7/16/2016

Democracia paritaria: hacia un verdadero modelo de transformación



   COLUMNA INVITADA



Cuando se habla de paridad se le suele relacionar –la mayoría de las veces– con el sistema de cuotas de género que ha permeado principalmente en el registro de candidaturas por parte de los partidos políticos en su búsqueda por ocupar cargos de elección popular.
 
En otras tantas ocasiones se ha hablado de paridad como una exigencia (emanada de las agendas feministas) frente a la integración de órganos, cuerpos colegiados y demás estructuras del Estado, que han frenado e invisibilizado la participación de las mujeres, impidiendo así la existencia de una representación y participación igualitaria en todos los espacios.
 
Es en este contexto en el que se hace necesario comenzar a hablar sobre la democracia paritaria, la cual ha sido impulsada por diversos esfuerzos a nivel internacional, como lo es el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino) y su Norma Marco para consolidar la democracia paritaria, misma que enlista una serie de conceptos, principios y acciones estratégicas que permitirán a los Estados transitar y consolidar dicho modelo en la región, al mismo tiempo de “apostar sólida y decididamente por el logro de la igualdad de género, la paridad y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en América Latina y el Caribe”.
 
Si realmente queremos hablar de paridad y de igualdad de resultados, necesitamos no sólo hacerlo en el ámbito público, sino referirnos de igual manera a lo privado,  por lo que resulta por demás urgente y necesario transformar las relaciones (desiguales) de poder entre los géneros y, con ello, replantear la división sexual del trabajo, misma que ha estado sujeta a una serie de estereotipos y prejuicios que han imposibilitado que tanto mujeres como hombres desarrollen libremente sus habilidades e intereses.
 
En 2014, tras años de lucha por parte de ciertos movimientos sociales, tuvo lugar una reforma político-electoral que elevó a rango constitucional el principio de paridad, sentando un importante precedente en la materia, pero dejando un largo camino que recorrer para su cabal cumplimiento y su extensión hacia todos los sectores y ámbitos.
 
En dicho tenor, actualmente se presenta una oportunidad única con la próxima redacción, discusión y aprobación de la Constitución de la Ciudad de México, en la que la democracia paritaria pudiera ser considerada un principio que rija las relaciones entre las y los habitantes de la urbe, haciendo de la capital de la República Mexicana el ejemplo a seguir a nivel nacional e internacional en la implementación de un verdadero modelo de transformación social.
 
*Feminista, politóloga por la UNAM. Integrante de la Red Mujeres en Plural, entre otras. Se ha desempeñado como asesora legislativa y actualmente es asesora en el IEDF.
 
Twitter: @marifeeer


Especial Cimacnoticias | Ciudad de México.-  

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