12/18/2010

Violencia contra la niñez y la adolescencia en México




Miguel Concha /I

El Informe mundial de la ONU sobre la violencia contra los niños y niñas (2006) afirma que en todas sus formas y manifestaciones es prevenible y carece de justificación. Sin embargo, la vida cotidiana de la niñez en el mundo está rodeada de violencia y discriminación.

En el caso de México, la violencia contra la infancia tiene expresiones alarmantes en varias regiones del país. Así lo documenta la publicación La infancia cuenta en México 2010, que la Red por los Derechos de la Infancia en México presentó hace exactamente un mes en el Centro Cultural Tlatelolco.

En el ensayo denominado La violencia contra niños, niñas y adolescentes. Miradas regionales, se recorre por el territorio nacional un panorama sombrío por el elevado número de casos de violencia y abuso contra la niñez, la ausencia de medidas preventivas y la impunidad vista como normalidad. En él se documenta que la violencia contra niños, niñas y adolescentes se manifiesta de diferentes formas: maltrato infantil (castigo corporal y tratos humilantes) en el hogar y la escuela; muertes por violencia: homicidio y suicidio; violencia de género; abuso y explotación sexual; discriminación por condición social; explotación laboral, y una nueva forma de explotación de la infancia, ahora por el crimen organizado.

Usando fuentes de información pública, el estudio reporta que en 2009 se presentaron 44 mil 060 denuncias por maltrato infantil; que en 22 mil 060 casos (50.68 por ciento) se comprobó algún tipo de maltrato, y que sólo 5 mil 851 (13.27 por ciento) de los casos se presentaron ante el Ministerio Público. Por otro lado, en 2008 el número de homicidios en la población infantil de 0 a 17 años a escala nacional alcanzó 779 casos, de los cuales 505 son de niños y niñas entre 15 y 17 años. El área con mayor número de casos es la región centro, la cual registra 336, de los que 202 son de niños y niñas entre 15 y 17 años; y la región noreste, con 174 casos en total, de los cuales 122 se encuentran entre los 15 y 17 años.

La relevancia de esta publicación radica en que representa un esfuerzo de alto nivel de las organizaciones sociales, las que, siguiendo el modelo de incidencia basada en datos, logran hacer visible el estado que guardan los derechos de los niños y niñas en México.

Con seis ensayos publicados desde 2005, esta publicación es ya un insumo para la toma de decisiones en materia de políticas públicas para la infancia. Es evidente que el Estado le está fallando a la infancia y a la juventud en México. No se cumple con el derecho a la protección contra cualquier forma de violencia, establecido en el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño, que el Senado de la República ratificó en 1990. Otro elemento que se destaca es el subregistro de casos de violencia contra la niñez. Se hace notar que estados como Baja California Sur y Chiapas han dejado de entregar información en 2008 y 2009 sobre maltrato infantil, afectando con ello el monitoreo de este fenómeno. En otros casos se muestra que existe una tendencia a reducir los registros de violencia para dar una mejor impresión, dejando en la invisibilidad los casos de niños y niñas que se encuentran expuestos a situaciones de violencia en sus entornos familiar, escolar y comunitario.

La publicación aborda la violencia contra niños, niñas y adolescentes por regiones, buscando reflejar las diversas expresiones de violencia que en ellas se dan, ya que cada región tiene diferencias económicas, geográficas y contextuales propias. Uno de los problemas que aborda en la región centro del país es la violencia de género. En ella, una de cada dos mujeres de 15 a 19 años ha sufrido violencia alguna vez en su vida. El 18.4 por ciento con su pareja actual, y el 22.6 por ciento con alguna pareja. El 12.7 por ciento restante reconoce haber sido víctima de violencia sexual alguna vez en su vida.

Retomando información del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), que muestra una incidencia considerable de actos violentos en las escuelas, afirma que dos de cada 10 alumnos de primaria y uno de cada 10 de secundaria aceptaron haber sido víctimas de algún acto de violencia (bullying). En la región sur-sureste destaca la violencia física, el abuso y la explotación sexual. Chiapas es el estado con mayor presencia de tráfico y trata infantil. Acapulco y Cancún aparecen como las ciudades con más casos de abuso y explotación sexual. Otro rostro de la violencia es la discriminación por condición social y origen étnico. La región sur-sureste, con mayor población indígena, es la que cuenta con índices de mayor carencia económica y menor grado de ejercicio de derechos fundamentales por parte de los niños, niñas y adolescentes.

Sin lugar a dudas el mayor problema que se da en la región noreste es la violencia armada, detonada por la guerra contra el crimen organizado. Pese a la gravedad de la situación, no hay datos sistemáticos, públicos y actualizados que documenten cuántos han muerto desde que se inició la guerra contra el narcotráfico, ni hay organismo que ofrezca un registro claro de esos fallecimientos. Una aproximación se da con el homicidio de adolescentes entre 15 y 17 años. En Chihuahua, por ejemplo, el número de estos asesinatos se incrementó de 24 en 2008 a 86 en 2009. Es decir, un aumento de más de 300 por ciento. Situación sin embargo superada por Sinaloa, que en el mismo periodo tuvo un incremento de 560 por ciento en la tasa de homicidios contra adolescentes. En nuestra próxima colaboración nos ocuparemos del análisis de las deficiencias legales y de las recomendaciones que ofrece este importante informe.

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