La Jornada
Guillermo Almeyra
¿Andrés Manuel López Obrador (AMLO)radical, como dicen algunos? ¡Si su programa de Desarrollo Nacional es una versión muy aguada del desarrollismo de Luis Echeverría Álvarez-José López Portillo que fracasó en las décadas de los años 60 y 70, aunque la nación todavía tenía una Pemex funcionando y el capitalismo vivía una fase de prosperidad que se reflejaba en México en el crecimiento anual del producto interno bruto (PIB) –oscilante entre 10 por ciento en 1964 y 8 por ciento hasta finales de los años 70!
¿AMLO ignaro de lo que hace y preparan la derecha y la oligarquía desde del seno mismo de Morena y del gobierno? ¿Quién escogió los ministros funcionarios y candidatos de Morena y sus dirigentes? ¿Quién consideró normal que el periódico Regeneracióndesapareciera en el momento en que era más necesario?
¿AMLO democrático? ¿Dónde están las consultas que la ley garantiza a los pueblos indígenas afectados por los proyectos del Tren Maya y del Istmo de Tehuantepec? ¿Y con la central térmica de Huaxca y el asesinato de Samir Flores en el estado de Morelos? ¿Qué pasó con las propuestas de la comunidad científica y de los ciudadanos para legislar sobre el sector de la ciencia? ¿Quién hizo y mantiene un acuerdo con las fuerzas armadas y el gran capital paracontrolar al tigresi le dejaban llegar al gobierno de la República? ¿Quién sostiene a Marcelo Ebrard como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y como su posible sucesor en la Presidencia y admite que México sirva de policía fronteriza a Trump mientras éste expulsa trabajadores latinos?
¿AMLO de izquierda moderada? ¡Si las sucesivas transformaciones del Estado y de la sociedad fueron meras adecuaciones capitalistas al desarrollo del capitalismo mundial, si la Cuarta Transformación se da como objetivo de un capitalismo moderno dependiente y si AMLO no se cansa de decir que combatirá la corrupción, pero no al capitalismo y quiere instaurar unaRepública Amorosa, donde el explotador ame a quien explota, el gran capitalista piense en el pueblo –al que desprecia– y no en sus ganancias a cualquier costo y otras tantas utopías de sacristán de pueblo chico..!
Es indispensable apoyar a quienes en Morena desean imponer políticas antimperialistas y convenientes para los trabajadores porque eso favorece la organización y politización de los oprimidos y debilita a la oligarquía, pero también es esencial dejar bien claro que Morena es un movimiento-partido procapitalista y un obstáculo en la lucha por la liberación de los trabajadores y no puede ser reformado porque lo que determina el carácter de un partido es su programa y su objetivo estratégico.
En cuanto a los militantes llamados anticapitalistas, muy pocos lo son. La defensa de los intereses de los pueblos originarios, la elevación de su nivel de vida, la preservación de sus territorios, la seguridad, el fin de la impunidad en sus comunidades y de los asesinatos de mujeres y la plena vigencia de los derechos humanos son objetivos democráticos sacrosantos, pero no anticapitalistas. No basta con la crítica, por correcta que ésta sea. Si la izquierda social quiere ser creíble debe ofrecer objetivos alternativos, no sólo críticas. Hay que convocar a una convención nacional que los defina.
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