11/24/2019

Es lo que es



No es que me las quiera dar de profeta, pero en 1995 llegué a esta conclusión en mi crítica de Casino: (la película) es el nihilismo de Scorsese llevado a extremos nunca vistos; es, por tanto, la obra de un cineasta exasperado, deseoso de cerrar un ciclo de manera definitiva. Si no me equivoco, Scorsese ha puesto su resto y tardará bastante en volver a caminar por estas calles peligrosas.
En efecto, tuvieron que pasar más de 20 años antes de que Martin Scorsese volviera a los temas gangsteriles, y lo hizo a instancias de Robert De Niro (con quien no había trabajado desde Casino, precisamente), quien descubrió el libro I Heard You Paint Houses, de Charles Brandt, que permitiría otro enfoque sobre el asuntoEl irlandés es una recapitulación de sus películas anteriores de gángsters italianos, filmada con una serenidad y una madurez que contrasta con el estilo dinámico e hiperactivo de Buenos muchachos (1990) y Casino.
. El realizador estuvo de acuerdo y decidió encargar a Steve Zaillian la adaptación del guion bajo su supervisión. Lo que Scorsese no quería era repetirse y lo que ha hecho en
Habiendo cumplido 77 años el pasado domingo, la mirada de Scorsese está permeada de melancolía y sentimiento de pérdida. El protagonista epónimo Frank Sheeran (De Niro, claro) es un matón que va ascendiendo en la jerarquía de la mafia italiana bajo la protección de Russell Bufalino (Joe Pesci), hasta convertirse en el compañero/guarura constante de Jimmy Hoffa (Al Pacino), el popularísimo líder sindical que desapareció en 1975 sin dejar huella.
Scorsese narra la vida de Sheeran partiendo de dos líneas de flashback: en la primera lo encontramos ya anciano en un asilo, donde escuchamos sus pensamientos. La segunda es el viaje en carretera que el hombre realiza en 1975 con Buffalino y sus respectivas esposas para asistir a una boda, aunque hay un motivo oculto.
A lo largo de tres horas y 20 minutos, Scorsese viaja en el tiempo y aborda de refilón los momentos claves de su país, algunos en los cuales la mafia italiana estuvo involucrada: la elección presidencial de John F. Kennedy, el poder que llegó a acumular Hoffa, la fallida operación de Bahía de Cochinos, el propio asesinato de Kennedy, el Watergate y el destino fatal de varios capos en la guerra entre facciones. Así, el cineasta entreteje la historia personal de Sheeran con la Historia. Sin embargo, preocupa a Scorsese cómo su personaje va perdiendo su alma hasta quedar solo.
En ese sentido, un eje emocional es establecido con su hija Penny (Lucy Gallina), quien atestigua cómo su padre le pone una cruel paliza a un tendero por haberla empujado. Hemos visto muchas de sus ejecuciones, pero es el momento más violento de la película. Ya adulta (e interpretada con muda elocuencia por Anna Paquin), Penny será la medida del aislamiento de Sheeran de su propia familia.
Asimismo, la estética de la violencia ya no interesa al realizador. Los asesinatos de Sheeran son filmados a distancia (en un longshot casi siempre) y despachados con rapidez.
Mucho había que hablar de las soberbias actuaciones de El irlandés. A falta de espacio, baste decir que De Niro se redime de todas las chambas indignas que ha desempeñado en el último par de décadas. La sola secuencia en que llama por teléfono a una viuda y le oculta la verdad con pena, es una clase magistral de sutileza. Incluso Pesci ha vuelto de su retiro para dar una interpretación escalofriante del capo con apariencia bonachona, que da órdenes terminantes.
Exhibida en pocas salas de nuestro país, a finales de mes El irlandés estará disponible en Netflix. Hay que verla ya, con urgencia, y revisarla con calma en su versión doméstica.
El Irlandés
(The Irishman)
D: Martin Scorsese/ G: Steve Zaillian, basado en el libro de Charles Brandt/ F. en C: Rodrigo Prieto/ M: Robbie Robertson; canciones varias/ Ed: Thelma Schoonmaker/ Con: Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Ray Romano, Harvey Keitel/ P: Fábrica de Cine, STX Entertainment, Sikelia Productions, Tribeca Productions. EU, 2019.

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