4/17/2015

Recuerdos de nuestro Internado de Secundaria en Mérida, para hijos de trabajadores: 1937-1960


Imágenes integradas 1
Pedro Echeverría V.
 1. Nuestro hermano de internado de segunda enseñanza, Glicerio Echeverría Solís, acaba de entregarnos una maravillosa obra de 234 páginas que escribió casi en colectivo con más de 30 compañeros que cada mes o dos meses nos reunimos a charlar. A nadie se le ocurrió, más que a él, hacer una obra alrededor de nuestros recuerdos vividos durante tres años en el internado para varones creado por la política educativa del presidente Lázaro Cárdenas. ¿Quién puede olvidar que en su periodo de gobierno (1934-40) se crearon decenas de secundarias y normales rurales para hijos de indígenas, campesinos y trabajadores pobres, así como al mismo tiempo se fundó en la ciudad de México el internado del Politécnico (IPN) para ese mismo pueblo humilde? 
2. El gobierno de Lázaro Cárdenas fue capitalista, pero nacionalista; nadie podrá decir o demostrar que fue socialista por haber realizado reformas importantes: expropiación petrolera, expropiación de haciendas y creación de ejidos, nacionalización de ferrocarriles, refugio a españoles de la guerra civil, refugio a Trotski, creación de la CTM, educación “socialista”. No puede haber gobierno socialista en un país capitalista; sin embargo el de Cárdenas ha sido en toda la historia el gobierno menos peor de México. ¿Podrá haber un buen gobierno? Sí, -aunque no ha habido ninguno en el mundo- cuando se derrumben los imperios, se expropie a los expropiadores y se haga cargo del país en posesión de igualdad el pueblo. 
3. Recordando aquellos tres años (ingresé a los 14 y salí a los 17 años) pienso que fui muy feliz y quizá pude haber vivido así (como estudiante de internado) por lo menos 12 años más. Algunos tuvimos uno o dos pesos en la bolsa, pero no eran necesarios porque nunca nos faltó la comida, las aguas frescas, el deporte, las salidas al estadio deportivo, la salida los sábados y parte del domingo, los juegos y todo lo que necesitábamos. Pienso que éramos unos 150 compañeros que comíamos juntos, estudiábamos un poco, hacíamos mucho deporte y algunas veces íbamos al cine. En aquellos años (1954-57) no circulaban ideas políticas y filosóficas en el estado o en las escuelas. El gobierno de Ruiz Cortines en el país y el de Mena Palomo en Yucatán dominaban la escena. 
4. No recuerdo, creo que nunca mantuve alguna discusión ideológica con mis maestros o compañeros estudiantes; más aún ni en la Preparatoria de la Universidad hasta 1960 hubo algún maestro que fuera de izquierda o por lo menos nos explicara las ideologías. El dominio del PRI siempre fue abrumador, aunque no faltaban en la Preparatoria maestros clericales y de derecha. De hecho fue solamente a partir de los años 60, a raíz de la revolución cubana, cuando se comenzó a hablar de izquierda, de socialismo y de comunismo. En los años 50 no existía la TV; la radio sólo funcionaba donde había corriente eléctrica o se usaba el acumulador. Dominada el derechista Diario de Yucatán con 30 mil ejemplares y el Diario de Sureste, diario del gobierno con unos cinco mil. 
5. Vimos y escuchamos a nuestros maestros del Internado como los mejores del mundo teniéndoles un gran cariño; creo que jamás les criticamos sus ideas –que no fluían- porque no había llegado la gran revolución liberadora de los sesenta que cuestionó la educación, la familia, la iglesia, los gobiernos, la explotación y la opresión. La disciplina y la obediencia era total, el poder del padre, del hombre, del cura, del maestro, del patrón y del gobierno, era indiscutible. Hoy escuchamos las batallas de estudiantes de secundaria y prepa en Chile, Francia, España contra la privatización educativa; las discusiones que mantienen contra el autoritarismo de gobiernos y empresarios y nos resulta difícil entender su capacidad política. 
6. Estando en el Internado secundaria a esa edad y con carencia de educación ideológica, nunca entendimos la importancia de nuestra “escuela para hijos de trabajadores”. En cierta manera éramos privilegiados si nos comparábamos con los estudiantes pobres de otras secundarias de Mérida como la Cisneros Cámara, la Vadillo Cicero o la Urzaiz Rodríguez que eran de gobierno, gratuitas, pero no tenían las tres comidas y demás servicios gratuitos. A nuestro internado solo podían ingresar hijos de campesinos y trabajadores pobres, pero fuimos privilegiados por la política de Cárdenas que, aunque hoy le llamarían “populista”, logró ayudar a muchos miles de jóvenes en sus estudios. Esta política se repitió con creces con la creación de Normales rurales y el Politécnico. 
7. Por ello no puedo olvidar el impulso que me dio mi padre el carpintero Fulgencio y mi inolvidable maestro de IV año de primaria, Alberto Ontiveros Canché, que me preparó e hizo hasta lo imposible para que yo entrara al internado secundaria. ¿Qué han sido los estudiantes de otros internados cardenistas de hijos de campesinos, sobre todos de las normales rurales como Ayotzinapa, Tiripetío, Mexe, Hecelchakán, Saucillo, sino nuestros hermanos?  Por ello, los que ahora sabemos del significado de los internados cardenistas no podemos dejar de sentir en carne propia los cierres, las represiones y asesinatos de nuestros hermanos estudiantes de normales de diferentes internados del país. 
8. Para concluir quiero invitar a leer y a curiosear el libro de mi hermano de internado Glicerio porque se esmeró en recoger opiniones, recuerdos y reflexiones; pienso que es ameno y hasta entretenido por los muchos sucesos que otros compañeros aportan. La realidad es que nos hemos reunido de diferentes generaciones y nos da gusto porque nuestras vidas marcharon por diferentes rumbos y ahora que nos vemos, la mayoría jubilados como profesores, militares, politécnicos, incluso políticos, todos con alrededor de 70 años de edad y con enormes experiencias, pareciera que recuperamos muchos años. El libro se presentará en lo que queda del edificio de nuestro internado (calles 62 entre 55 y 57) el 3 de mayo, a 78 de su fundación. (17/IV/15) 

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