7/16/2016

Refugiadas sirias anhelan ya regresar a su país


   Con 4 años en Turquía, son rechazadas por la población


 Tras cuatro años refugiada en Turquía, Hacire Şexo –una de muchas mujeres que huyeron de Siria en 2012– anhela desesperadamente el fin de la guerra civil que aún desgarra a esa nación árabe, y así regresar a su hogar.

“No queremos vivir aquí. Tenemos nuestro propio país, y es más bello que cualquier otro lugar. Nadie quiere dejar su patria. Sólo queremos que la guerra termine”, lamentó Şexo en entrevista con la agencia de noticias Jinha.

Actualmente, ella vive en la ciudad de Şanlıurfa, al sudeste de Turquía, y comparte una casa de dos dormitorios con sus seis hijos y otros huéspedes.

“No pensamos que la guerra se extendería tanto. Primero, los miembros de las pandillas anunciaron ‘salgan de la ciudad’ desde la mezquita en la mañana. Luego, se llevaron presos a todos los hombres. Mi esposo y una de mis hijas ya estaban en Turquía en ese tiempo. Mis cuatro hijos y yo dejamos todo excepto la ropa en nuestras espaldas y nos dirigimos a Urfa (Şanlıurfa). Eso fue hace cuatro años”, contó sobre su último día en Siria.

Şexo nació y creció en el pueblo de Tal Abyat. Su vida fue muy afortunada, dijo, porque a diferencia de otras sirias se pudo casar a los 25 años de edad. “La vida que tenía en Siria era muy bonita”, recordó con nostalgia. “Mi esposo trabajaba en Líbano y yo era costurera en Siria. Teníamos un hogar. Pero todo acabó cuando la guerra empezó”.

Según medios internacionales, la guerra civil siria se desató tras las intensas manifestaciones por la democracia realizadas entre 2010 y 2013 en diversos países de la región, evento conocido como la “Primavera Árabe”. El conflicto sirio ha dejado al menos 270 mil muertos, de acuerdo con los reportes periodísticos más mesurados.

La conflagración es protagonizada por las fuerzas armadas del presidente Bashar al-Asad contra la Coalición Nacional Siria, grupos rebeldes yihadistas, y el Estado Islámico (EI) –también conocido como Daesh–, y en los últimos años se ha recrudecido con la intervención internacional de Estados Unidos y Turquía.

“Nuestro mundo se desmoronó por completo”, dijo Şexo. “Familiares tuvieron que pasar la frontera individualmente. Muchos se perdieron. Cuando llegamos a Turquía, primero tratamos de encontrar a nuestros familiares. Esos días fueron malos”.

Aunque lograron reunirse finalmente con sus seres queridos en Turquía, Şexo y su familia dijeron sentirse rechazados en su nuevo país, por lo que les gustaría regresar a Siria. “Aquí somos extranjeros”, explicó. “No nos queremos quedar”, abundó.

Sus dos hijas, Şirin y Muna, también anhelan regresar y volver a ver a sus amistades. “Queremos volver a casa”, imploraron. “No les agradamos a los niños en Turquía. Nadie juega con nosotras. Estamos esperando que la guerra termine pronto”.

*Traducción de Cristina Acuña Roeder.



Imagen retomada del portal Jinha
Por: la Redacción*
Cimacnoticias/Jinha | Ciudad de México.- 

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