3/01/2011

Bombardier y Héroe caído


Utopía


Eduardo Ibarra Aguirre
Son varios e inquietantes los mensajes que envía el gobierno de Estados Unidos al concluir los operativos Bombardier y Héroe caído, realizados en San Diego, California; San Antonio, Texas; Chicago, Illinois; Detroit, Michigan; Atlanta, Georgia; Newark, Nueva Jersey; Miami, Florida; y Denver, Colorado; además de otras ciudades que no fueron reveladas pero que todo indica no incluyó a Los Ángeles ni Nueva York, centros vitales del trasiego de drogas.

Los resultados obtenidos del miércoles 23 al viernes 25 son de tomarse en cuenta: 676 personas detenidas, 18 toneladas de mariguana decomisadas, 460 kilos de cocaína, nueve kilos de heroína, 29 kilos de droga sintética, 282 armas de fuego, 94 vehículos y 12 millones de dólares en efectivo.

La acción contra presuntos criminales mexicanos, como si no existieran los gringos y de otras nacionalidades, involucró a miles de agentes de la DEA (la agencia antidrogas por sus siglas en inglés), la Oficina Federal de Investigación (FBI), y las agencias de control de Alcohol, Tabaco, Armas y Droga (ATF); y de Migración de Aduanas (ICE), a la que perteneció Jaime Zapata, agente asesinado presumiblemente por Zetas detenidos a velocidad meteórica por el Ejercito y en base a torturas –de acuerdo a testimonios periodísticos-- lograron que confesaran “su crimen” Julián Zapata Espinoza, Jesús Iván Quezada Peña y Rubén Darío Venegas. En tanto que la familia Reyes Salazar se extingue sin que autoridad alguna se ocupe de parar esta matanza.

Mas el logro principal, de acuerdo al vocero de la DEA Michael Sanders, fue “la inteligencia que podamos obtener”, además de que “queríamos enviar un mensaje de que si van a hacer negocios en nuestros país, vamos a investigarlos y aplicarles la ley”. Me resulta imposible no registrar que en septiembre de 1995 me encontraba en la casa de mi hermano Juan Alfonso –héroe de la guerra del Golfo Pérsico-- y unos distribuidores lanzaron al jardín un par de paquetes de lo que pudo ser cocaína. Llegaron dos agentes de la DEA, me hicieron un par de preguntas, tomaron la cotizada mercancía y se marcharon. Cuando llegó Juan, su esposa Lourdes y yo le informamos y no olvido su respuesta: “¡Se hacen pendejos! Saben muy bien que la cocaína la venden en la casa de enfrente”.

El éxito principal que presumen los subordinados a Janet Napolitano, no son los números que, en efecto, resultan simbólicos frente a la magnitud del negocio, inexplicable sin la intervención de los circuitos financieros, sino obtener información de inteligencia sobre los dos capos que persiguen, entre ellos El z 40, Miguel Ángel Treviño Morales.

Es evidente que el par de operativos se concentró en los familiares de Los zetas en Estados Unidos, con lo que se envió el perverso mensaje de que si los sicarios no cobran víctimas mortales como Jaime Zapata, convertido en héroe por Barack Hussein Obama, no serán tan hostigados en el territorio del más voraz consumidor de drogas en la aldea global. Amén de que ni la Casa Blanca ni Los Pinos se molestan aún en disipar las múltiples dudas por las extrañas circunstancias en que fue asesinado el joven de Brownsville, Texas.

La guerra que ahora es nada más lucha contra el narcotráfico busca, por otra parte, que las fuerzas armadas, el aparato de seguridad pública y de justicia hagan el trabajo sucio, violento, del gobierno estadunidense, mientras una porción de la sociedad permanece instalada en el viaje intergaláctico y, por ello, es más gobernable.

¿Cuántos jóvenes como Jaime tendrán que perder la vida para que Washington asuma su enorme responsabilidad en la tragedia mexicana? Al parecer no pocos. Y entre más se involucren los agentes estadunidenses en territorio nacional más riesgos correrán.

Acuse de recibo

El día 25 usé el espacio del lector y ahora Ramsés Ancira agrega: “Javier Corral también hizo una extrañeza de la nueva posición de Ciro Gómez Leyva. El empresario de Milenio Televisión sugirió que Manuel Cadena o Humberto Lira Mora serían candidatos de una alianza PAN-PRD. Ambos destapes de Ciro corresponden a personas que en diversas épocas fueron secretarios de Gobierno, conocidos como brutales represores, el primero de manifestaciones agrarias en Toluca y el segundo de asesinatos en Tejupilco”, estado de México... Dice Javier Hernández Valencia: "El patrón de violencia ejercida en contra de la familia de una defensora de derechos humanos resulta indignante. La sevicia en contra de la familia Reyes y la forma reiterada e insolente de actuar de los perpetradores sólo se explican por la impunidad que rodea al asesinato de Josefina, ocurrido en enero del año pasado. La ubicación de los cuerpos de Elías, Luisa y Magdalena muestra que la violencia en contra de las y los defensores de derechos humanos en Chihuahua se ha desbordado y alcanza ya al círculo más próximo de las personas que han decidido abrazar la defensa y promoción de los derechos humanos". Él es representante en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

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