11/12/2015

Los periodistas pal café. . .



Los Pinos y Bucareli han hecho rápidos esfuerzos para colocar al nuevo gobierno de Guerrero, con el priísta Héctor Astudillo a la cabeza, como un ejemplo de la manera en que deben ser atendidos y enfrentados los problemas. Ayer se daba cuenta aquí de la extraña retórica de Miguel Ángel Osorio Chong al endilgar el desastre guerrerense sólo a los anteriores gobernadores, Ángel Aguirre Rivero y Rogelio Ortega (ciertamente indefendibles, pero no los únicos culpables, pues también lo son los mandos federales, puntualizaba esta columna astillada). Y ayer mismo se producía en las inmediaciones carreteras de Tixtla una demostración de fuerza, de los nuevos tiempos con el PRI de vuelta al poder estatal, cuando policías arremetieron contra normalistas de Ayotzinapa que viajaban en autobuses, con un saldo de heridos y detenidos que a la hora de redactar estas líneas era impreciso.
A diferencia de lo sucedido con los anteriores gobernadores, sobre todo con Rogelio Ortega (quien amenazó varias veces con renunciar al cargo, que ocupaba como sustituto, si había represión abierta a estudiantes y movimientos sociales), se busca que el priísta Astudillo se decida a meter orden en esa entidad bravía, sobre todo en cuanto a las protestas desbordadas que se relacionan con los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala.
La oportunidad de estrenar el garrote se produjo ayer luego que, según la versión gubernamental, estudiantes habían robado una pipa de combustible. Un primer video de los hechos (https://goo.gl/0OEGfq ) muestra a uniformados rompiendo vidrios de autobuses en marcha y encañonando a los estudiantes, a los que dispararon gases lacrimógenos y luego golpearon, deteniendo a algunos y haciendo que otros huyeran por el monte. Hay un primer reporte en audio hecho por un normalista (https://goo.gl/ISr9wS ). Según las versiones iniciales, agentes estatales antimotines y Policía Federal fueron los atacantes, y comentan que una vez que la agresión detuvo la caravana, apareció el Ejército, según la página de Facebook Yo sí soy Ayotzinapa.
Así como Aurelio Nuño se convirtió en el presunto ajusticiador político y laboral de los profesores insurrectos, Osorio Chong, con Astudillo como acompañante a modo, pretende controlar las protestas y movilizaciones que desde Guerrero se expanden por el país, con la herida de Ayotzinapa que no cierra para nadie, ni para los padres, familiares y compañeros que siguen buscando a los desaparecidos, ni para el gobierno de Enrique Peña Nieto que no ha podido imponer su verdad histórica y tiene un creciente repudio internacional por las descomunales violaciones a los derechos humanos.
Con las acciones policiacas directas se ha disparado, en consonancia significativa, el bombardeo mediático, especialmente en lo que se llama las redes sociales, celebrando que las autoridades se decidan a cumplir con el estado de derecho y que sean sometidos por la fuerza quienes se dedican a la agitación, al vandalismo y a la siembra del odio. Tales elogios de la mano dura tienen como contexto una amplia campaña que pretende vincular a los estudiantes de Ayotzinapa con cárteles del narcotráfico, como una forma de demostrar que la desaparición de los 43 y las posteriores movilizaciones de protesta tienen motivaciones oscuras (ayer les decían que eso les pasaba por ser de la maña). Ya un falso documental, de muy baja calidad, pretendió asentar tal versión, y recientemente se divulgó una llamada telefónica interceptada que probaría infiltraciones del crimen organizado entre los alumnos de Ayotzinapa, con su director, José Luis Hernández, constantemente acusado sin pruebas de haber enviado a Iguala a los ahora desaparecidos en función de intereses de determinado bando criminal.
Mientras era secretario de relaciones exteriores, José Antonio Meade Kuribreña hizo todo lo necesario para que una empresa favorita se quedara con el negocio de expedir los pasaportes mexicanos. Otras firmas concursantes hicieron propuestas económicas más bajas y con mayor seguridad tecnológica, pero el estilo fraudulento de la administración MK se impuso (como en los concursos para personal administrativo y consular, en los que se realizaron trampas absolutas para acomodar los resultados al gusto de las autoridades) y terminó ganando el consorcio encabezado por Veridos Identity Solutions, junto con Caelum, SeguriData, Informática el Corte Inglés, Giesecke &Devrient y Nec. De ello informó esta columna en septiembre pasado, bajo el título Pasaporte a la privatización (http://goo.gl/T843aw ).
Apenas llegaba Claudia Ruiz Massieu Salinas de Gortari a la SRE, proveniente de la secretaría de turismo, y ya estallaba el escándalo del negocio tan mal hecho que significó, a la hora de su arranque, un desbarajuste mayúsculo que impidió durante un mes emitir esos documentos oficiales, con evidentes problemas graves para miles de solicitantes y con riesgos graves en cuanto al manejo de claves y datos de un ámbito estratégico como es la acreditación de la nacionalidad para salidas al extranjero y el posterior retorno.
Meade Kuribreña, desde luego, hace como que nada sabe del desastre que provocó. Ruiz Massieu Salinas de Gortari ha dicho que investigará, que habrá castigos e incluso que se contrató a otra empresa, Softek, para estabilizar los procesos, pero lo cierto es que una asignación contractual por 81 millones de dólares, para expedir 7.5 millones de pasaportes entre octubre del presente año y junio de 2018, resultó absolutamente fallida (una primera licitación fue declarada desierta), con ribetes claros de favoritismo a la ganadora y un daño evidente al interés nacional y a las necesidades de los usuarios. ¿Un acto más de corrupción que quedará en la más campante de las impunidades?
Y, mientras el secretario de educación pública, Aurelio Nuño Mayer, nombra mañana como su delegado en Guanajuato al hijo de Marta Sahagún, Fernando Bribiesca, quien fue diputado federal por el PAN y hace meses fue derrotado como candidato del PRI y el Verde a presidir Celaya, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

FotoSi hacemos un comparativo de las reservas internacionales que tenía el Banco de México cuando llegaron a su nivel más alto, ya en el sexenio de Peña Nieto, advertimos que se ha desprendido de cerca de 22 mil millones de dólares (gráfica). Ciertamente, cuando vende las divisas recibe pesos a cambio. Y hasta puede llegar a obtener una utilidad, aprovechando la devaluación. Pero la teoría dice que no son para eso; el banco central no es una casa de cambio. Inclusive defendió sus reservas frente a las opiniones de que debería usar parte de ellas para financiar la construcción de una refinería de petróleo. Con los dólares que ha vendido hubieran podido levantarse tres o cuatro, y entonces otra sería la historia. Exxon y Chevron, por ejemplo, vieron reducir sus pérdidas por la caída de los precios, gracias a sus refinerías. Pero ¿cuál ha sido el destino de los dólares? Los que se subastan, según la información oficial, se los quedan los bancos privados. ¿Cuáles? Ese es un secreto de Estado, aunque no debería serlo. ¿Por qué los dueños de las reservas, es decir, los mexicanos, no podemos enterarnos de a quiénes se están trasladando? Este misterio recuerda otro que tardó mucho tiempo en develarse: la cuantía misma de las reservas. Fue un dato confidencial que sólo los elegidos conocían. Un día fue revelado y no pasó nada.
Pemex, pensiones
Uno de los grandes inventos es el líder charro, un producto tan mexicano como el mole. Una de sus ventajas es que firma lo que le pongan enfrente, no necesariamente en forma gratuita. Y es lo que hizo el senador priísta Carlos Romero Deschamps: a nombre de los trabajadores de Pemex –y sin consultarlos, por supuesto– firmó el desmantelamiento del sistema de pensiones. El gobierno se deshizo de la responsabilidad y la trasladó a las Afores. Tomen nota: 1) Se establece que para los trabajadores de nuevo ingreso aplicará un esquema de cuentas individuales con aportaciones tanto de los trabajadores como de la empresa. 2) Los empleados con menos de 15 años de antigüedad deberán tener 30 en su trabajo y 60 años de edad para obtener una pensión al 100%.
Hablan y se van
Mañana será recibida por los secretarios de Comunicaciones y de Medio Ambiente una comisión de Morena, encabezada por la diputada Rocío Nahle García, quien expondrá su proyecto para el aeropuerto de la ciudad de México. López Obrador tiene una idea para ahorrar dinero aprovechando el actual y el de Santa Lucía. Eso no significa que el gobierno federal vaya a cambiar su plan, ese ya está apalabrado. Es una cortesía de Peña Nieto a un partido político, pero ya saben: hablan y se van.
Mancera, por el uso medicinal
Aunque no coincide con la opinión de algunos jerarcas del PRD, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, se pronunció a favor del uso de la mariguana con fines medicinales. Va a ganar muchos puntos. Diversas encuestas muestran que la mayoría de los mexicanos –por escaso margen, si ustedes gustan– están en contra de que sus hijos, los jóvenes, utilicen la yerba en sus reventones.
Con cada reforma al sistema de pensiones, la promesa gubernamental –igual de permanente que de incumplida– ha sido mejorar el ingreso de los beneficiarios y aumentar la cobertura (que en los hechos y en ambos casos resulta cada vez menor). Después de 18 años de logros (Consar dixit), cuatro reformas al hilo y otra en ciernes, el resultado concreto es que las pensiones son verdaderamente miserables y reducido al extremo el universo de beneficiarios.
El padre de la modernidad y sus hijitos políticos establecieron bases sólidas para fomentar el ahorro a largo plazo y mejorar la situación económica de los trabajadores al momento de su retiro (Carlos Salinas dixit) y encontraron la gran solución social al México moderno de hoy, con un sistema para el futuro, moderno, ágil, transparente y, sobre todo, justo (Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto dixit). Todo, para que a 18 años de distancia sus operadores salgan con la batea de que el sistema actual no garantiza ingresos suficientes para fondear las pensiones, ergo, se requiere subir la aportación para el retiro entre 13 y 15 por ciento.
Dicha insuficiencia es resultado del enorme déficit de empleo formal que tiene el país, la creciente evasión de cuotas por parte de la patronal, el riguroso avance del outsourcing, el ejército de informales y los miserables salarios que se pagan, más la vista gorda del gobierno que no sólo lo ha permitido, sino que en no pocas ocasiones lo ha estimulado para que la ganancia del capital sea aún mayor (más de 30 mil millones de pesos en ganancias para los dueños de las Afore).
El sistema moderno y, sobre todo, justo revienta estrepitosamente y los genios creadores ven fácil culpar a los trabajadores, quienes de cualquier suerte pagan por un festín al que nunca fueron convidados –salvo para utilizar sus recursos–, y anunciar otra reforma modernizadora y, sobre todo, justa para que el filón de negocio privado continúe inalterado, sin importar las consecuencias sociales.
La nueva reforma sólo pretende aumentar las aportaciones para los trabajadores (más ganancias para las Afore), pero el monto de las pensiones se mantendrá en niveles de sobrevivencia, es decir, lo que sucede desde hace 18 años.
No es descubrir el hilo negro, porque en el México modernizado todo se hace igual. De hecho, hasta el propio Banco Mundial (que mucho tuvo que ver en eso de reformar las pensiones y todo lo demás) reconoce que a 18 años de distancia el nuestro se encuentra entre los países de América Latina con bajos índices de cobertura en su población de adultos mayores, particularmente en pensiones para la jubilación y el retiro. A pesar de que ha reformado sus principales programas de pensión sustituyéndolos por sistemas de capitalización total, contribuciones definidas y cuentas individuales, estas acciones respondieron más a las presiones fiscales que venían generando y a la necesidad de fomentar el ahorro financiero, que a lograr una mayor cobertura.
De igual forma, apunta el organismo supuestamente multilateral, ante un importante sector laboral informal y una alta movilidad entre éste y el formal, aún para aquellos que cuentan con un registro en un programa contributivo, es probable que no alcancen ni siquiera a obtener una pensión mínima garantizada debido a los bajos niveles en la densidad de cotización.
De acuerdo con su información, desde la primera reforma al sistema pensionario, en 1992, la población de 65 años se multiplicó por cuatro, al pasar de 4.3 por ciento en 1990 a 17 por ciento de la población total. Y sólo 22.2 por ciento de ellos tiene ingreso por pensión, así sea raquítico.
¿Qué fue de la amplia cobertura que se prometió con la reforma madre? Pues valió ídem. El Banco Mundial detalla que el 95 por ciento de los adultos mayores de 65 años en el primer quintil (20 por ciento de la población de menores recursos) habita en zonas urbanas y el 87.2 por ciento en zonas rurales reportaron no recibir ingresos. De acuerdo con el Coneval, 45.8 por ciento de la población de 65 y más años de edad se encontraba en situación de pobreza, comparada con el 46.3 por ciento de la población menor a 65 años. Lo mismo ocurre con la población en pobreza extrema que se estimó en 11 por ciento para los adultos mayores y 11.4 para los menores a 65 años.
La forma en la cual se fue conformando el justo sistema de pensiones, detalla el Banco Mundial, condujo a que al final se contara con un sistema altamente fragmentado, enormemente heterogéneo en términos de beneficios y nula portabilidad. Adicionalmente mostraba importantes ineficiencias debido a que la falta de información adecuada sobre los distintos programas y la carencia de una entidad que centralizara dicha información impedía eliminar duplicidades en el pago de beneficios y la prestación de otros servicios. Pero de manera más importante, los niveles de cobertura de la población se mantuvieron bajos.
A la vuelta de las reformas, el sistema pensionario mexicano puede caracterizarse de manera general por su dualidad y fragmentación. Dan cuenta de su dualidad la existencia de un sistema de seguridad social contributivo con un paquete definido de beneficios para los trabajadores del sector formal privado y del sector público, que coexiste con un conjunto de servicios y beneficios fragmentados no contributivos ofrecidos mediante diversos programas de asistencia social a la población en pobreza, de bajos ingresos y en el sector informal de la economía.

Con cada reforma al sistema de pensiones, la promesa gubernamental –igual de permanente que de incumplida– ha sido mejorar el ingreso de los beneficiarios y aumentar la cobertura (que en los hechos y en ambos casos resulta cada vez menor). Después de 18 años de logros (Consar dixit), cuatro reformas al hilo y otra en ciernes, el resultado concreto es que las pensiones son verdaderamente miserables y reducido al extremo el universo de beneficiarios.
El padre de la modernidad y sus hijitos políticos establecieron bases sólidas para fomentar el ahorro a largo plazo y mejorar la situación económica de los trabajadores al momento de su retiro (Carlos Salinas dixit) y encontraron la gran solución social al México moderno de hoy, con un sistema para el futuro, moderno, ágil, transparente y, sobre todo, justo (Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto dixit). Todo, para que a 18 años de distancia sus operadores salgan con la batea de que el sistema actual no garantiza ingresos suficientes para fondear las pensiones, ergo, se requiere subir la aportación para el retiro entre 13 y 15 por ciento.
Dicha insuficiencia es resultado del enorme déficit de empleo formal que tiene el país, la creciente evasión de cuotas por parte de la patronal, el riguroso avance del outsourcing, el ejército de informales y los miserables salarios que se pagan, más la vista gorda del gobierno que no sólo lo ha permitido, sino que en no pocas ocasiones lo ha estimulado para que la ganancia del capital sea aún mayor (más de 30 mil millones de pesos en ganancias para los dueños de las Afore).
El sistema moderno y, sobre todo, justo revienta estrepitosamente y los genios creadores ven fácil culpar a los trabajadores, quienes de cualquier suerte pagan por un festín al que nunca fueron convidados –salvo para utilizar sus recursos–, y anunciar otra reforma modernizadora y, sobre todo, justa para que el filón de negocio privado continúe inalterado, sin importar las consecuencias sociales.
La nueva reforma sólo pretende aumentar las aportaciones para los trabajadores (más ganancias para las Afore), pero el monto de las pensiones se mantendrá en niveles de sobrevivencia, es decir, lo que sucede desde hace 18 años.
No es descubrir el hilo negro, porque en el México modernizado todo se hace igual. De hecho, hasta el propio Banco Mundial (que mucho tuvo que ver en eso de reformar las pensiones y todo lo demás) reconoce que a 18 años de distancia el nuestro se encuentra entre los países de América Latina con bajos índices de cobertura en su población de adultos mayores, particularmente en pensiones para la jubilación y el retiro. A pesar de que ha reformado sus principales programas de pensión sustituyéndolos por sistemas de capitalización total, contribuciones definidas y cuentas individuales, estas acciones respondieron más a las presiones fiscales que venían generando y a la necesidad de fomentar el ahorro financiero, que a lograr una mayor cobertura.
De igual forma, apunta el organismo supuestamente multilateral, ante un importante sector laboral informal y una alta movilidad entre éste y el formal, aún para aquellos que cuentan con un registro en un programa contributivo, es probable que no alcancen ni siquiera a obtener una pensión mínima garantizada debido a los bajos niveles en la densidad de cotización.
De acuerdo con su información, desde la primera reforma al sistema pensionario, en 1992, la población de 65 años se multiplicó por cuatro, al pasar de 4.3 por ciento en 1990 a 17 por ciento de la población total. Y sólo 22.2 por ciento de ellos tiene ingreso por pensión, así sea raquítico.
¿Qué fue de la amplia cobertura que se prometió con la reforma madre? Pues valió ídem. El Banco Mundial detalla que el 95 por ciento de los adultos mayores de 65 años en el primer quintil (20 por ciento de la población de menores recursos) habita en zonas urbanas y el 87.2 por ciento en zonas rurales reportaron no recibir ingresos. De acuerdo con el Coneval, 45.8 por ciento de la población de 65 y más años de edad se encontraba en situación de pobreza, comparada con el 46.3 por ciento de la población menor a 65 años. Lo mismo ocurre con la población en pobreza extrema que se estimó en 11 por ciento para los adultos mayores y 11.4 para los menores a 65 años.
La forma en la cual se fue conformando el justo sistema de pensiones, detalla el Banco Mundial, condujo a que al final se contara con un sistema altamente fragmentado, enormemente heterogéneo en términos de beneficios y nula portabilidad. Adicionalmente mostraba importantes ineficiencias debido a que la falta de información adecuada sobre los distintos programas y la carencia de una entidad que centralizara dicha información impedía eliminar duplicidades en el pago de beneficios y la prestación de otros servicios. Pero de manera más importante, los niveles de cobertura de la población se mantuvieron bajos.
A la vuelta de las reformas, el sistema pensionario mexicano puede caracterizarse de manera general por su dualidad y fragmentación. Dan cuenta de su dualidad la existencia de un sistema de seguridad social contributivo con un paquete definido de beneficios para los trabajadores del sector formal privado y del sector público, que coexiste con un conjunto de servicios y beneficios fragmentados no contributivos ofrecidos mediante diversos programas de asistencia social a la población en pobreza, de bajos ingresos y en el sector informal de la economía.


Parece ser que la corrección política del momento es mostrar actitudes abiertas y tolerantes ante la mariguana. Una vez que Uruguay y varios estados de la Unión Americana aprobaron su despenalización, y cuando exponentes internacionales y nacionales de la derecha neoliberal se han manifestado por suspender su prohibición, el régimen oligárquico mexicano decide convocar a un debate nacional para dilucidar el asunto; ya sea en la forma a la vez ñoña y arrogante de Peña Nieto, quien aclaró que está en contra, pero que no puede ser dueño único de la verdad, o al estilo taimado de Miguel Ángel Mancera, quien se mostró partidario de despenalizar el uso de la mota con fines terapeúticos porque hoy estamos limitando a enfermos de epilepsia, de cáncer, de arteriosclerosis. El que formuló una propuesta estructurada fue Miguel Ángel Osorio Chong, quien habló de una discusión en tres etapas (debate técnico, debate social y debate parlamentario) y de la necesidad de recopilar la mayor cantidad posible de información sobre el asunto.
Todo empezó cuando cuatro individuos, pertenecientes todos ellos a la organización de ultraderecha y pro gobiernista México Unido contra la Delincuencia, interpusieron unos sospechosos amparos judiciales para obtener respectivos permisos de consumo de la yerba y la Suprema Corte acabó dándoles la razón y ordenando a la Cofepris que no les niegue la autorización correspondiente. A últimas fechas, hasta un par de obispos se han sumado a la defensa de los usos terapéuticos de la droga (Guillermo Ortiz, de Cuautitlán, y Benjamín Castillo, de Celaya) cuando ésta es empleada en masajes para las reumas. Y la misma bancada senatorial del PRI presentó una iniciativa para reformar la Ley General de Salud, a fin de posibilitar el uso medicinal de la cannabis para algunos enfermos de epilepsia. La reforma se limitaría a autorizar la importación de medicamentos a base de mariguana y mantendría la prohibición de cultivarla en el país. Si los genios neoliberales han hecho el antimilagro de convertir a México en importador neto de gasolina, ya se puede esperar que lo vuelvan ahora importador de mariguana.


Crónica de una muerte anunciada. Nunca ha tenido el cine de Nanni Moretti mayor fortuna que cuando se libra a la confidencia intimista, abierta o veladamente autobiográfica. Su distinción mayor, la palma de oro en Cannes, y un unánime respaldo crítico, los obtiene con La habitación del hijo (2001), recuento de la sorpresiva desaparición de un adolescente y el perdurable impacto emocional sobre sus seres cercanos. Otras cintas, Querido diario (1993) o Abril (1998), abordan aspectos muy personales en la vida del cineasta, algunos tan perturbadores como la sensación de ver la propia existencia amenazada por una enfermedad irreversible. En su cinta más reciente, Mi madre (2015), la muerte no interviene ya como un evento sorpresivo y melodramático; tampoco como un fantasma que asedia la imaginación de un personaje, sino como un doloroso compás de espera en el que participan, por igual, los protagonistas y sus espectadores. 


El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, fue objeto de espionaje por el Servicio Federal de Inteligencia de Alemania (BND, por sus siglas en alemán), reveló ayer la radio pública Berlín-Brandeburgo (RBB), en lo que constituye un nuevo dato del escándalo que estalló el mes pasado cuando varios medios informativos alemanes dieron a conocer que esa dependencia de inteligencia desarrolló en años recientes un trabajo de vigilancia subrepticia e intercepción de las comunicaciones de políticos de Francia y otras naciones del viejo continente e incluso de embajadas estadunidenses, fuera por decisión propia o por solicitud de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Abierta represión contra normalistas
Ayer 11 de noviembre, las fuerzas represivas del Estado mexicano, una vez más, atacaron a los estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos en las inmediaciones de Chilpancingo y Tixtla.

Hoy, 12 de noviembre, se hará la entrega de la Medalla de Honor Belisario Domínguez al señor Alberto Bailleres González, según lo acordó el Senado de la República.

Entre los impulsores de Agustín Basave a la presidencia del Partido de la Revolución Democrática no todo fueron alegrías y reconocimientos al académico (prensa dixit) que arrasó en la elección. Algunas columnas políticas dijeron que la causa de cierta molestia cupular se debía a que, antes de ser elegido, “el neoperredista (...) buscó a Andrés Manuel López para proponerle alianzas electorales con Morena” y dejarle claro que ya no habrá tratamiento hostil de la dirigencia del partido hacia su persona (Trascendió, Milenio Diario). Horas después, el mismo Basave confirmó la especie y añadió que, en efecto, la relación con la izquierda sería la piedra angular de su política de alianzas (sin descartar por ello al PAN), pero que aún no tenía respuesta del tabasqueño. El revuelo causado por estas declaraciones remite a uno de los grandes interrogantes que las izquierdas y amplios sectores críticos se plantean de cara a la sucesión presidencial de 2018: ¿será posible construir una fuerza capaz de enfrentar con éxito a quienes hoy defienden sin obstácu­los reales la estrategia antipopular dominante? Aunque el mandato de Basave no llega hasta entonces, y si los jefes del partido le permiten trabajar para remontar la crisis de credibilidad, ya sería ganancia sustituir la actual crispación (que no la competencia) por un clima de mayor receptividad y tolerancia entre ambas formaciones. Al respecto, la nueva secretaria general del PRD, Beatriz Mojica, reiteró que su partido insistirá en entablar diálogo con la dirigencia de Morena para unificar a los partidos de izquierda y para que las izquierdas vayan juntas en las elecciones.

Cuando José Narro Robles acababa de tomar posesión como rector de la UNAM en 2007, declaró que estaba a favor de no aumentar las cuotas de inscripción y colegiatura de los estudiantes. En una entrevista que le hizo El Universal (20/11/2007), enfatizó que la reforma que había promovido el ex rector Barnés en 1999 sobre las cuotas significaba en esos momentos 1.5 por ciento del presupuesto total de la institución y que, obviamente, esa no era la solución para el financiamiento de la Universidad Nacional. Un día antes había declarado a El País que la UNAM era esencialmente gratuita y que la solidaridad de esta institución con la sociedad era absolutamente necesaria, ya que alrededor de 20 por ciento de los estudiantes proceden de familias con recursos económicos limitados. La periodista del diario español, quizá como forma de provocar una definición del nuevo rector, dijo: Sin embargo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sugiere la privatización de la educación media y superior de México. ¿Qué opina de esto?, y Narro contestó: Con todos mis respetos, creo que expresa un profundo desconocimiento de la realidad mexicana. Tenemos unos niveles de pobreza alarmantes, con uno de cada dos mexicanos viviendo en condiciones de pobreza, y uno de cada cinco, en situación de pobreza extrema. Lo único que puedo decir sobre esa propuesta es que demuestra su profunda ignorancia. Más adelante, y a lo largo de sus ocho años en la rectoría, habría de insistir también en la defensa de la autonomía y, por lo tanto, en no subordinar la docencia y la investigación a los dictados del mercado sino a los intereses de la nación en su conjunto y de la sociedad a la que debe servir la UNAM como universidad pública que es.

En un año se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Pero hace meses que los precandidatos de los partidos Demócrata y Republicano están en campaña. Es un proceso largo y caro. Piensen en las elecciones federales en Canadá del mes pasado, que se llevaron a cabo tras apenas 11 semanas de campaña. Piensen también que una campaña presidencial en Estados Unidos cuesta ahora arriba de mil millones de dólares.
Paul Ryan es el nuevo presidente de la cámara baja y sustituye a John Boehner, quien prefirió renunciar ante la falta de apoyo del ala más conservadora de su bancada pues, entre otras cosas, se le reclamaba la falta de fuerza para enfrentar al presidente Barak Obama. Entre todos los posibles sustitutos, Paul Ryan parecía el más abierto en relación con los temas de migración. De hecho, y según señala la revista Político, trabajó con el representante demócrata Luis Gutiérrez para impulsar la reforma migratoria, y manifestó que así lo hacía porque era lo correcto. De hecho era considerado el político republicano más pro amnistía. Con estos antecedentes llama la atención que una vez alcanzada su posición en la Cámara haya señalado tajantemente que no piensa someter a votación en el Congreso de Estados Unidos la reforma migratoria integral. Pero llama más la atención su posición en relación con Barak Obama, a quien culpa de ser poco fiable, porque los presidentes no escriben leyes, sino el Congreso. Parecería que Paul Ryan quiere evitar que sus correligionarios lo tilden de blandengue. Sin embargo, la cuestión va mucho más allá, lamentablemente, pues queda claro que el tema migratorio, en el contexto electoral, está siendo utilizado por los precandidatos republicanos, por supuesto con Donald Trump a la cabeza, como el instrumento eje y única preocupación que deben tener los electores para decidir su voto, manipulando argumentos que ofrecen una visión apocalíptica, y esto puede explicarse porque el tema migratorio forma parte de la plataforma política de Obama.

Dentro de 10 días –el 22 de noviembre– Argentina llevará a cabo la segunda vuelta de la elección presidencial, y en ese mismo acto se estará jugando la continuidad o un rudo golpe al proyecto bolivariano, sanmartiniano, martiano, chavista y fidelista de unidad e integración de América Latina y el Caribe. Ese con el que Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Lula da Silva, como intérpretes de recias luchas de los pueblos de nuestra América, derrotaron hace 10 años en Mar del Plata el proyecto de recolonización impulsado por Bush y sus perros falderos, denominado pomposamente Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

El procurador general de Nueva York ejerció acción sobre ExxonMobil, la mayor petrolera en capitalización de mercado, para que entregue toda comunicación acumulada durante los últimos 40 años de sus investigaciones sobre el calentamiento global (CG) vinculado a las emisiones de gases con efecto invernadero, GEI (dióxido de carbono, metano, etcétera) por la combustión de fósiles. Tanto Los Angeles Times como el WSJ y el NYT destacaron la noticia. Según D. Hasemyer y J.H. Curshman (Inside Climate News-ICN-, 22/10/15) interesa al procurador saber cuánto del conocimiento generado transmitió Exxon a sus inversionistas, así como la duplicidad de incluir ese conocimiento en sus cálculos de negocios, liderando en la investigación sobre el CG, para luego, con sus dividendos en mente, sembrar dudas por décadas sobre la ciencia climática, frenando la acción contra el CG y alentando con decenas de millones de dólares, los cofres de negacionistas del fenómeno.

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