7/12/2016

Los veneros que nos está hurtando el Diablo


Víctor Manuel Barceló R.

Habíamos señalado -en sendas entregas previas- los graves problemas que para la región Latinoamericana y Caribeña representa la explotación de sus hidrocarburos. Ahondamos en la injerencia directa de capitales transnacionales, las acciones de las organizaciones internacionales que pretenden responder al interés de los países productores –perturbados por la presión de los imperios- quedando su tarea en ser amanuenses de las grandes corporaciones y de las estrategias que aplican tales imperios para mantener y ampliar su hegemonía, aún a costa de la vida y pertenencias de muchos millones de humanos, por todos los rincones del Planeta. Ver: http://crisolplural.com/2016/06/30/los-veneros-que-nos-escrituro-el-diablo/  y anteriores.

Lo menos que ocurre con la crisis del mercado internacional del petróleo, es lo que ahora se vive en el sureste de México: cierre de empresas subsidiarias de la industria, y de aquellas actividades que colateralmente encontraron nichos de mercado en tal actividad. A la vez, no solo se perdieron miles de empleos por el cerrojo a empresas, también se vivió y vive una constante reducción de salarios. El impacto en el empleo se da también por la presión que viven empresarios, llevándoles a rematar bienes.

Por diversos lugares de la geografía campechana, veracruzana y tabasqueña principalmente, se aprecian pueblos fantasma o a punto de serlo, el incremento de la delincuencia ante la ausencia de guardianes del orden -que a la par que muchos habitantes de esos sitios- han abandonado poblados, dejándoles generalmente con afectaciones graves por derrames de hidrocarburos, lluvia ácida y desamparo de la empresa PEMEX y autoridades -local, estatal y federal- ante diversos eventos cuasi olvidados en el tiempo, pero igualmente recientes, sin las indemnizaciones, reparaciones posibles y apoyos al desarrollo sustentable de los lugares que la crisis petrolera en Campeche, Veracruz y Tabasco, deja como evidencias de que el poeta Díaz Mirón, se quedó corto en su bello poema, recordado en los artículos señalados.

La actividad petrolera en su debacle se lleva también a hoteleros, contratistas y restauranteros de los tres estados. El recorte de 100 mil millones de pesos a Petróleos Mexicanos –que a su vez redujo en 100 mil barriles diarios la producción- lleva a  muchas empresas a sacrificar ganancias para no cerrar sus negocios, empleando un mínimo de trabajadores, pero no es suficiente.  De no haber un plan B, pronto y con certezas reales, lugares como Ciudad del Carmen, serán prácticamente ciudades fantasma. Ver: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/05/16/1092855

En efecto, la crisis por los bajos precios del crudo y la reducción en las inversiones de (Pemex) causa la pérdida de más de 11 mil plazas laborales en Campeche, adonde también generó el cierre del 5 % de empresas ya establecidas en la entidad. 

Los empresarios campechanos aseguran que dicho estado genera 80 % de la producción de hidrocarburos en el país, adjudicándose la mayor afectación por la crisis actual. Sin duda, de casi un año a la fecha, la industria hotelera se ha desplomado. También empresas subsidiarias de PEMEX, como Halliburton y Schlumberger, están desplazando sus compañías a otras zonas, como Dos Bocas, en Tabasco; en tanto Cotemar, Baker y Naviera Integral, cerraron por completo.

El gobierno federal, junto a los estatales e incluso municipales, buscan como reactivar la economía. En hotelería se negocia con los trabajadores para estar al 50-50, porque no se les puede pagar al 100. En el transcurso de 2016, en Ciudad del Carmen cerraron diez hoteles. Los trabajadores petroleros eran los clientes que siempre ocupaban esas habitaciones. http://www.elfinanciero.com.mx/economia/pemex-reestructura-recorte-produccion-petroleo-personal-presupuesto-gonzalez-anaya.html

El caso extremo es la isla de pescadores de Ciudad del Carmen, Rudesindo Cantarell Jiménez, nombrada así en honor del descubridor de petróleo en las aguas del Golfo de México. La isla (9 mil 720 km2) se industrializó. La actividad pesquera se abandonó para atender a ingenieros y trabajadores que llegaban a la cabecera municipal. En los 80 algunos habitantes se dedicaron a la renta de vivienda; otros, con mejor posición económica, lograron construir pequeños hoteles. 40 años después, el panorama es totalmente devastador; en los últimos meses cierran nueve hoteles (hay 140).

En la entidad veracruzana, la falta de obras de infraestructura y la suspensión de proyectos, derivado de los más de 100 mil millones de recortes a la otrora paraestatal, provocan que algunas empresas estén cerrando sus puertas. Por lo pronto, la plantilla laboral se redujo al mínimo. En el norte del estado, las cámaras empresariales piden auxilio ante la falta de trabajo. Al no haber ingresos echan mano de sus bienes para rematarlos y poder sostenerse con una cada vez menor plantilla laboral.

Pemex prácticamente está muerto, afirman. El ayuntamiento de Poza Rica –por ejemplo- tiene obras muy pequeñas de fondos federales; el gobierno del estado, que antes de cada peso gastaba 26 centavos en obra, ahora gasta 3 centavos. Cada empresa -de cualquier rango- contaba con nutrida plantilla laboral que oscilaba entre los 80 a 400 trabajadores. Se han quedado con 15 o 20 empleados. Las obras sociales de apoyo a la comunidad se realizaban con aportaciones de grandes empresas que invertían en la región; actualmente, al no haber obra, no se genera el programa impulsado por Pemex. Poza Rica se queda pobre, silenciosa y poco a poco abandonada. Una de las empresas más importantes que trabajaba para la petrolera estatal -que daba empleo a empresas locales- cerró sus puertas y emigró a Tabasco, ante la falta de ingresos. Se acusa a la autoridad municipal que las obras se licitan entre unos cuantos. Ver: Sergio Chagoya http://www.imagendelgolfo.com.mx/resumen.php?id=41114829   

Sin contratos para trabajar en las subsidiarias, sin inversión pública estatal, lo único que les queda es la obra de infraestructura municipal, pero ahí hay otra traba, porque el alcalde, quien también es dirigente del sindicato petrolero, no hace licitaciones abiertas, las obras se quedan entre unos cuantos, tal y como lo señala Sergio Chagoya.

Enfrentan los empresarios el que algunas obras licitadas -inversión de Pemex- no se entregan a contratistas locales, sino a concurso nacional y, por lo general empresas de otros estados ganan los concursos. Por otro lado, los recortes de personal en Petróleos Mexicanos comienzan a percibirse como problema que se agrava y desencadenará males mayores, ante la reducción sistemática de la producción de PEMEX, que está en el nivel más bajo desde los años 80s, preparándose para entregar el “oro negro” en manos de transnacionales que participan en la apertura para la explotación y demás actividades que aún lleva, mermadas, PEMEX. Ver: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cartera/economia/2015/11/19/mexico-con-la-produccion-de-crudo-mas-baja-en-36-anos

Es muy grave el incremento de la inseguridad: secuestros, robos y asaltos paralizan a los habitantes. El sindicato petrolero pierde la fuerza que tenía y esta situación unida a los fines de la Reforma Energética, les impide frenar despidos, de personal de confianza, como de sindicalizados. Hay trabajadores a quienes se les cortó su posibilidad de jubilación, a pocos años de estar listos  para acceder a una jubilación. Los recortes los han dejado a la deriva, inseguros ante la posibilidad de no poder sostenerse con lo que les den de liquidación. Ver: http://www.probdes.iiec.unam.mx/numeroenpdf/183_v46/05art_Merchand.pdf

Tabasco, en particular Villahermosa y sus alrededores resienten el impacto de la caída en precios y reducción de la producción petrolera, al nivel de haber perdido muchos hoteles y restaurantes hasta 80%. Sus clientes eran los obreros que trabajaban para las compañías petroleras, hoy despedidos. El corredor Biji Yokot’an -a escasos diez kilómetros del campo petrolero Sen- lleva sus ventas en picada, despidiendo a sus empleados. Grave es que alrededor de 50 comunidades tabasqueñas, cuya economía está atada al petróleo, son afectadas seriamente por la falta de empleo en empresas petroleras y en Pemex, provocando que los obreros desempleados, deambulen por pueblos como: Anacleto Canabal, González, Lázaro Cárdenas, Plátano y Cacao, Tucta, Mazateupa, Oxiacaque, Olcuatitán, entre otras, cuya economía depende del trabajo de sus pobladores en empresas petroleras.

Jóvenes de poblaciones cercanas a campos petroleros en Centro, Cunduacán, Jalpa de Méndez, Comalcalco y Paraíso, principalmente, fueron despedidos por las empresas que se quedaron sin contrato. Algunos hacen guardia en las cercanías de las compañías esperando ser recontratados, otros se emplean en actividades campesinas, en tanto crecen las demandas en Conciliación y Arbitraje, en busca de liquidaciones. Por su lado, la producción va en picada, anuncio de la Reforma Energética que entregará la explotación y usufructo en manos extranjeras. Volverán empresas que fueron expropiadas en 1938, reanudando un proceso superado en su oportunidad. http://www.probdes.iiec.unam.mx/numeroenpdf/183_v46/05art_Merchand.pdf

El gobierno federal intenta la recuperación del sureste afectado, con un programa de Zonas Económicas Especiales, mecanismo de crecimiento económico que tiene buenos resultados en otros ámbitos planetarios, pero en México, con experiencias similares previas que están a la vista –incluso en el sureste del país- no da buenos augurios. Pero este asunto da para un tema especial. Entretanto habrá que esforzarnos porque las actividades que dieron vida al sureste –ganadería, pesca, agricultura de plantaciones- retomen su paso, impulsando un desarrollo sostenible. Esta es la tarea inmediata a realizar con o sin apoyo oficial. Es un tema de organización social activa.

Cancún, Quintana Roo 10-julio-2016.  

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