3/13/2020

Medalla Hermila Galindo a abogada Andrea Medina y a defensora Araceli Osorio


Ciudad de México. El Congreso de la Ciudad de México, otorgó hoy la Medalla al Mérito Hermila Galindo a cinco mujeres y una institución, que se distinguieron en su lucha por los Derechos Humanos de las mujeres; se trata de Andrea Medina Rosas, Araceli Osorio Martínez, Rosa María Valles Ruíz y Alejandra Ramírez Venegas, así como Adriana Luna Parra, de manera póstuma, y el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir.
La presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso, Paula Soto Maldonado, recordó que en palabras de Hermila Galindo, “nos corresponde aclarar la situación anómala en que nos encontramos las hijas de México, que nos vemos privadas de nuestros derechos.” Enfatizó en que el problema estructural no sólo puede ser afrontado por el sector público.
“La participación ciudadana siempre será necesaria en el saber y deber hacer de las autoridades”, constató, haciendo hincapie en los “espíritus rebeldes y poderosos, resilientes y visionarios” que brotarían entre las multitudes que salieron a marchar el 8 de marzo. La diputada mencionó las razones por las cuales se otorgó el reconocimiento a cada una de las galardonadas.
Araceli Osorio Martínez, madre de Lesvy Berlín Rivera Osorio, asesinada el 3 de mayo, 2017, habría dado voz a la exigencia que une a tantas madres. “Jamás bajó los brazos, y su clamor produjo un eco de solidaridad que a la fecha fortalece muchas causas, como el derecho de las personas a la verdad, al trato digno de las víctimas, y el acceso a la justicia”, dijo Soto Maldonado.
La abogada Andrea Medina Rosas fue reconocida por “su vocación jurídica empoderada por su feminismo”, que la habría llevado a formar parte del equipo jurídico en el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Campo Algodonero. Esta sentencia, dijo la diputada, “fue pieza clave para la tipificación del delito del feminicidio”, y el trabajo jurídico de Medina Rosas ayudaría a “transformar el dolor en digna rabia, para que la justicia no sea sólo palabra, sino realidad.”
De manera póstuma, la medalla fue entregada a Adriana Luna Parra, representada por su hijo Enrique de la Rosa Luna Parra. La defensora dedicó los últimos 25 años de su trabajo a la defensa de mujeres adultas mayores. También fue asesora del EZLN en el diálogo de San Andrés, defendiendo los derechos humanos culturales y ambientales de las poblaciones indígenas. “Su legado permanece en nosotras”, prometió Soto Maldonado.
Otra de las galardonadas fue la profesora e investigadora de la Universidad Autónoma de Hidalgo, Rosa María Valles Ruíz. Ella habría contribuido de gran manera el impulso de la cultura nacional, dando a conocer las luchas de mujeres relevantes para la historia de nuestro país, como lo fue Hermila Galindo, informó la diputada. Con su programa radial “Historia de las mujeres”, y más de 40 libros sobre historias de las mujeres, su aportación fue “determinante para que las grandes mujeres como las que hoy nos acompañan, nunca más sean opacadas en los rincones de la historia”, dijo.
La médica médica cirujana por la UNAM, Alejandra Ramírez Venegas fue reconocida por sus investigaciones científicas a favor de las mujeres. Se enfoca en “una amenaza silenciosa”, explicó Soto Maldonado: La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, EPOC, asociada a la exposición al humo de leña en mujeres residentes de las zonas rurales. “Su investigación es de las más solidas al nivel internacional, lo que ha contribuido a que esto sea más visible. Al nivel internacional poner la ciencia al servicio de las mujeres no es cosa menor, es salvar generaciones”, opinó la diputada.
Por último, fue galardonado por sus esfuerzos en la educación y formación de mujeres, el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir. Éste, sería un “centro de formación feminista de la sociedad civil a lo largo de 20 años”, y habría dado herramientas valiosas a las mujeres, de esa manera disminuyendo la desigualdad de género, dijo Soto Maldonado, destacando también las campañas del instituto de información científica y laica sobre la sexualidad.

Reclaman recursos dignos para Fiscalía Espezializada

En sus palabras de agradecimiento, Medina Rosas y Osorio Martínez lamentaron que en la ceremonia no había lugar para escuchar a todas las galardonadas con sus diferentes experiencias y puntos de vista, sino sólo para dos personas en representación de ellas. Ambas usaron su tiempo para analizar las incongruencias en el actuar de las y los funcionarios y las políticas públicas para lograr la igualdad sustantiva.
“La saludo con gusto, Claudia Sheinbaum”, dijo Osorio Martínez a la gobernadora de la Ciudad de México, “y me hubiese gustado saludarle el 8 de marzo en las calles, porque el mensaje ha sido claro. Nos van a ver juntas. No estamos todas, pero las que estamos, reclamamos lo que a ellas se les ha negado”, dijo en memoria de las víctimas de feminicidio y desaparición.
Reclamó una búsqueda inmediata de las desaparecidas, una fiscalía especializada de feminicidio, “con instalaciones dignas y adecuadas, con recursos financieros, materiales y humanos, es decir, una fiscalía digna, una fiscalía que sirva, porque tenemos al frente a una fiscal ejemplar”, dijo, refiriéndose a la recién elegida Sayuri Herrera Román, quien fue abogada de la familia en el litigio del feminicidio de Lesvy. También reclamó la “escucha atenta”, sobre todo a las mujeres jóvenes, “que escuchen su rabia, y a las cuales quisieron sembrarles miedo, y les crecieron alas.”
En tanto, Medina Rosas destacó que la justicia tiene un rol importante en el reconocimiento y la implementación de los Derechos Humanos de las mujeres. Pero mientras la Suprema Corte de Justicia de la Nación habría institucionalizado la obligatoriedad de juzgar con perspectiva de género, “ninguna universidad enseña de manera obligatoria y cabal la perspectiva de género. Tampoco las instancias que seleccionan el personal que operará la justicia establecen como eje central en los criterios, el conocer y haber aplicado la perspectiva de género.”
La impunidad actual, tendría una relación directa con personas operadoras de justicia que no conocen y no aplican la perspectiva de género, opinó. “Todos los casos que he acompañado o actualmente acompaño, tienen como constante la sordera y la arrogancia de operadores de justicia para no aplicar la Constitución”, dijo la abogada. Por lo tanto, la tarea “indispensable para salir de la simulación” del poder legislativo sería exigir la rendición de cuentas de los demás poderes.
Exigió rigurosos procesos de selección para operadoras y operadores de justicia, un presupuesto suficiente para instituciones que promuevan este cambio, y garantías laborales para el personal de las instituciones especializadas.

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