7/16/2016

Redes sociales, lógicas de control y caminos alternos para el feminismo

LENGUANTES
Por: Las Punto Género*


 Últimamente hemos visto en la red diversos ejercicios entre feministas –que lejos de generar debates, encuentros, respeto a las divergencias, alianzas y demás construcciones o deconstrucciones, e incluso desencuentros– están provocando confrontaciones y ataques que, a nuestro parecer, no fortalecen nuestras formas de organización, no caminan hacia nuestras apuestas como movimiento ni como articulación de colectivas, no generan espacios alternativos, y sólo replican la violencia digital a la que tan acostumbradas estamos (nos hemos acostumbrado) y tan normalizada tenemos.

Como ya lo hemos dicho, Punto Género ha encontrado en la tecnología diversas herramientas para comunicar feminismos. Buscamos ocupar los medios para hacer visible el trabajo feminista como un esfuerzo por promover y ejercer nuestro derecho a la comunicación.

Ocupar los medios para nosotras significa hacer uso de un camino distinto, buscamos ocupar los medios digitales de manera creativa abordando formas y mensajes nuevos, esto como una apuesta por generar y encontrar espacios libres de violencia contra las mujeres.

Para nosotras, uno de los lugares fundamentales de trabajo es el ciberespacio, pues soporta y posibilita la multiplicación de la labor feminista y potencializa nuestras acciones.

El impacto que tienen las redes sociales en lo respectivo a los casos de violencia en contra de las mujeres es revelador, pues ha permitido que dichos casos adquieran visibilidad y por tanto relevancia, son denunciados, cubiertos y documentados por nosotras mismas, y esto ha logrado generar un motor necesario para emprender movilizaciones al respecto.

La red entonces resulta un canal abierto a muchas expresiones y en tanto espacio emergente cuenta con pocos mecanismos de regulación que, sin apelar a la censura, garanticen un espacio seguro para nosotras.

Consideramos importante ocuparlos con una perspectiva crítica, reflexiva y creativa para garantizar que los debates sean intercambios que no reproduzcan la violencia hacia nosotras, ni entre nosotras.

Conocemos y reconocemos múltiples esfuerzos por hacer de esta plataforma una esfera activa que dé cuenta del trabajo que realizamos, un lugar en el que cabe la denuncia y también nuestra vinculación; aun así, sabemos que el ciberespacio, particularmente las redes sociales, tiene funciones concretas dentro del mundo neoliberal que habitamos.

Así, entre sus múltiples estrategias para el control social se encuentra la de atomizarnos y alejarnos de la otra; las redes virtuales han logrado trascender las relaciones humanas de tal forma que, aunque parezca que nos acercan, también nos alejan y limitan.

Nosotras como defensoras del uso reflexivo y libertario de estas plataformas nos encontramos preocupadas, pues hemos visto que hay obstáculos que estamos permitiendo que nos venzan y desenfoquen el objetivo, es decir, hemos caminado mucho por acercarnos a esto, por aprender técnicas para “usarlas mejor”, sin embargo, en este momento nos preguntamos ¿para qué? ¿Sabemos qué buscamos cuando decidimos que este también es un campo en el que podemos y queremos expresarnos?

Sabemos que, en tanto feministas, la irreverencia nos acompaña porque es una forma de rebeldía, sin embargo, no consideramos que esto implique que el ataque y el contrataque entre nosotras sean una construcción o una crítica constructiva.

Cuando lejos de hacer una crítica nos enfocamos en desprestigiar el trabajo de una persona en particular, especialmente una feminista o varias feministas, ¿qué logramos? En las estrategias de denuncia ¿cuáles son los argumentos que utilizamos para protestar? ¿Desde dónde escribimos y para qué escribimos? ¿Para quiénes lo hacemos? ¿Hemos pensado en la audiencia? ¿Estamos pensando en tomar y ocupar los medios como un ejercicio transformador?

Consideramos fundamental hacernos estas preguntas para reconocer si nuestro ejercicio obedece a las lógicas de control, y en todo caso para reconocer si es un esfuerzo por romperlas, por desecharlas y no uno que las esté replicando.

Queremos un ciberespacio libre de violencia hacia nosotras y entre nosotras, y consideramos que apostar por esto no significa dejar de expresarnos, dejar de manifestar nuestra opinión crítica sobre lo que abrazamos o sobre lo que nos hace diverger.

Twitter: @laspuntogenero

*Las Punto Género son comunicadoras feministas.
 
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Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

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