2/03/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada


Infecta el coronavirus al petróleo
Viajan a México 10 mil chinos cada mes
Un enfermo llegó, paseó el virus en Uber y se fue
El petróleo crudo se negoció el viernes anterior en la orilla de los 51 dólares por barril en Nueva York, después de una caída de alrededor de 16 por ciento en enero, dejando los precios muy por debajo de los niveles que la mayoría de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo necesitan para cubrir el gasto gubernamental. La mezcla mexicana de exportación también cayó de 58.88 a principios de enero a 48.15 el último día de ese mes, una pérdida de casi 11 dólares por barril. China es la principal fuente de crecimiento de la demanda del mercado petrolero y las medidas adoptadas para frenar la propagación del coronavirus, incluido el bloqueo en Hubei (su capital es Wuhan, donde apareció el brote del virus), podrían deprimir la demanda fuertemente, según Bloomberg. Aparte, las líneas aéreas están cancelando o cambiando la ruta de los vuelos. La OPEP y sus aliados están considerando cómo responder a la situación y Rusia señaló que estaba abierta a la iniciativa de Arabia Saudita para una reunión de emergencia.
Les gusta México
Cada mes arriban a México más de 10 mil viajeros provenientes de China. Mexicali, en la frontera norte, tiene cerca de 200 restaurantes de comida china. No han considerado necesario tomar ninguna medida preventiva, los restaurantes registran asistencia normal. El Reglamento Sanitario Internacional establece que las medidas de prevención y control de la propagación de enfermedades deben ser razonables evitando interferir innecesariamente con el movimiento internacional de personas o bienes. De conformidad con lo recomendado por el Comité de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), solamente los pasajeros que viajan desde la provincia de Hubei, China, son sujetos de revisiones médicas a su llegada al territorio nacional, informa la Secretaría de Salud. Los jóvenes residentes del estado de Guanajuato que arribaron a México el primero de febrero de 2020 provienen de otras provincias de China diferentes a la región de Hubei y no presentan síntomas, por lo que no requieren revisión o atención médica, asegura la Secretaría. (¿Será? Una situación diferente es la de los 10 connacionales que salieron rumbo a Francia, desde Hubei. Estos 10 mexicanos, junto con ciudadanos de otros países, arribaron a Istres, Francia, y fueron revisados por las autoridades sanitarias francesas. Aquellos que no presenten sintomatología podrán continuar su camino a México. A su arribo al territorio nacional serán evaluados nuevamente por la autoridad sanitaria mexicana, agrega la dependencia.
El virus se paseó en Uber
Por otro lado, un paciente infectado con el nuevo coronavirus estuvo en la capital mexicana, pero ya abandonó el país. La entidad detalló que una persona de un hotel capitalino y Uber tuvieron contacto con el infectado –por alguna razón no utilizó a su competidor chino Didi– pero hasta el momento ninguno ha desarrollado los síntomas de la enfermedad a más de 10 días de su exposición. El fin de semana Uber dijo que suspendió 240 cuentas de usuarios en Ciudad de México que habrían estado en contacto con dos choferes señalados de transportar a un sospechoso de portar el nuevo coronavirus. Todavía no se confirma ningún caso en México.

Ya viene la rifa del tigre aéreo
Peculiar movilización política
¿Listos para el coronavirus?
Se divorcian Duarte y Karime
En el municipio de Solidaridad, en Quintana Roo, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio como altamente probable la realización de la polémica rifa del fastuoso avión presidencial que no ha podido ser vendido a compradores únicos. Mencionó que se le ofreció la aeronave al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, pues tuvo averías el avión que utiliza la máxima autoridad política de ese país, pero no le entró, por el exceso de lujos de ese aparato que, como es de recordarse, fue comprado por Felipe Calderón y utilizado por Enrique Peña Nieto. Así que el político tabasqueño ya dio verbalmente por un hecho el sorteo: como nos ha costado un poco venderlo, deshacernos de él, se va a rifar y dijo que el ganador podría estacionar tal vehículo en locales de la Fuerza Aérea Mexicana.
Son varios los escollos en la ruta de la probable rifa. De entrada, se tendría que hacer una modificación legal a modo (para lo cual ya están prestos en las bancadas legislativas de Morena) a fin de que la Lotería Nacional pueda entregar como premio un bien específico y no dinero en efectivo. Luego, deberán ser afinados los aspectos legales en cuanto a la propiedad de la nave, el pago de impuestos que debería hacer el afortunado ganador de la rifa del tigre aéreo, la obligación de que ese ganador no puede vender el avión por debajo del costo que nadie aceptó para una compra individual y la pretensión moral del habitante de Palacio Nacional para que la recepción de un premio de esa cuantía no desequilibre al triunfador.
Por otra parte, la famosa rifa, considerada originalmente para realizarse el próximo 5 de mayo, se ha convertido de inmediato en un mecanismo de reafirmación de fidelidades al proyecto obradorista, una especie de referendo a través de cachitos de la Lotería. Mientras los opositores al presidente de la República tachan de ocurrencia el sorteo en mención, sus seguidores se aprestan a realizar una movilización política peculiar, pues se busca el apoyo popular a una fórmula andresina concebida para salir de un embrollo que ciertamente heredó y del que no tiene responsabilidad: la adquisición de un palacio flotante a un precio y con tales especificaciones únicas que hacen muy difícil o virtualmente imposible vender tal nave que por justificados motivos se niega a utilizar el actual Presidente de la República.
De nuevo el 98 constitucional
Polémica renuncia
Diferencia entre dimisión y omisión
No perdamos tiempo (menos espacio). Concretémonos a reiterar el texto del artículo 98 constitucional, puesto que como ya les comenté, la interpretación y aplicación no correcta del mismo son el centro de la litis que la columneta se ha echado a cuestas en contra de quien resulte responsable.
Establece: Las renuncias de los ministros de la Suprema Corte de Justicia solamente procederán por causas graves; serán sometidas al Ejecutivo y, si éste las acepta, las enviará para su aprobación al Senado.
Antes de iniciar la tomografía del párrafo anterior y concretamente de los vocablos: proceder, someter, aceptar y aprobar, usados en diversas conjugaciones, considero necesario presentar al respetable, una cuestión de las que los abogados denominan como de previo y especial pronunciamiento. Es decir, una necesaria aclaración sobre elementos fundamentales que sustenten la bronca (jurídica, por supuesto) que está por iniciarse. Si estos asuntos no se definen, el juicio, el proceso debido, está cojo, le falta sustento y no ha lugar.
Pues antes de entrar al fondo del asunto relativo a la renuncia del ministro de la Suprema Corte, Medina Mora y su aceptación fast track (o, dicho en cristiano, hecho madre), por el titular del Ejecutivo y la Cámara de Senadores, quisiera exponer a la multitud uno de esos pronunciamientos arriba señalados. De los muchos conocimientos que excepcionales abogados y, sobre todo maestros, me trasmitieron en la añosa y entrañable (escuela primero y facultad después) de derecho y de los pocos que aún recuerdo, es el que toda norma jurídica que señale como delitos determinados actos realizados por cualquier persona o, por el contrario, se abstenga de llevar a cabo acciones que le son requeridas por mandato expreso para evitarlos, serán objeto de una sanción que el ordenamiento jurídico señalará con precisión.
He leído varias veces el párrafo tercero del artículo 89 en comento, y no encontré el menor indicio de una modestísima advertencia de sanción a quienes por ignorancia, lenidad o (¡no quiero ni pensarlo!) acuerdos de conveniencia compartida, violenten el proceso que el mandato constitucional señala como necesario para validar la renuncia de un ministro.

Por eso, como lo vemos actualmente, el incumplimiento de lo estipulado por el texto constitucional tuvo menos consecuencias para los involucrados en la abdicación del ministro, que las que recaen en los fieles que hacen oídos sordos a los tañidos de las campanas lopezvelardianas que los convocan a santificar las fiestas, tal como lo señala el tercer Mandamiento de la Ley de Dios.

Ciudad de México. Presupuesto 2020
La capital de la República ejercerá en 2020, según presupuesto aprobado, la cantidad de 238 mil 975 millones 793 mil 216 pesos, cifra 0.9% menor en términos reales (quitando la inflación de 3.0%) a la aprobada para 2019.
Del ingreso total esperado (239 mm), el rubro principal (51.6%) son los Ingresos acordados con el gobierno federal, 123 mm (0.2% sobre 2019), de los cuales 92 mm son la participación que le corresponde de la captación federal (Gráfico 1). El segundo rubro son los Impuestos (25.2%) de los que se espera ingresen 60 mm (1.8% sobre 2019), seguido por los ingresos de los Organismos y empresas 17 mm (7.1%), el cobro por Productos 16 mm (6.6%), por Derechos 14 mm (5.8%) y por Aprovechamientos 5 mm (2.1%). Un endeudamiento neto de 4 mil millones (1.7%) complementará el ingreso.
Del gasto total presupuestado (239 mm), las prioridades en función del gasto son: a) desarrollo social 110 mm (45.8% del total) donde a vivienda y servicios se asigna el 17.2%; b) funciones de gobierno 92 mm (38.6%) donde a seguridad va 14.5%; y c) desarrollo económico 31 mm (13.1%) donde a transporte va 11.0% (Gráfico 2).

Y el neoliberalismo sigue allí
No desaparecerá por decreto
Los resultados económicos en el primer año de gobierno del presidente López Obrador han sido bastante famélicos, aunque algunos indicadores fueron positivos, como el tipo de cambio y la inflación.
Sin embargo, más allá de factores internos y externos que motivaron la desaceleración económica del país desde mediados de 2018 y el desastre heredado por seis gobiernos neoliberales, lo cierto es que con el mismo modelo, el mismo manual y las mismas estrategias era más que previsible que los famélicos resultados se repetirían y ni lejanamente las cosas saldrían como se estimaron en el origen de la actual administración.
Desde el triunfo electoral de 2018 y la llegada de López Obrador a Palacio Nacional muchas son las políticas reorientadas, siempre con la promesa de que el modelo neoliberal se echaría al bote de la basura tras 36 años de fracasos para el país (el balance para el grupúsculo que se benefició hasta el hartazgo es otra historia).
En pocas palabras, transcurren los meses, se repiten los famélicos resultados y cuando México despertó el modelo neoliberal sigue allí.
El modelo neoliberal no se acabará por medio de un decreto, ni por mucha buena voluntad que tenga López Obrador en su carácter de sepulturero de casi 40 años de política económica depredadora.
Sin cambios reales en la política económica, lo que sucedió en 2019 puede ser el principio de un sexenio con resultados más que famélicos y continuador del descenso permanente registrado gobierno tras gobierno.
Por ejemplo, en el sexenio salinista el crecimiento anual promedió 3.9 por ciento (México venía de muchas décadas con un poco mayor a 6 por ciento anual); con Zedillo, esa proporción se redujo 3.5 por ciento; con Fox a 2.3 por ciento y con Calderón a 1.8 por ciento. Ya con EPN a duras penas llegó a 2 por ciento.
Sin cambios en la política económica, como van las cosas en el presente sexenio, en el mejor de los casos se repetiría la dosis: 2 por ciento anual en promedio, es decir, la mitad de los comprometido por López Obrador, y una proporción que sólo mantendría el país en el hoyo, en el que lo metieron seis gobiernos neoliberales.
Desde su llegada a Palacio Nacional, el presidente López Obrador ha reiterado que se acabó la pesadilla del neoliberalismo; que éste se acabó en México, pero el estilo se mantiene y, por lo mismo, los resultados son igual de raquíticos que antaño.

Rebelión antineoliberal
La noticia principal de la contienda electoral presidencial que arranca este lunes con elecciones internas en Iowa –y que seguirá durante los próximas meses en cada estado para culminar con la coronación de los candidatos presidenciales de ambos partidos nacionales– es que Bernie Sanders, el senador socialista democrático, va ganando.
Se sabe que va ganando no sólo porque ya alcanzó al precandidato demócrata de la cúpula, Joe Biden, en las encuestas nacionales y está adelante en varias encuestas estatales claves, ha acumulado más donaciones que todos los además y triunfa sobre Trump en cada sondeo, sino porque las cúpulas se están alarmando, y mucho.
Algunos señalan que la dirección del Partido Demócrata está más obsesionada ahora en frenar a Sanders que en derrotar a Trump, elaborando mecanismos para obstaculizar su triunfo en la convención demócrata mientras Hillary Clinton, Barack Obama y John Kerry, entre otras figuras del partido, alertan sobre su amenaza y advierten, a pesar de indicaciones contrarias, que el electorado no apoyará sus ideas radicales y menos el socialismo.
Para Sanders y sus seguidores sólo comprueba el potencial real de su movimiento. Somos su peor pesadilla, señaló el senador esta semana, recordando que su campaña está fomentando una revolución política para un rescate popular de esta democracia de las manos del uno por ciento más rico y sus políticos que la han secuestrado.

Repararse y reparirse
Un lector comparte: Fui despedido después de 19 años de labor ascendente en una empresa familiar, tras un asalto por el cual estuve dos meses y medio en incapacidad debido a la golpiza que me propinaron. No pude asimilar este trago amargo por ser mi familia la que me daba la espalda. No fueron capaces de darme ni un peso por los años en que me aboqué de forma diligente en aportar mi trabajo honesto, esfuerzo y logros.
Caí en depresión; se agudizó en un proceso de trastorno bipolar tipo I. Fue una debacle, perdí absolutamente todo, hasta la relación con mi hija, que vive con su madre. Es lo que más me ha dolido. Desaté ira hacia mi familia por comportarse de esa manera. En la etapa más aguda del trastorno bipolar bebí alcohol de manera desenfrenada y hasta probé cocaína. Mis libros, cuadros, muebles, enseres domésticos, autos, todo lo perdí. Hasta el momento en que mi ex cónyuge interrumpió la convivencia con mi hija, porque también a ella apunté mi ira por su antecedente de alienación parental, tomé conciencia de lo pasado. Dejé voluntariamente de beber alcohol desde el 31 de mayo pasado, acudí a un siquiátrico por dos meses y comparto un cuarto con cuatro estudiantes.
En un principio no aceptaba esta realidad ni lo injusto de lo que me estaba pasando y hasta tuve ira con Dios. Aún no puedo comprender cómo mis padres fueron capaces de darme una patada de esa manera. En fin, no era algo nuevo, anteriormente había acudido con una terapeuta cognitivo conductual y mi incesante lucha era dilucidar por qué mi familia era disfuncional, apática, mojigata e hipócrita, mi papel de chivo expiatorio, etc. Más allá del tratamiento con el siquiatra, el cual es distante y poco sensible, lo que más me ha ayudado es la labor de aceptación y reconstrucción que he abordado con la sicóloga. Me ha ayudado a hacerme consciente de que no es que sea justo o no, sino aceptar que así es. Y bueno, tomo al toro por los cuernos sin rencor, amargura ni resentimiento hacia cuantos me dieron la espalda. Tengo vida y, como usted dice, es vivir cada día como un nuevo capítulo. Hago todo mi esfuerzo por colocarme en una actividad profesional omitiendo que era empresa familiar, ya que es un estigma absurdo que estoy superando y reforzando mis habilidades en ventas industriales; procuro asimismo restablecer lazos con mi hijita (11 años) y renacer como ser humano.


Editorial La Jornada
Más allá de los riesgos que la propagación del coronavirus representa para la salud pública en el mundo, el padecimiento surgido a fines del año pasado en Wuhan, China, tiene efectos secundarios perniciosos que podrían resultar, a la postre, incluso más graves que la epidemia en sí.

Dos sucesos adversos en el Politécnico
Dos hechos envuelven al Instituto Politécnico Nacional en la actualidad: uno, las desafortunadas declaraciones recientes de su director, Mario Alberto Rodríguez Casas, para manipular el Congreso Nacional Politécnico, mediante consignas a los directivos de las escuelas para designar a alumnos a modo como delegados al congreso. Dos, la legalización de los programas de estudio de 14 instituciones de educación privada para inscribir a alumnos que no tuvieron lugar en las aulas del IPN.

México no ha enfrentado una negociación más difícil en el siglo XXI que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Si en 1994 alguien hubiera sostenido que la salida del TLC se convertiría en bandera electoral en Estados Unidos, le hubieran tachado de loco. Al final del día, el TLC o Nafta hizo de América del Norte el corredor logístico y de manufactura más importante del mundo. Hizo más competitiva a cada economía participante, abrió oportunidades de empleo jamás soñadas en México (véase, por citar un ejemplo, la industria aeroespacial) y diversificó las fuentes de generación de riqueza; tan es así, que los vaivenes del precio del petróleo no son para la economía nacional la eterna tragedia esperada que eran en los años 80.

Dos editorialistas de The New York Times, Ross Douthat y David Leonhart, comentaron recientemente la pertinencia de que los demócratas hubieran iniciado un juicio para retirar al presidente Donald Trump de su cargo. A juicio del primero, los demócratas cometieron una grave equivocación al juzgarlo por un error que no era mayor ni menor que los cometidos por otros mandatarios. Leonhart le recordó que cuando los republicanos juzgaron a Bill Clinton, también con el cometido de retirarlo de su cargo, Douthat justificó tal decisión.

El Golfo de California es el acuario del mundo por su diversidad de especies y el medio ecológico en que viven. Sin embargo, ese tesoro marino es muy peligroso para la totoaba y la vaquita, que solamente viven allí y están por desaparecer.

El 24 de junio de 1935, Carlos Gardel murió calcinado dentro de un avión que buscaba despegar del aeropuerto de Medellín, y su leyenda se prolongó más allá de su muerte, al punto que se contaba cómo había sobrevivido a las llamas, y, el rostro desfigurado, iba por los puertos cantando siempre con su voz incomparable, oculto bajo el ala gacha del sombrero. Era una manera de otorgarle la inmortalidad.

Como es bien sabido, el proceso de destitución de Donald Trump comenzó ya en el mes de enero en el Senado de Estados Unidos. Entre tanto deben iniciarse las primarias que elegirán a su adversario, el candidato del Partido Demócrata. Sin embargo, debe reconocerse que la personalidad del actual presidente, por más inconsistente y ambigua que pueda parecer a muchos, sigue ocupando ampliamente los principales espacios de la política en su país, lo mismo en el plano interno que en el internacional.
Para serlo en verdad, un partido político debe cumplir con varios requisitos; no sólo los de la ley, sino los que reconocen los estudiosos de esta materia. Un partido es una pluralidad de personas que coinciden en participar juntos para alcanzar el poder y así establecer un gobierno que actúe y tome decisiones a partir de los principios, programas y valores que el mismo partido haya propuesto. En un partido hay una causa material, para usar el lenguaje de la lógica tradicional, y una causa formal; la material es la gente, los afiliados, los integrantes del grupo y la causa formal es el ideario, las motivaciones que unen a los militantes; se puede decir que esta causa formal encarna en los documentos fundacionales, principios, valores y reglas de organización.

El juicio político de Donald Trump es relevante por diversas razones, visto desde acá. No es sólo un asunto interno de Estados Unidos, sino tiene que ver con el entorno general, con las condiciones políticas y sociales que hoy rigen en el mundo y con el sentido mismo de lo que es una nación, un Estado, un sistema político, un gobierno y el ejercicio del poder frente a los derechos de los ciudadanos.

A nadie le gusta que lo critiquen. Está en la naturaleza humana, supongo. Pero un rasgo de civilidad es aguantar la crítica, y en ciertos casos bienvenirla y hasta agradecerla. El pensamiento científico así evoluciona, necesita del error para acertar. La filosofía y las humanidades respiran por el debate, que puede ser acalorado, apasionado, feroz, pero enseña y estimula. Más reticentes suelen ser, por motivos distintos, los artistas y los políticos. Los creadores, como los niños, tienen prisa por ser mayores, saber mejor que nadie; dejan de escuchar a mentores, amigos y críticos, sólo digieren elogios. Los políticos son peores, pues pueden proscribir, encarcelar o eliminar (hay grados) a quienes emiten juicios desfavorables, los contradicen o exhiben. Mentira, replican unos. Son mis enemigos, concluyen todos.

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