2/19/2014

Espíritu de Toluca: ¿sella Obama seguridad energética de Norteamérica, Comando Norte y Asociación Transpacífica?


Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

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Elementos castrenses revisan a toda persona que ingresa al Centro Histórico de Toluca, como parte del operativo de seguridad establecido por la Policía Federal, el Ejército y policías estatales por la presencia de los mandatarios de Canadá, Estados Unidos y México, quienes participarán en la cumbre de líderes de NorteaméricaFoto Cuartoscuro.com

La dupla anglosajona Estados Unidos/Gran Bretaña confiere dadivosos reconocimientos por el obsequio de los hidrocarburos de México al proyecto de la seguridad energética de Norteamérica, acompasado de su desmantelamiento cibernético/laboral/educativo y al inicio de su acoplamiento fiscal y judicial al más puro estilo anglosajón, que ahonda su imperativa homologación tripartita que se inició con el fallido TLCAN hace 20 años.

La revista del grupo Time Warner, a punto de ser vendido a ComCast –lo cual crearía un ominoso oligopolio de 57 por ciento de las cableras en Estados Unidos–, concedió una polémica portada a Peña como el salvador de México, el cual, paradójicamente, está empantanado en una protorrecesión y una grave crisis de seguridad y legitimidad que llevaron, una semana antes de la llegada de Obama, a la inaudita locuacidad de ex presidentes obligados al silencio trapense del sistema: Salinas fulminando contra sus enemigos ontológicos; retorno de Calderón cobrándose facturas con sus otrora correligionarios y contra Venezuela, y Zedillo increpado por legisladores de su partido por su regalo de los ferrocarriles a Estados Unidos.
¡Ahora sí que México se mueve antes de la llegada de Obama!

Otro galardón superlativo provino del megabanco BlackRock –ver Bajo la Lupa, Pedro Aspe: pieza fundamental de EU para la privatización de Pemex, http://www.jornada.unam.mx/2014/01/08/opinion/014o1pol y BlackRock: el mayor inversionista del mundo detrás de la privatización de Pemex http://www.jornada.unam.mx/2013/12/11/opinion/026o1pol–, que a través del británico Grupo Pearson controla a la revista The Economist y al Financial Times que publica The Banker, quien premió a Luis Videgaray como el mejor secretario de Hacienda del año, pese a la protorrecesión, a la inflación, al desempleo, al agravio fiscal y a la sequía de liquidez.

La entrega de los hidrocarburos de México bien vale todos los galardones por los agradecidos multimedia anglosajones.

No importa que días después Jude Webber, del mismo Financial Times (11/2/14), fustigue la decepcionante (sic) caída de la producción industrial: “Menos de una semana después de que México estaba celebrando su histórico ascenso en su tasa de deuda soberana por la calificadora Moody’s, los decepcionantes (¡supersic!) datos ahogaron abruptamente el espíritu fiestero” (sic): inflación de 4.48 por ciento, producción industrial peor a lo esperado cuando la inseguridad se encuentra a la cabeza de las preocupaciones que eclipsan la economía, lo cual contrasta con el optimismo sonriente (sic) de Peña durante la cumbre de la Alianza del Pacífico.

Jude Webber cita al taciturno economista en jefe del banco británico Barclays: La economía pierde energía, pese a las reformas del año pasado.

Cabe recordar que, contra todo protocolo, Peña y Videgaray acudieron en forma insólita a las oficinas del Financial Times a entregar el plan del obsequio de los hidrocarburos de México, el cual fue aprobado meses más tarde por un inconsciente Congreso.

Todos los premios artificiales del mundo no pueden ocultar dos situaciones desfavorables para la alucinante salvación (sic) de México en medio del naufragio global: 

1) la grave crisis financiera que se ha acentuado: baste leer el sensible barómetro del alza en las tasas de interés de largo plazo, acompasado de la crisis en los mercados emergentes, producto de la prestidigitación monetarista de la Reserva Federal; y

 2) la puesta en la picota del shale gas (esquisto/lutita/grisú) de Norteamérica (Ver Bajo la Lupa 9, 12 y 16/2/14), lo cual propende al alza del gas natural, del que depende la electricidad en México.

Pero nada se asemeja a los laureles de la visita de Obama –casi nadie se fija en el premier canadiense Stephen Harper– al feudo peñista: Toluca, lo cual comporta un enorme significado simbólico y que bajo el espíritu de Toluca –similar al antidemocrático espíritu de Houston que catalizó al disfuncional TLCAN (http://www.jornada.unam.mx/2014/01/15/opinion/024o1pol) cuando sus tres firmantes norteamericanos son evocados desdeñosamente– es susceptible de sellar, dos meses después de la aprobación de la suicida reforma Peña/Vidagaray/Aspe, la seguridad energética de Norteamérica: un verdadero triunfo geopolítico de Estados Unidos (http://www.jornada.unam.mx/2013/12/18/opinion/022o1pol), al unísono de la incrustación de México (Canadá es ya miembro añejo) al Comando Norte/NORAD y uno de cuyos apéndices lo representa el CiberComando, del que el “México neoliberal itamita” forma parte, quizá sin saberlo, mediante la entrega masoquista de sus telecomunicaciones.
¿Se atreverán los galardonados mexicanos a tocar la estancada reforma migratoria, la humillación de la transfrontera militarizada, el flagrante espionaje de la NSA y las ultrajantes visas unidireccionales anglosajonas?

Todo el paquete de la seguridad energética de Norteamérica/Comando Norte/CiberComando –con las recientes reformas laboral, educativa, fiscal y judicial en México– constituye el andamiaje para incrustar a la proestadunidense Alianza del Pacífico en el seno de la Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), que en su conjunto está diseñada para contener a los BRICS a niveles local/regional/global: específicamente contra Brasil y China.

Doce estados miembros prospectivos, con los tres miembros del TLCAN, forman parte de las negociaciones con cartas marcadas del TPP, padre putativo de la Alianza del Pacífico que acaba de absorber a Costa Rica y al que Israel (¡supersic!) fue incorporado como observador a solicitud de Peña (Israelenlinea.com, 12/2/14).
Wikileaks (13/11/13) publicó el texto del borrador secreto (¡supersic!) del Capítulo de derechos de propiedad intelectual del TPP, el máximo tratado económico del planeta con más de 40 por ciento del PIB mundial, y que ha sido estigmatizado por la sociedad civil global debido a sus deletéreos efectos en servicios de Internet, editores, medicamentos, libertades civiles y patentes biológicas.

Su sección Cumplimiento detalla las nuevas medidas de orwelliana vigilancia policiaca de los polémicos SOPA y ACTA (ver Bajo la Lupa, Ciberseguridad: momento pre-11/9, según el Pentágono, http://www.jornada.unam.mx/2012/10/21/politica/016o1pol) con sus tribunales supranacionales de litigio ante quienes los juzgados soberanos nacionales deberán someterse, sin salvaguardas para los derechos humanos y sin resguardos ambientales.

Los óptimos negociadores de Obama en el TPP fueron también premiados con millonarias gratificaciones por los supremos beneficiados de la bancocracia plutocrática: Bank of America y Citigroup 
(http://www.republicreport.org/2014/big-banks-tpp), lo cual delata su carácter eminentemente financierista.
No todos los rimbombantes proyectos esquemáticos que ha esgrimido Estados Unidos han sido exitosos, como resaltan los múltiples fracasos sonoros del ALCA, TLCAN, ASPAN, Plan Puebla Panamá (PPP) y Plan Mérida, cuyas sombras fantasmagóricas planearán sobre el militar y financierista espíritu de Toluca, en par­ticular del lado del más valetudinario de los tres: el “México neoliberal itamita”, con todo y sus premios etéreos.

Twitter: @AlfredoJalife
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