3/02/2011

Realidad de muerte materna revienta objetivos de Ssa


Córdova presume logros mientras CNDH emite recomendación


Por la Redacción

México, DF, 1 mar 11 (CIMAC).- En 2010 se registraron 49.8 muertes maternas por cada 100 mil nacimientos en todo el país y aunque este año la Secretaría de Salud espera disminuir la cifra en 10 por ciento, también reconoce que la mortalidad materna (MM) es un indicador que muestra que aún existen brechas y diferencias.

El secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, reconoció que hay lugares que registran más de 100 muertes por cada 100 mil nacidos vivos, mientras que en otros la cifra es de 10 ó 12 muertes por cada 100 mil nacidos vivos.

Al inaugurar el Observatorio Ciudadano de Mortalidad Materna de Nuevo León, Córdova advirtió que para alcanzar la meta comprometida por México de 22.5 muertes por cada mil nacidos vivos es necesario “acelerar el paso” y evitar en promedio siete muertes por año en los próximos tres años.

En contraste, mientras el secretario de Salud enumeraba los objetivos en el combate a la MM, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 06/2011, dirigida al gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, por violar el derecho a la protección a la salud de una mujer con 24 semanas de gestación que al no recibir atención médica adecuada perdió el producto.

La CNDH informó que personal del Hospital General de Tulancingo, Hidalgo, atendió de forma inadecuada a una mujer de 21 años, con 24 semanas de gestación, ya que al inducirle un parto prematuro dieron por muerto al producto, el cual presentaba signos de vida.

El 31 de julio de 2010, la mujer acudió al área de urgencias del Hospital General de Tulancingo, ya que presentaba un leve sangrado. Posteriormente, se le practicó un ultrasonido y el personal médico que atendió a la víctima les informó “…que tenía las membranas rotas, por lo que era necesario realizarle un aborto”, indica el expediente.

Médicos del servicio de Ginecología decidieron interrumpir el embarazo; más tarde se le practicó un ultrasonido que reportó que el producto estaba vivo y con buen ritmo cardiaco. Finalmente realizaron el parto y sin haber valorado al producto certificaron su muerte. El personal médico afirmó que el producto nació muerto.

Sin haber comprobado la muerte del feto, fue enviado al servicio de patología donde permaneció alrededor de 11 horas en condiciones de muy baja temperatura.

El hospital entregó el cuerpo a los familiares quienes al destapar la caja, escucharon el llanto por lo que le retiraron los algodones que tenía en la boca y la trasladaron al Hospital General de Pachuca donde llegó con un cuadro de hipotermia severa.

Finalmente falleció por “asfixia perinatal consecutiva e inmadurez orgánica cardiopulmonar y prematurez”.

Luego de investigar el caso, la CNDH contó con elementos para acreditar violaciones al derecho a la protección a la salud de la mujer y al derecho a la vida en agravio de la menor, atribuibles a personal médico del Hospital General de Tulancingo, Hidalgo. Emitió su Recomendación 06/2011, dirigida al gobierno del estado.

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