1/29/2013

Más mujeres jóvenes y madres solteras dejan Oaxaca para ir a EU

LA OTRA RUTA MIGRATORIA
La Otra Ruta Migratoria
   Ellas enfrentan mayores obstáculos para migrar

Por: Citlalli López, corresponsal
Cimacnoticias | Oaxaca.- 

En 10 años, la integración de las mujeres indígenas de Oaxaca a la migración internacional ha mostrado un crecimiento importante por el deseo de superación de las mujeres y la falta de oportunidades en sus comunidades, señaló Alejandra Aquino, catedrática investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Pacífico Sur.

La investigadora, quien ha realizado estudios en la comunidad indígena de Villa Hidalgo, Yalalag, municipio de la Sierra Norte del estado, sostuvo que al menos el 50 por ciento de los más de 4 mil yalaltecos radicados en Estados Unidos son mujeres.

Lo anterior ha ocasionado que en este momento sólo una de cada cuatro personas nacidas en Yalalag viva actualmente en su comunidad.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), precisan que en la comunidad viven mil 995 ciudadanos. Mientras que, de acuerdo con registros de las organizaciones de la comunidad en Los Ángeles, EU, habitan aproximadamente 4 mil yalaltecas y yalaltecos.

Alejandra Aquino destacó que desde los años 90 las mujeres se agregaron al flujo migratorio y actualmente constituyen uno de los principales motores de la economía en la comunidad. Quienes están migrando son mujeres jóvenes, madres solteras y mujeres viudas.

Una de las razones que obliga a las mujeres a emigrar es la falta de fuentes de empleo. “En el caso de ellas es doblemente difícil porque no sólo son las cosas a las que todo migrante se enfrenta como  conseguir el dinero para cruzar o conseguir un ‘pollero’ (traficante de personas) seguro”, explicó la experta.

La parte más difícil es la negociación con la familia. “La migración de las mujeres tiene todo un proceso previo, pues para que se pueda ir tiene que negociar con los padres y lograr que sean ellos los que se queden al cuidado de los hijos o de los hermanos menores, quienes muchas veces pasan a ser responsabilidad de la hermana mayor”, abundó.

La especialista indicó que uno de los retos psicológicos más fuertes que ellas enfrentan es cuando se incorporan al cuidado de las y los niños, personas adultas mayores y enfermos, pensando en que sus hijas e hijos o sus progenitores están en el desamparo.

Si ellas se van mucho tiempo, al regresar sus hijas e hijos ya no las reconocen como sus madres.

En los últimos cinco años las mujeres que se han ido no han regresado ni contemplan el retorno en breve debido a lo riesgoso que es cruzar la frontera. “Lo que proyectan las mujeres es juntar el dinero suficiente para mandar a traer a sus hijos”, indicó la académica del CIESAS.

Otro de los retos es conseguir los recursos económicos para el viaje porque carecen de propiedades, terrenos o acceso a créditos que les permitan capitalizarse en tanto comienzan a trabajar.

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