12/15/2010

Cué y los desaparecidos del EPR



José Enrique González Ruiz
josedesoledad@hotmail.com

Una gota, con ser poca,
con muchas se hace aguacero.
Canto de Daniel Viglietti.

Ulises Ruiz Ortiz se burló de la justicia

El pueblo oaxaqueño apostó que el tirano caería y sería juzgado por sus delitos. La gran movilización que sacudió al país en el 2006 parecía suficiente para lograrlo; y los crímenes imputados a Ulises Ruiz Ortiz lo ameritaban. Pero vino el apoyo del gobierno federal y el sátrapa se fortaleció y pudo concluir su período en la gubernatura.

Las acusaciones que pesan sobre Ruiz son muchas: crear escuadrones de la muerte, que asolaron las barricadas que el pueblo levantó; ordenar el asesinato de al menos 23 personas, entre las cuales se cuenta al camarógrafo estadunidense Brad Will; fabricar delitos a los principales dirigentes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) para encarcelarlos; y participar en la desaparición de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, integrantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR).

Cargado de soberbia, cuando estaba concluyendo su sexenio Ruiz Ortiz amenazó con volver. Con esa misma actitud rechazó la Recomendación 7/2009 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que se refirió a la obligación del gobierno de presentar a los dos desaparecidos o a informar acerca de su paradero. Simple y llanamente se desafanó del asunto diciendo que nada tenía que ver con él. Valido de su poderío local y de sus alianzas con el gobierno federal, se burló de quienes pedían su enjuiciamiento.

El cambio con Gabino Cué

Se supone que la llegada de un gobernante propuesto con partidos de oposición presagia cambios en la manera de ejercer el poder. Y como Gabino Cué no fue propuesto por el PRI, que es el organismo al que pertenece Ulises Ruiz, se piensa que ejercerá de manera distinta la gubernatura. Aunque hay experiencias que no abonan esa tesis, vale la pena creer en ella.

Para comenzar, el nuevo gobernador tendrá que buscar que se haga justicia, para no convertirse en cómplice del que se fue. No son poca cosa los crímenes que se atribuyen a Ulises como para que Gabino se sienta cómodo con que lo relacionen con ellos. Algunos son incluso de lesa humanidad y pueden dar lugar a intervención de instancias internacionales, como la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

El tema de Brad Will será importante, por sus vinculaciones con el exterior. Aun cuando la vida de un ser humano tiene exactamente el mismo valor que la de cualquier otro, en este caso se agrega el ingrediente externo. No tiene sustento la absurda tesis que elaboró el gobierno de Ruiz Ortiz, según la cual fueron personas cercanas a la APPO quienes cometieron ese homicidio. La indagación llevará seguramente a quienes armaron, financiaron, dirigieron y protegieron a los asesinos y éstos estaban en Palacio de Gobierno o en alguna otra oficina pública. Por eso la investigación de este asunto será fundamental.

Los desaparecidos del EPR

No toda la responsabilidad en la desaparición forzada de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez corresponde al gobierno oaxaqueño, pero sí una parte importante. Si bien el tema es nacional, a Oaxaca le toca una porción de la responsabilidad, porque según la CNDH, los eperristas fueron vistos en instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Gabino Cué debe, cuando menos, aceptar la Recomendación 7/2009 de la CNDH y abrirse a la realización de trámites ministeriales en colaboración con la Procuraduría General de la República. Ya la CNDH ha dado pautas que pueden conducir a la verdad y a la justicia.

Esperamos que la alternancia de partidos en el gobierno produzca frutos en este tema. Sería muy lamentable que fuesen instancias internacionales las que empujaran hacia la justicia.

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