo de la anglosfera, netamente protestante–, que colisiona con la de Latinoamérica, eminentemente católica.
Sea a nivel doméstico, sea a nivel continental, a juicio de Huntington la inmigración latino-católica representa una amenaza cultural para Estados Unidos, que pudiera dividirlo en dos poblaciones, dos culturas y dos idiomas.
Huntin



La buena noticia es que hay Pemex para rato, porque si bien la empresa del Estado no pasa por su mejores momentos financieros y productivos, su solvencia está garantizada por sus abundantes y crecientes reservas petroleras, de acuerdo con el flamante director general del corporativo, José Antonio González Anaya. Hay con qué responder, pues.
La mala es que no habrá solución real mientras los planes de restructuración y saneamiento no incluyan una limpia a fondo que saque las manos de la voraz caterva de funcionarios y ex funcionarios, miembros del gabinetazo, senadores, diputados, líderes sindicales, amigos de la prensa y demás fauna pública y privada (cada cual con su respectivo ejército de parientes, compadres, amigos, socios, intermediarios, comisionistas, entenados y conexos) que han saqueado a la ex paraestatal.
Allí está el caso del ex director Emilio Lozoya, quien en un abrir y cerrar de ojos tuvo la habilidad de transformar los números negros de Pemex en espeluznantes números rojos nunca antes reportados por la empresa productiva del Estado. En tiempos de vacas ya no flacas sino verdaderamente famélicas, este personaje sin experiencia alguna en el negocio del oro negro (pero con muy buenos contactos en OHL) se dedicó a contratar –con salarios de lujo– a sus amigos y a los recomendados de la citada caterva, al tiempo que compraba astilleros en Galicia, pagaba a precio de oro las recompra de paraestatales privatizadas 20 años atrás por no ser estratégicas (Salinas dixit).
Como bien denunció La Jornada (Enrique Méndez y Roberto Garduño), el amigo de OHL incrementó 300 por ciento las plazas de élite en Pemex. En el trienio en que Emilio Lozoya dirigió Petróleos Mexicanos se triplicó la alta burocracia en la petrolera y engrosó el número de direcciones corporativas, de cuatro que existían desde 1992, a nueve, y se agregaron nuevas subdirecciones, gerencias y subgerencias, lo que aumentó en más de 500 las plazas en el corporativo.
La justificación de Lozoya “para aumentar el número de funcionarios administradores de alto nivel es que se buscaba la eficiencia y competitividad, maximizando el valor de los hidrocarburos y la rentabilidad de las actividades de transformación industrial. Así, la reorganización que implementó modificó la estructura de Petróleos Mexicanos, que en 1992 durante el sexenio de Carlos Salinas, se dividió en cuatro organismos subsidiarios y un corporativo, así como 69 empresas filiales que dependían de la entonces paraestatal… El proyecto avalado por el consejo de administración incluyó la designación de nuevos directores generales, subdirectores, gerentes y subgerentes” (ídem).
De acuerdo con la información estadística de la empresa productiva del Estado, cuando Lozoya ocupó la oficina principal en la torre de Marina Nacional las plazas de confianza sumaban 30 mil 344 y en sólo un año de estancia en la dirección general las incrementó a 32 mil 17 y cerró 2014 en 31 mil 581. En total, la plantilla de Pemex (sindicalizados y de confianza) pasó de 150 mil 697 a 153 mil 85, y sólo hasta 2015 –cuando los números financieros eran rotundamente rojos– comenzó a reducir la plantilla, con especial énfasis en la de base (el último año citado se dieron de baja a 14 mil 694 trabajadores, entre despedidos, jubilados, y retiros anticipados o voluntarios).
González Anaya compareció ayer ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados (Pemex es una de las empresas más emblemáticas del sector energético nacional, y así se va a mantener), cuyos integrantes ahora sí reclamaron por el pésimo resultado de Emilio Lozoya al frente de Pemex. ¿Pues dónde estaban los legisladores? Si los mexicanos de a pie registraban el tiradero de dicho personaje, cómo es que los siempre atentos representantes populares ni enterados estaban (según dijeron en el encuentro de ayer). Eso sí, ya despiertos, sólo hasta ahora –cuando ya no es parte del gobierno federal– exigen la comparecencia de Lozoya y perseguir a los funcionarios que elevaron gastos en la ahora empresa productiva del Estado.



Con recursos suficientes apenas para cubrir la nómina quincenal de la burocracia, la interminable lista de constructoras y proveedores de servicios ahogándose en la anemia financiera, una cifra indeterminada de medianas y pequeñas empresas cerrando o recortando personal y la ruina moral de una clase política que creció en el gobierno de Javier Duarte, el sexenio se encamina a uno de los finales más dramáticos que se recuerden en la historia de Veracruz y acaso del país.
En ese oscuro legado de corrupción, cientos de homicidios y levantones, periodistas asesinados o exiliados, desaparición de la reserva técnica del Instituto de Pensiones del Estado, desprestigio generalizado de la clase en el poder, incluida por supuesto la oposición alineada coyunturalmente, la culminación de esta debacle se verá este jueves, cuando la comunidad de la Universidad Veracruzana (UV), encabezada por la rectora Sara Ladrón de Guevara marche por las calles de Xalapa para exigir una vez más al gobernador que entregue los más de 2 mil millones de pesos que pretende escamotear a la institución.




La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a la mayor parte de los grupos opositores al gobierno venezolano, anunció ayer que lanzará una campaña para deponer al presidente Nicolás Maduro. Por un lado impulsará la realización de un referendo revocatorio de mandato e intentará conseguir la aprobación de una reforma constitucional para reducir el mandato presidencial y lograr elecciones este año; por el otro, según declaró Jesús Torrealba, secretario general de la MUD, la dirigencia opositora tomó la decisión unánime de convocar al pueblo a conformar el movimiento de presión popular más grande que haya existido para activar todos, todos los mecanismos de cambio.

De México a Panamá, crisis indignante de derechos humanos
El asesinato trágico de la luchadora indígena Berta Cáceres y la retención arbitraria del activista mexicano Gustavo Castro Soto en Honduras subrayan las dimensiones de la crisis generalizada tan indignante de los derechos humanos que caracteriza a toda la región mesoamericana, desde México hasta Panamá. Reflejan también la combinación de complicidad oficial y violencia paramilitar asociados al modelo colombiano y mexicano de terror estatal, cuyos rastros están asociados con los crímenes de Iguala, San Fernando, Cadereyta y Acteal, entre otros.

En un insólito editorial se cuestiona el mensaje pronunciado por el Papa a los obispos mexicanos en su pasada visita a México. En efecto, el editorial del semanario Desde la Fe ha causado tal revuelo que ha rebasado nuestras fronteras. Su contenido es contradictorio, pues quiere presentar a los obispos mexicanos unidos, pero después se deduce lo contrario, ya que alguien cercano al Papa lo mal aconsejó. El texto confirma que existen no sólo tensiones, sino disputas agudas, sentenciando: Lamentablemente, existe la mano de la discordia que intentó poner los acentos negativos, parcializando la visión de Iglesia y tratando de influir en el discurso pontificio para conseguir un efecto contrario en el público, al subrayar desafíos y tentaciones como males del episcopado. Ese alguien cercano a Francisco que lo mal aconsejó no puede ser otro que el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, apoyado por Eugenio Lira Rugarcía, secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, quienes fueron los actores claves que condujeron la organización de la visita de Francisco a México.

Con las primarias de Michigan la competencia por las candidaturas a la presidencia de Estados Unidos (EU) entra en la definitoria fase final. Tocará, después, a estados de fuerte peso demográfico y económico mostrar sus preferencias. Algunos de los cuales asignarán todos sus delegados al ganador ( winner take all) Y, por lo que se puede adelantar a la hora de cerrar este artículo (mediodía del martes), la pelea en ese estado, con gran entramado industrial, cierra el posible resultado para los dos aspirantes: Sanders y Clinton. El efecto que pudo tener el pasado debate (domingo 6, en Flint, Michigan) entre ellos dos se verá reflejado en las votaciones de esta tarde-noche. La señora Hillary Clinton, que ha sido proclamada ganadora, desde el mero inicio de la contienda, por todo el entorno mediático, no las tiene todas consigo. El reto que representa el senador por Vermont va más allá de lo previsto por la burocracia del partido y por aquellos que han respaldado (en especial los llamados superdelegados) su tentativa de alzarse, con facilidad y certeza, con la candidatura y, como si fuera de paso, la misma presidencia.

Es difícil no ser ingenuo en política. ¿Cuán realistas somos al no ver con claridad las causas que, en pocos meses, cimbraron el tinglado emancipador que en América Latina se construyó desde el inicio de la revolución bolivariana? ¿Ya estaban ahí, o aparecieron de súbito?

El gobierno de México ha comenzado por fin a repudiar públicamente el fenómeno Trump. Durante meses guardó escrupuloso silencio en torno de las declaraciones incendiarias de Donald Trump. Los expertos en Relaciones pensaban, no sin alguna razón, que hacer declaraciones era echarle gasolina al fuego, y que sólo aumentarían las posibilidades electorales del candidato. Hoy, frente a la probabilidad de lo que hasta hace poco parecía el sueño guajiro de un megalómano, han hecho pronunciamientos muy fuertes tanto la Secretaría de Relaciones Exteriores como la Presidencia de la República, pasando por los ex presidentes Fox y Calderón, que hacen comparaciones entre Trump, Hitler y Mussolini.

Durante años las autoridades monetarias y los organismos financieros internacionales impulsaron una política monetaria dirigida a controlar la inflación. El gasto público tuvo que subordinarse a ese imperativo central que era la estabilidad de precios. La política de tasas de interés respondía a la necesidad de enfriar la economía cuando el calentamiento llevara riesgos inflacionarios. Y la política de ingresos también estuvo sometida a la exigencia de contener la demanda agregada. De ahí sale la contención del crecimiento de los salarios. Pero ahora las cosas han cambiado y con la crisis económica global descubrimos que en Europa, Estados Unidos, Japón e incluso China, el verdadero enemigo es la deflación.

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