5/09/2016

El sindicato “más transparente” de México


Utopía

Eduardo Ibarra Aguirre

Para el presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Juan Díaz, “la cultura de la trasparencia no es una ocurrencia o un hecho aislado” y “es el único sindicato que tiene convenio de transparencia”, por tanto “somos el sindicato más transparente de México”.
Aclaró que no lo dice él, sino Ximena Puente de la Mora, consejera presidenta del Observatorio Público de Transparencia e Información, “organismo auxiliar del Consejo General Sindical emanado de los mandatos del VI Congreso Nacional Extraordinario” del SNTE. Es decir, la misma casa avala los dichos vertidos en Chihuahua por el hombre impuesto por el jefe del grupo gobernante, a la cabeza del sindicato más numeroso de América Latina, para desbrozar el camino a la reforma educativa y mandar a prisión a Elba Esther Gordillo, la madrina de Díaz hasta el 28 de febrero de 2013, tras dirigir el sindicato 24 años.
Dice el bailarín jalisciense de Santa Gertrudis, Huejuquilla, virtud con la que conquistó la voluntad y todo el apoyo de La Maestra, que “el proceso de la cultura de la rendición de cuentas en nuestro país nos parece extraordinario”.
Tan extraordinario como inexistente es en sentido estricto, pues la discrecionalidad en el manejo de recursos sindicales y en este caso públicos porque son trabajadores del Estado, hoy como ayer con Gordillo Morales es la práctica predominante, porque la corrupción aún es el aceite que hace funcionar la maquinaria del sistema político, desde la cúspide de la pirámide hasta la base, con y sin economía abierta y dictadura del mercado.
Estos lidercitos amamantados por el poder y usados hasta que le son funcionales, como sucedió con Joaquín Hernández, Carlos Jonguitud y muchos otros, no acaban de entender que la opinión pública y publicada con nuevas y pujantes formas de expresión en las redes sociales, resultan más eficaces que los acotados y con frecuencia cooptados mecanismos y dirigentes de transparencia institucional, para dar seguimiento al enriquecimiento ilícito de los líderes sindicales, prestanombres y familiares.
Como lo documentó Francisco Rodríguez en Índice político del pasado 22 de abril, con base a información propia y la brindada una semana antes por The Miami Herald, “un lidercillo sindical del magisterio oficial, llamado José Bernardo Quesada Salas –cuyo único logro es ser compadre y prestanombres de Juan Díaz de la Torre, secretario general del SNTE– ha resultado un magnate, hasta hoy desconocido”.
De acuerdo con información del periódico estadunidense y el juicio del columnista “en sólo cuatro años, este diminuto sindicalista adquirió condominios playeros en el condado Dade por la cantidad de 8.2 millones de dólares, algo que para quien ocupa una modesta posición sindical en representación de los trabajadores del Instituto Politécnico Nacional es mucho más que una osadía”.
Rodríguez asegura que “‎Las propiedades, verdaderamente fastuosas, según se observa en las fotos que se publican, se ubican en las exclusivas zonas residenciales de los realmente poderosos: en Brickell, Miami Beach, Mission Beach y Sunny Isles Beach”. (http://www.indicepolitico.com/bernardo-quezada-asaltante-maestros/).
De ese tamaño son los negocios del jefe de Quezada Salas, diputado del Partido Nueva Alianza, al que publicita gustoso Gabriel Cuadri. Los dirigentes negaron respuestas a las preguntas del diario de Florida, seguramente porque no las tienen para el enriquecimiento inexplicable del líder del “sindicato más transparente de México”.
@IbarraAguirreEd


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