Pedro Echeverría V.
1. El asunto no es si Hugo Chávez ganó o no, si el pueblo venezolano lo apoya o no. Tengo la convicción que Chávez tiene más apoyo, mucho más fuerza al interior de los trabajadores que la mayoría de gobernantes del mundo en sus países. Y esto porque lleva más de 10 confirmaciones públicas de su gobierno, porque siempre busca tener informada y movilizada a la población, mientras que a otros presidentes los eligen una vez y jamás hacen alguna consulta, plebiscito o referéndum. Aunque los medios de información al servicio de los grandes poderes yanquis logren manipular a extensos sectores que los siguen, la población más consciente aprende a conocer a sus líderes y logra distinguir entre aquellos señoritos burgueses que sólo se pasan moviéndose en las instituciones usando la TV y radio y quienes buscan acercarse a los trabajadores para movilizarlos y así enseñarlos a luchar directamente por sus intereses.
2. El quid es que Chávez ha gobernado 10 años, pero si después de 20 años de gobernar Chávez y el PSUV –poniendo toda su voluntad- no se hubieran sentado las bases esenciales del socialismo, es decir, que la participación en la gestión en las empresas y centros de trabajo de los campesinos, los obreros, los empleados, los burócratas, esté avanzando hacia la equidad y la igualdad; que la economía de consumo esté siendo eliminada y que la solidaridad social se esté convirtiendo en realidad. Si estos primeros pasos no son posibles por la poderosa fuerza de la burguesía, por el total apoyo del imperialismo de los EEUU, porque el mercado mundial es determinante, porque los demás países siguen plegándose a la política capitalista del grupo de los ocho o de los veinte, etcétera, entonces el socialismo no es posible en el mundo con estas políticas que realizamos, sea por la vía armada o por la vía electoral.
3. La realidad es que como nunca ha habido socialismo en algún país del mundo, porque como el capitalismo es un sistema mundial –no de uno o de algunos países- los luchadores sociales apenas conocemos teóricamente a los socialistas utópicos, a Marx y a muchos de sus seguidores, acerca de las medidas para iniciar su construcción. Sabemos que hay que “expropiar a los expropiadores”, es decir, a todos los millonarios que se enriquecieron explotando y saqueando a la población; sabemos que toda la riqueza debe socializarse para que se trabaje de manera colectiva y la producción se distribuyan entre todos; sabemos que nadie debe quedar sin alimentación, vivienda, sin servicio de salud y de educación; que todos tiene que trabajar porque quien no lo haga no tiene derecho de comer; que todos los seres humanos (niños, mujeres, hombres ancianos, lisiados, enloquecidos, homosexuales) son iguales y su libertad es irrestricta.
4. En Cuba, después de asumir Fidel Castro, el Che, Raúl, Camilo, etcétera, el poder del Estado “expropiaron a los expropiadores”, nacionalizaron bancos, tierras, fábricas, crearon cooperativas, escuelas, hospitales y más en los primeros cuatro o cinco años; era una verdadera revolución. Pero de pronto se desaceleró el proceso porque el imperio yanqui y decenas de países muy subyugados por él, impusieron un gran bloqueo que Cuba, en 50 no ha podido romper, a pesar de su gran combatividad. El pueblo cubano fue realmente heroico porque careciendo de refacciones, de maquinaria, de todo lo que necesita un país para trabajar, ha podido vivir con lo poco que ha conseguido. Después de romper relaciones con los EEUU se establecieron éstas con la URSS y demás países del bloque, sin embargo no se cubrieron las necesidades de la Isla y, después de 1989 –con la caída de aquellos países, Cuba empeoró su situación.
5. En Venezuela y Bolivia y uno que otro país, a pesar de haberse logrado importantes cambios en la Constitución política, de las esforzadas luchas legales de sus gobernantes y de haber logrado algunos tibios avances, la estructura capitalista de cada uno de esos países sigue intacta. Los expropiadores, a pesar de los cambios, siguen expropiando al pueblo. Parece que en lugar de debilitarse tienden a recuperar el terreno perdido. Cuando los gobiernos de los gobiernos de Chávez y Morales han querido tomar algunas medidas socializantes han recibido una fuerte respuesta de los empresarios, del imperio y todas las calumnias de los medios de información internacional. No han sido bloqueados como a Cuba, pero parecen maniatados para no poner en práctica su programa. ¿Serán esos gobiernos socialdemocracias más voluntariosos, pero al fin encerrados en el marco que quieren los EEUU y las burguesías nacionales?
6. ¿Hasta cuándo el capitalismo, encabezado desde hace un siglo por los EEUU, dejará de dominar al mundo y así los países en conjunto puedan construir una sociedad equitativa o igualitaria? Quizá por eso –mientras los pueblos siguen luchando de manera limitada para defenderse de la explotación y su miseria- el objetivo sea golpear al imperio hasta derribarlo. Las tomas del gobierno por “representantes del pueblo”, por la vía electoral o por la vía armada, según las experiencias del siglo XX y lo que va del XXI, se convierten en pasos extremadamente limitados de transformación que el imperio fácilmente somete o mediatiza y ahí están los ejemplos de Rusia, China, los países del Este, Cuba, Venezuela o Bolivia. Quizá por eso las batallas económicas, financieras, de mercado que se dan entre EEUU, China, Japón, el Mercomún, el G 8, Brasil, India, etcétera, están pasando al primer plano.
7. Asumo que mis posiciones político/ideológicas en los últimos cuatro o cinco años han sido muy pesimistas, pero por más que quiero ver avances importantes no los encuentro ni en lo electoral, ni en los movimientos de masas, ni en las luchas guerrilleras. Me da mucha alegría, me entusiasma ver a los jóvenes confrontándose el la calle cara a cara con los gendarmes del orden; en encanta saber que en muchos países como Francia, España, Chile, Honduras, la gente está realizando poderosas huelgas y manifestaciones o que Chávez y Morales obtengan triunfos electorales; pero cuando observo que el imperialismo y las burguesías intervienen y en unas horas o días destruyen los avances –pero sobre todo después de meditar los que ha sucedido en los últimos 50 años con las luchas sociales, los gobiernos y los poderes, pienso que si no reflexionamos con profundidad lo que sucede, entonces nada podremos entender.
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