9/21/2011

Peña y el “síndrome Madrazo”




Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto


Contra lo que se puede pensar, no todo en el PRI es cargada a favor de Enrique Peña Nieto y su anticlimático destape. Si bien la bufalada priísta está lista para apoyar al mexiquense —que fiel a su costumbre anunció su aspiración en la televisora de la que es cliente y candidato—, también lo es que el priísmo dista mucho de ser monolítico y peñista por definición.

De hecho, las presiones en el interior del PRI crecieron ante lo que otros grupos consideraron un intento de “albazo” del grupo afín a Peña Nieto para que hubiera candidato “de unidad” y “por aclamación” en el viejo partido antes de las fechas que está por definir el CEN priísta. Eso motivó la reunión de emergencia del 11 de septiembre pasado, donde Humberto Moreira, gobernadores y líderes parlamentarios del tricolor establecieron la ruta crítica para la elección del candidato.

Porque en la víspera de ese encuentro, grupos afines a Peña comenzaron a promover que después del 15 de septiembre, fecha en que dejó la gubernatura, se impulsara una candidatura por aclamación en el PRI. La lógica de esos grupos era que, una vez que Enrique Peña hiciera públicas sus aspiraciones, comenzara una cargada de tal magnitud en los estados, órganos y sectores del partido, que un proceso interno pareciera innecesario en ese organismo.

Pero los grupos que rechazan una imposición del grupo peñista, entre ellos el de Manlio Fabio Beltrones y varios ex gobernadores y mandatarios en activo, se movilizaron y presionaron a Moreira para que convocara a la cúpula priísta en una reunión, en la cual se estableció que será hasta noviembre cuando se emita la convocatoria para un proceso interno y que en febrero se elegirá al candidato presidencial mediante un método aún por definirse.

Ese fue el primer enfrentamiento interno que dejó en evidencia que no todo será terso en el viejo partido y que, con todo y sus altos índices de popularidad y su fuerza en las encuestas, Peña Nieto no tiene garantizada la unidad priísta en automático.

Los grupos que rechazan la imposición de un solo grupo en el PRI acusan a los seguidores del mexiquense de actuar de manera excluyente y comenzar a acaparar todos los cargos y posiciones partidistas, como si ya se sintieran los dueños de su partido. Mencionan que cuando Peña mandó a Luis Videgaray a coordinar la campaña de Eruviel Ávila, en lugar de dejar la presidencia de la Comisión de Presupuesto a otro economista como Luis Alberto Cano Vélez, al que además le correspondía por prelación, los peñistas movieron a un abogado y ex procurador como Alfonso Navarrete Prida al órgano económico, para cerrarle el paso al diputado Cano Vélez por su proximidad con Beltrones.

Otros nombramientos confirmaron la política excluyente del grupo peñista; dos alfiles de Peña como Ricardo Aguilar y Miguel Ángel Osorio fueron nombrados secretarios de Organización y de Operación del CEN priísta, por no mencionar la llegada de Emilio Chuayffet a la Coordinación Parlamentaria de San Lázaro.

Hace seis años, cuando Roberto Madrazo se impuso a los grupos del PRI y excluyó a todos hasta quedarse con la candidatura, la fractura en el viejo partido los envió a un tercer lugar en los comicios presidenciales que aún duele y avergüenza a los priístas. Nadie duda a estas alturas que Enrique Peña Nieto lleve ventaja para ser el candidato tricolor, pero si se contagia del “síndrome Madrazo” y sigue con su política excluyente hacia grupos y figuras que no le son incondicionales, sentirá en algún momento los efectos de la traición, el vacío y el abandono de grupos de priístas que hundieron a Madrazo en la ignominia de la derrota.

NOTAS INDISCRETAS… Marcelo Ebrard se guardó lo más fuerte de su mensaje político para el acto de hoy en el Auditorio Nacional, donde el jefe de Gobierno echará toda la carne al asador y tratará de lucir el músculo de cara a la disputa interna por la candidatura en las encuestas. Marcelo quiere demostrar que está más vivo que nunca y que sigue en la pelea por el 2012… Una “disculpa pública” le exigieron ayer los diputados de todos los partidos a las Fuerzas Armadas, luego de que el fin de semana, marinos armados irrumpieran en la casa del diputado Eduardo Bailey Elizondo, en Nuevo León, y encañonaran a su esposa y sus hijos sin mostrar una orden de cateo de un juez. ¿Se disculparán los mandos militares? ¿Y los ciudadanos que no tienen fuero y que han sido allanados también en su domicilio en busca de armas o delincuentes...? Los dados mandan Serpiente. Caída libre.

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