2/25/2014

Falta de indicadores de género anuló atención a mujeres con VIH


NACIONAL
   Censida responsabiliza a la mala planeación de los ODM

Patricia Uribe Zúñiga, directora del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/Sida (Censida) | CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-

Patricia Uribe Zúñiga, directora del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/Sida (Censida), reconoció que esta epidemia no está controlada en las mexicanas ya que pese a la existencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) no hubo acciones gubernamentales a favor de la población femenina.

Al participar en el foro “Balance del cumplimiento de la Plataforma de Acción de Beijing y de las metas del milenio” –realizado en la Cámara de Diputados–, la funcionaria dijo que la falta de indicadores con perspectiva de género para los ODM impidió acciones enfocadas en las mujeres ante el virus.

A decir de Uribe, al no contar con indicadores de medición de cumplimiento que permitieran monitorear la transmisión del virus vía perinatal, la detección y posterior atención y tratamiento a mujeres portadoras, y la prevalencia en el uso del condón en las mujeres, las acciones se centraron en la población considerada como de alto riesgo (las “trabajadoras sexuales” o los hombres que tienen sexo con otros hombres).

Sin embargo, advirtió la titular de Censida, “no se debe esperar a que las mujeres representen el 50 por ciento de las personas afectadas”, pues actualmente hay un número considerable de mexicanas portadoras del VIH, y muchas incluso ignoran su condición.

Cabe destacar que según la más reciente actualización del Registro Nacional de Casos de Sida, de 1983 a 2013 fueron diagnosticadas 29 mil 800 mujeres con el padecimiento, es decir el 17.9 por ciento del total de casos documentados (166 mil 370).

De acuerdo con el registro, la mayoría de ellas tiene entre 20 y 44 años de edad, y entre el 90 y 94 por ciento de los casos la vía de transmisión fue la sexual.

Uribe Zúñiga informó que el perfil de las mujeres que adquieren el padecimiento “está íntimamente ligado a la pobreza”, lo que a su vez impide el acceso temprano a un tratamiento, ya que se ha constatado que muchas de ellas acuden al servicio médico con síntomas avanzados o cuando su pareja “se atreve a confesarles que es portador del VIH”.

Reconoció que además de que no se ha garantizado la prevalencia en el uso del condón para las mexicanas, la transmisión vertical (de madre a hijo) tampoco se ha disminuido a la velocidad que se requiere.

Lo anterior está relacionado a que las pruebas de detección en mujeres embarazadas alcanzan una cobertura de apenas 60 por ciento, y a que no se ha garantizado la continuidad en la atención tras la detección del virus.

En ese sentido, Patricia Uribe consideró que para las mexicanas la adquisición del VIH está relacionada con la prevalencia de la violencia, “y no me refiero sólo a la violencia sexual sino a la violencia cultural e institucional que aún existe en los servicios de salud, que no han logrado que las mujeres se sientan identificadas con ellos”.

Finalmente enfatizó en la importancia de que dentro del replanteamiento de los ODM que se realice en 2015 se contemplen indicadores específicos de seguimiento a la prevalencia del VIH en la población femenina, el monitoreo en el uso del condón y en la garantía de servicios perinatales, lo que a su vez “sería un criterio de oportunidad para mujeres y niñas”.

Cabe destacar que el Objetivo 6 de los ODM –referente al control del VIH/Sida– fue marcado como meta cumplida por el Estado mexicano con el argumento de que se logró contener la epidemia a nivel general en niveles inferiores al 0.6 por ciento del total de la población, y que se garantizó que 85.1 por ciento de las personas portadoras de VIH con infección avanzada accediera a medicamentos retrovirales.

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