8/15/2014

Mexicanas: más pobres, sin empleo o sobreexplotadas


   Prevalece panorama laboral negativo para las mujeres

Las mujeres enfrentan aún obstáculos para ingresar al mercado laboral, no poseen bienes materiales para ser empleadoras, y no reciben una remuneración justa por su trabajo, según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).



De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Ocupación y Empleo (ENOE), de abril a junio de este año apenas el 42 por ciento de las mujeres formó parte de la Población Económicamente Activa (PEA), mientras que 72 de cada 100 varones estuvo dentro de esta población.

La PEA total del país equivale a 52.1 millones de personas, de ellas sólo 21.2 millones son mujeres.

Según la nota preliminar del Inegi, 50.49 por ciento de la población que labora se dedica al sector terciario o de servicios, mientras que 29.3 por ciento está en la industria, y 19.7 en el sector primario (agropecuario). Por sector laboral, las mujeres presentan prácticamente los mismos porcentajes.

No obstante, las mexicanas no están ocupando puestos de decisión ni son propietarias de los bienes materiales, ya que sólo 2.2 por ciento de ellas son empleadoras en comparación con el 5.4 por ciento de los varones.

Asimismo, mientras 8.1 por ciento de las mujeres ocupadas realiza trabajos sin remuneración, sólo el 4.2 por ciento de los varones se encuentra en esta condición.

Las mujeres que ingresan al mercado laboral experimentan explotación, ya que en promedio las personas de la PEA trabajaron durante esos tres meses 42 horas semanales; sin embargo, 26.7 por ciento laboró más de 48 horas.

En el caso específico de las mujeres, el 44.4 por ciento trabajó de 35 a 48 horas y el 35 por ciento trabajó incluso más de la jornada máxima semanal.

Del total de la población subordinada y con remuneración, sólo 18.3 millones tiene acceso a instituciones de salud como prestación por su trabajo, y casi la misma cifra dispone de un contrato por escrito.

De acuerdo con expertas economistas, estas desigualdades se dan por situaciones de discriminación en los centros laborales y por la violencia estructural contra las mujeres.

POBLACIÓN DESOCUPADA

En este segundo trimestre del año (abril, mayo y junio), la población desocupada –es decir que está en disposición de trabajar pero no consigue empleo– se situó en 2.5 millones de personas, de ellas 950 mil 180 son mujeres, lo que equivale a una tasa de desocupación igual a 4.8 por ciento de la PEA.

Si bien la desocupación de las mujeres decayó 0.15 puntos frente al trimestre anterior (enero, febrero y marzo), la tasa de desocupación todavía es mayor entre las mujeres que entre los varones.

La población subocupada corresponde a quienes declararon tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas del horario que ya cubren. Ésta se ubicó de abril a junio en 4 millones de personas, es decir el 8.2 por ciento respecto de la población ocupada.

Más de un millón 200 mil mujeres se concentran en esta situación, pero los varones dentro de la PEA masculina que son parte de este sector conforman un porcentaje menor.

Este indicador demuestra que los salarios bajos y la disminución del poder adquisitivo provocan que las mujeres busquen otros empleos o extiendan sus jornadas laborales, para cubrir las necesidades básicas de subsistencia.

Por otro lado, el trabajo informal, que integra las formas de ocupación que no garantizan la protección de los derechos laborales, sumó 28.6 millones de personas, lo que representa 57.8 por ciento de la PEA ocupada.

Del total de la población en esta condición, 2.2 millones corresponden al trabajo del hogar remunerado, y de ellas 91 por ciento son mujeres.

Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.- 



 

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