6/25/2010

Tres casos de violación en la consulta ginecológica

Nadie duda del robo a un comerciante; pero sí del abuso contra una mujer


Por Carolina Escudero

Buenos Aires, Arg. 24 jun 10 (CIMAC/Artemisa/AmecoPress).- El abuso sexual también puede suceder en el consultorio ginecológico. Tres casos, de Neuquén, Santa Fe y Olavarría, se sumaron a las denuncias de esta índole ante la justicia, que si bien son hechos muy difíciles de probar, es necesario hacer frente a ellos para evitar la repetición.

El caso que inició las denuncias fue el de una profesora de la Universidad Nacional del Comahue, de 27 años, que en febrero de 2009 denunció ante la Fiscalía General de Neuquén a uno de los tocoginecólogos más reconocidos de esa ciudad.

Tras ser sobreseído en primera instancia, la mujer decidió hacer público el hecho. La Cámara de Apelaciones de Neuquén decidió entonces revocar el sobreseimiento y ordenó que se profundice la investigación del caso denunciado, en diciembre del año pasado.

La mujer, tenía en ese entonces 27 años y se atendía con el médico desde los 14. Ella relató ante la Fiscalía General que el profesional le frotó el clítoris insistentemente mientras le preguntaba si se excitaba y le hacía otros comentarios de alto contenido sexual que no tenían ninguna relación con la consulta. El profesional fue absuelto rápidamente por el juez de instrucción en lo Criminal y Correccional, Mauricio Zabala.

En el fallo, que despertó la polémica, el magistrado sostuvo que la mujer pudo “malinterpretar” las “maniobras médicas” y la culpó precisando que “pese a su sensación de víctima de abuso, y pese a la confianza de años, nada dijo a su médico, ni tuvo la mínima voluntad de poner coto a la situación”. La sentencia fue apelada por los abogados de la joven y se reabrió la investigación.


OLAVARRIA

Se trata del médico y profesor universitario en la carrera de Enfermería, Jorge Ariel Lescano, que fue detenido el 4 de mayo de este año. Un juez de garantías le concedió una excarcelación extraordinaria, que fue apelada por el fiscal y las abogadas querellantes. Tras 14 días fue liberado y contó con una marcha de apoyo. Varios testimonios lo incriminaron y se le imputaron tres casos de abuso sexual agravado.

Existió una cuarta denuncia contra Lescano que fue desestimada por el Fiscal debido a que se consideró que el ginecólogo habría actuado de manera antiética pero sin incurrir en delito. A las acusaciones se sumaron testimonios de médicos que dijeron tener conocimiento del rumor que involucraba a Lescano.

Con el avance de los días, la justicia parece ir desestimando las declaraciones de las mujeres. Recientemente el abogado defensor, Néstor Di Giano, aseguró que sólo existe una denuncia en proceso y precisó que ’hay otras cuatro personas que han denunciado hechos que no han sido considerados configurativos de un delito y que en forma increíble se han considerado testimonios que abonan el dicho de una víctima’.

La abogada querellante en dicho caso, Elda Beatriz Donatelli, dijo a Artemisa Noticias que en estos casos ella “tiene que darle a la persona asesoramiento técnico y “contención” para que pueda contar lo sucedido y luego de ello mantener esa contención para poder afrontar el proceso, puesto que son situaciones por demás humillantes que a nadie le causa “placer”, ni vivirlas, ni tener que contarlas.

Los casos denunciados ocurrieron entre fines del año pasado y principios de éste. Según especificaron las fuentes, el ginecólogo realizaba a sus pacientes un examen normal durante la consulta inicial y en la segunda cometía los abusos.

En lo referente a las marchas a favor de los médicos, la doctora Donatelli opinó que “el descalificar a la mujer que hace la denuncia es muy común cuando se trata de delitos contra la libertad sexual”, puesto que si hacemos una comparación nadie descalificaría ni dudaría de la veracidad de por ejemplo un comerciante que denunciara haber sido víctima de un robo.

Sin embargo, la primer herramienta a la que se echa mano en casos de delitos contra la libertad sexual, es la de descalificar y poner en tela de juicio la veracidad de la denunciante’.


CINCO SALTOS

Otro caso ocurrió hacia fines de octubre de 2006. El ginecólogo Carlos Anzaldo, fue detenido en Cinco Saltos (Río Negro), luego que la Cámara Segunda del Crimen de Cipolletti lo condenara a 10 años de cárcel y el mismo período de inhabilitación como docente y médico.

Lo consideraron autor del delito de ’abuso sexual con acceso carnal en forma continuada, agravado por ser el encargado de la educación de la víctima’, que tenía entonces 17 años.

Varias de sus alumnas (profesor de Biología en secundarias) lo denunciaron. En apoyo a las denunciantes y para hacer más visible al caso, mujeres vestidas de negro marcharon durante todo el proceso, pidiendo condena para el abusador y mientras se esperaba el juicio, seguía atendiendo en su consultorio.


PODER E IMPUNIDAD

Susana Velázquez, psicóloga, psicoterapeuta y autora del libro ’Violencias cotidianas, violencia de género’ especificó que ’esos avances sexuales constituyen abuso físico y mental de la mujer por parte de un médico, apoyado en su poder y una supuesta impunidad, posicionándola a ella en una situación de perturbación y confusión.

O sea, más vulnerable, desprotegida y subordinada al poder que el profesional ostenta. Mientras él saca “ventajas” de la situación abusiva, incurriendo en graves faltas éticas, quien es abusada “pierde terreno”. De esta forma se viola uno de los derechos humanos fundamentales: “el derecho a un trato digno”.

Velázquez considera que es importante que las mujeres que han padecido abuso sexual en el consultorio hagan la denuncia, que también es una forma de hacer algo por sí misma y evitar que se reproduzca la violencia de género en otras mujeres.

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